Mercado en shock: el Merval cayó, los bonos se hundieron y el BCRA debió sacrificar reservas para frenar al dólar
Pese a un buen comienzo, la bolsa porteña no logró sostener el impulso y terminó la rueda en baja, arrastrada por una ola vendedora que golpeó a la mayoría de los papeles líderes. El índice S&P Merval retrocedió 0,3% y volvió a exhibir el clima de extrema cautela que domina a los inversores locales desde hace semanas.
Las pérdidas se concentraron en los sectores energético y de servicios. Transportadora de Gas del Norte se desplomó 4,4% y encabezó los retrocesos, seguida por Transener que cayó 3,2% y Metrogas que cedió 2,6%. También se registraron bajas en Central Puerto (-1,3%), Edenor (-1,2%) y Pampa Energía (-1%).
El movimiento marcó un quiebre en el rebote técnico que había devuelto algo de aire a las acciones locales en la jornada de ayer, tras el derrumbe de la semana anterior. Fuentes de la City porteña señalaron que predominó las ventas durante la segunda mitad de la rueda, ante un escenario de renovada incertidumbre por el frente cambiario y la dinámica de reservas.
La debilidad del volumen operado reforzó la idea de que el avance reciente de los precios no contó con respaldo genuino de demanda, lo que dejó a los activos argentinos expuestos a nuevas caídas ante cualquier señal adversa.
ADRs argentinos también cerraron con bajas en Wall Street
El pesimismo no se limitó al mercado local. Los ADR de compañías argentinas que cotizan en Wall Street también cerraron con mayoría de bajas y se sumaron a la tendencia negativa de la jornada.
Las caídas más marcadas fueron para Edenor, que perdió 3,9%, seguida por Central Puerto con una baja de 3,4% y Pampa Energía que retrocedió 2,7%. También se destacaron los descensos de Loma Negra (-2,6%) y Tenaris (-2,5%), que completaron el cuadro de debilidad entre los papeles argentinos en el exterior.
La falta de señales claras de estabilidad macroeconómica y el aumento de la tensión cambiaria desalentaron la toma de posiciones de los inversores internacionales. Las mesas de dinero en Nueva York remarcaron que el apetito por activos argentinos sigue en niveles mínimos y que cualquier señal negativa local tiene un efecto amplificado en las valuaciones.
Así, los ADRs cortaron el breve impulso que habían mostrado ayer y volvieron a ubicarse entre los activos más castigados del universo emergente, confirmando que el escepticismo global sobre la Argentina se mantiene intacto.
Bonos en dólares profundizaron su derrumbe
La deuda soberana en dólares bajo legislación extranjera volvió a ser el epicentro del castigo del mercado y cerró con pérdidas significativas, en medio de renovadas dudas sobre la capacidad de pago del país y la debilidad de las reservas internacionales.
El Bonar 35 cayó 3,8% y se ubicó en u$s 50,79, mientras que el Bonar 41 retrocedió 3,7% hasta los u$s 47,69, acumulando un deterioro pronunciado en las últimas ruedas. La performance de la deuda soberana reflejó el creciente repliegue de los fondos institucionales.
Operadores del segmento de deuda explicaron que la baja respondió tanto a la creciente demanda de cobertura como a la percepción de que la acumulación de reservas del BCRA permanece estancada, lo que alimenta la desconfianza sobre la sostenibilidad del programa financiero.
Las caídas en los bonos confirmaron, una vez más, que la deuda continúa siendo el eslabón más débil del mercado argentino y el más sensible a cualquier episodio de tensión, tanto interna como externa.
El dólar mayorista cruzó el techo de la banda y el BCRA volvió a vender reservas
Aunque el foco principal de la jornada estuvo puesto en la caída de acciones y bonos, en la City el dato que más encendió las alarmas fue el regreso de la intervención oficial en el mercado cambiario.
La suba del dólar mayorista superó el techo de la banda de flotación y obligó al BCRA a vender u$s53 millones, en lo que constituyó su primera venta de divisas desde mediados de abril, cuando se había levantado el cepo cambiario.
Según informó oficialmente la autoridad monetaria al difundir las principales variables de la rueda, las reservas brutas cerraron en u$s39.777 millones tras las ventas. En la City, el episodio fue interpretado como una señal de debilidad en la oferta de divisas y un posible cambio de etapa en la estrategia de flotación administrada que venía aplicando el Banco Central.
Analistas advirtieron que, si la presión sobre el tipo de cambio se mantiene, la necesidad de sacrificar reservas podría comprometer la hoja de ruta de estabilización y poner un techo a cualquier intento de rebote sostenido en los activos argentinos, que siguen extremadamente sensibles a los movimientos del dólar.
Perspectivas: el mercado volvió a operar en zona de máxima fragilidad
Con el Merval en baja, los ADRs argentinos en rojo y los bonos en desplome, la plaza financiera local volvió a mostrar su vulnerabilidad y a operar bajo un clima dominado por el nerviosismo y la desconfianza.
Los inversores priorizaron nuevamente posiciones defensivas, replegándose hacia activos dolarizados y cobertura cambiaria, mientras esperan señales claras del equipo económico que devuelvan previsibilidad al rumbo fiscal y monetario.
Operadores de la city coincidieron en que el regreso de la intervención del BCRA marcó un punto de inflexión en el humor de la plaza, que ahora se mantiene en modo de espera y extremadamente sensible a cualquier sobresalto.
Por ahora, el freno de las acciones, el desplome de los bonos y la debilidad de las reservas dejaron a la plaza argentina otra vez en un punto de equilibrio precario, donde cualquier chispa puede volver a detonar episodios de estrés y paralizar el financiamiento de la economía real.