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El truco para tener acciones de Apple, Google y Amazon sin comprarlas y con cero riesgo

Con los ETF podés invertir en cientos de empresas a la vez, con bajos costos y sin ser un experto en finanzas. Conocé cómo hacerlo.
13/08/2025 - 16:40hs
El truco para tener acciones de Apple, Google y Amazon sin comprarlas y con cero riesgo

En un mundo donde la incertidumbre económica se ha convertido en la única constante, los inversores —tanto principiantes como experimentados— buscan refugios seguros y oportunidades de crecimiento sostenido. 

Durante años, las opciones de inversión eran limitadas: comprar acciones individuales, asumir los vaivenes de los fondos tradicionales o, para los más conservadores, recurrir al siempre confiable pero poco rentable plazo fijo.

Sin embargo, en los últimos tiempos una herramienta ha emergido como protagonista en el mercado financiero global, ofreciendo diversificación, retornos atractivos y una gestión pasiva al alcance de todos. Se trata de los ETF, o Exchange Traded Funds.

ETF: inversión diversificada en un solo clic

Un ETF es, en esencia, un fondo de inversión que se negocia en la bolsa de valores como si fuera una acción. Su característica principal es que replica el comportamiento de un índice bursátil, como el S&P 500 —que reúne a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos—, el Nasdaq 100 —enfocado en el sector tecnológico— o incluso índices de bonos, materias primas o sectores específicos.

En la práctica, en lugar de comprar por separado las acciones de Apple, Google y Amazon, un inversor puede adquirir un solo "paquete" que las contiene a todas y cuyo valor fluctúa de acuerdo con el conjunto de empresas que lo integran. Esa simplicidad, combinada con costos reducidos y acceso inmediato a mercados globales, es lo que ha catapultado a los ETF al centro de la escena.

A diferencia de los fondos de gestión activa, donde un gestor toma decisiones constantes de compra y venta —lo que eleva las comisiones—, los ETF siguen estrategias pasivas. Su objetivo no es "ganarle al mercado", sino replicar su rendimiento. Esto reduce costos de administración y, a largo plazo, aumenta la porción de ganancias que queda en manos del inversor.

La oferta es tan amplia que prácticamente existe un ETF para cada tipo de interés o tendencia. Desde inteligencia artificial y energías renovables hasta bonos de países emergentes, la versatilidad de estos instrumentos permite armar carteras a medida con montos iniciales reducidos.

Diversificación y liquidez: las claves del éxito

El auge de los ETF responde a varios factores, siendo la diversificación instantánea uno de los más importantes. Al invertir en un ETF que replica un índice como el S&P 500, se adquiere exposición a cientos de empresas simultáneamente, lo que reduce el riesgo de que una caída individual afecte significativamente el rendimiento total.

La liquidez es otro punto fuerte. Al cotizar en la bolsa, los ETF se pueden comprar y vender en cualquier momento del horario de mercado, a diferencia de los fondos tradicionales que liquidan operaciones una vez al día. Esto brinda flexibilidad para entrar y salir de posiciones con rapidez, algo vital en escenarios de alta volatilidad.

Además, los costos bajos marcan una diferencia sustancial. Mientras un fondo activo puede cobrar entre 1% y 2% anual en comisiones, los ETF suelen tener gastos que van desde 0,03% hasta 0,50%. En el largo plazo, esta brecha representa una mejora notable en el rendimiento acumulado de una cartera.

En países como Argentina, los ETF están cada vez más disponibles a través de brokers locales, lo que democratiza el acceso a inversiones globales sin necesidad de abrir cuentas en el exterior.

Cómo invertir en ETF paso a paso

El proceso para invertir en ETF es sencillo. El primer paso es seleccionar un broker que ofrezca acceso a estos instrumentos. Aunque es posible operar desde Argentina mediante brokers locales, muchos inversores optan por abrir cuentas en plataformas del exterior para acceder a un abanico más amplio y operar en dólares.

Luego llega la elección del ETF. Aquí la estrategia personal es clave: si se busca diversificación global, un fondo como el VT (Vanguard Total World Stock Index Fund ETF Shares) puede ser ideal. Para apostar al crecimiento tecnológico, el QQQ (Invesco QQQ Trust), que replica el Nasdaq 100, es una opción recurrente. Y para proteger el capital con renta fija, el TLT (iShares 20+ Year Treasury Bond ETF) ofrece exposición a bonos del Tesoro estadounidense.

Antes de invertir, es fundamental analizar la composición del fondo, su Expense Ratio (costo anual), el rendimiento histórico y la alineación con el perfil de riesgo del inversor. No todos los ETF tienen el mismo nivel de volatilidad; uno que replica el S&P 500 será más estable que uno especializado en empresas pequeñas de biotecnología.

Una vez decidido, la compra se realiza como cualquier acción: se ingresa el ticker (símbolo del ETF), se elige la cantidad y se ejecuta la orden. Aunque la diversificación reduce riesgos, no los elimina, por lo que la visión a largo plazo y la disciplina siguen siendo fundamentales.

La amenaza para los fondos tradicionales

El crecimiento de los ETF ha sacudido la industria de gestión de activos. Los fondos tradicionales, con altos costos y resultados poco competitivos, pierden terreno frente a estos vehículos de inversión pasiva.

Estudios como el de S&P Global muestran que, en un período de 15 años, más del 90% de los gestores de fondos activos de gran capitalización en Estados Unidos no superaron el rendimiento del S&P 500. Este fenómeno, conocido como el "fracaso de la gestión activa", ha impulsado la migración masiva hacia ETF.

La flexibilidad es otro diferencial: con solo tres o cuatro ETF bien seleccionados, es posible construir carteras sofisticadas que combinen acciones, bonos y mercados emergentes. Este control sobre la asignación de activos es difícil de igualar en otros formatos.

Inversión para todos: de Wall Street a Argentina

La revolución de los ETF radica en que han democratizado el acceso a inversiones globales. Antes, diversificar en cientos de empresas y distintos países requería grandes capitales y conocimientos avanzados. Hoy, cualquier inversor puede hacerlo desde su teléfono.

En Argentina, además de operar en el exterior, es posible acceder a ETF a través de Cedears, que permiten invertir en pesos en certificados que replican fondos internacionales. Esto simplifica la operativa y evita la apertura de cuentas foráneas.

Para quienes no quieren seguir el mercado día a día, los ETF son ideales para estrategias de "comprar y mantener". Basta con elegir un fondo que se considere sólido a largo plazo y dejar que la diversificación interna haga el trabajo.

El futuro de la inversión es pasivo

Los ETF no son una moda, sino un cambio estructural en el mundo de las inversiones. Han ganado popularidad por su eficiencia, transparencia y bajos costos, y se han convertido en una herramienta fundamental tanto para novatos como para profesionales.

La tendencia global es clara: la inversión pasiva seguirá creciendo y desplazando a los fondos tradicionales. Los inversores ya no necesitan elegir entre seguridad y rentabilidad; los ETF ofrecen un balance atractivo entre ambas.

En un contexto global donde la tecnología, la globalización y la incertidumbre económica marcan el pulso, esta herramienta se posiciona como una de las más inteligentes para construir y mantener patrimonio.

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