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Qué es un swap de divisas y cuál es la experiencia de Argentina con China y Estados Unidos

No constituye un préstamo tradicional, ya que no hay transferencia definitiva de fondos. El objetivo es proveer liquidez temporal en moneda fuerte
20/10/2025 - 11:43hs
Qué es un swap de divisas y cuál es la experiencia de Argentina con China y Estados Unidos

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) oficializó un nuevo acuerdo de swap de monedas con los Estados Unidos por u$s20.000 millones, con el objetivo de reforzar las reservas internacionales y otorgar mayor estabilidad al mercado financiero. Una vez que el esquema entre en vigencia, las reservas brutas del país podrían elevarse hasta los u$s62.000 millones.

Este tipo de operaciones no es nuevo para Argentina: el país ya mantiene desde hace años un mecanismo similar con China, que en abril fue renovado por una línea activa de 35.000 millones de yuanes, equivalentes a unos u$s5.000 millones. Ambos acuerdos forman parte de una estrategia de fortalecimiento financiero que busca dotar al Banco Central de mayor margen de maniobra en un contexto de escasez de divisas y presión sobre el tipo de cambio.

Qué es un swap de divisas

Un swap de divisas es un acuerdo financiero entre dos bancos centrales -o entre un banco central y otra entidad oficial- mediante el cual se intercambian monedas por un plazo determinado, con el compromiso de revertir la operación en el futuro según condiciones pactadas.

En términos simples, un país recibe moneda extranjera (como dólares o yuanes) a cambio de entregar su propia moneda o un activo equivalente. Al finalizar el período acordado, se devuelve la divisa recibida junto con un interés o ajuste estipulado.

Este instrumento no constituye un préstamo tradicional, ya que no hay transferencia definitiva de fondos. El objetivo principal es proveer liquidez temporal en moneda fuerte, reforzar las reservas internacionales y mejorar la estabilidad del sistema financiero.

Los swaps suelen utilizarse como mecanismo de respaldo frente a escenarios de alta volatilidad cambiaria, tensiones en el mercado de divisas o dificultades para acceder al crédito internacional. Al ser acuerdos entre bancos centrales, las tasas de interés suelen ser más bajas que las de un préstamo comercial o de organismos multilaterales, y las condiciones tienden a ser más flexibles.

Cómo funciona un swap de monedas

El funcionamiento de un swap sigue una estructura previsible y estandarizada:

  1. Firma del acuerdo: los dos bancos centrales acuerdan los montos, plazos y condiciones del intercambio.

  2. Intercambio inicial: el banco central del país con necesidad de liquidez entrega su moneda (por ejemplo, pesos argentinos) y recibe una cantidad equivalente en la divisa de la contraparte (dólares o yuanes).

  3. Uso de los fondos: durante la vigencia del swap, el país receptor puede utilizar esos fondos para fortalecer reservas, atender pagos externos o cubrir demandas internas de divisas.

  4. Devolución: al vencimiento, debe restituir la moneda extranjera recibida más los intereses o ajustes convenidos, recuperando su moneda original.

Aunque en el balance del Banco Central aparecen las divisas recibidas como parte de las reservas brutas, no todas son de libre disponibilidad. En muchos casos, el uso de esos fondos se encuentra limitado a fines específicos, como operaciones comerciales bilaterales o estabilización cambiaria.

El acuerdo con Estados Unidos

El reciente swap con Estados Unidos por u$s20.000 millones representa un movimiento inédito en la relación bilateral reciente. El objetivo declarado es fortalecer las reservas internacionales del Banco Central y brindar un respaldo que contribuya a la estabilidad macroeconómica.

En la práctica, el mecanismo implica que Estados Unidos transfiere dólares al BCRA, mientras que la Argentina entrega pesos o activos equivalentes al Tesoro estadounidense. Este intercambio queda registrado contablemente en los balances de ambas instituciones.

Los dólares recibidos por Argentina podrán activarse por tramos, es decir, no ingresan de una sola vez sino en función de las necesidades financieras del país. Una vez activado cada tramo, comienza a correr el plazo y la tasa de interés pactada.

Si el esquema se implementa de forma similar al acuerdo vigente con China, la activación gradual permitirá ampliar las reservas disponibles sin comprometer de inmediato el total del monto acordado. Con esta medida, las reservas brutas del BCRA podrían alcanzar los u$s62.000 millones, lo que refuerza la posición externa y mejora la percepción de solvencia frente a los mercados internacionales.

El swap con Estados Unidos también tiene un valor simbólico y estratégico. Representa un respaldo político y financiero en la recta final de un proceso electoral clave, y marca un gesto de confianza hacia la actual conducción económica. En un contexto de volatilidad cambiaria y expectativas inflacionarias, la disponibilidad de una línea de este tipo reduce la presión sobre el mercado paralelo y ayuda a estabilizar la demanda de divisas.

La experiencia argentina con China

La relación financiera con China a través del swap de monedas se remonta a 2009, cuando ambos países firmaron el primer acuerdo de intercambio por alrededor de 70.000 millones de yuanes. Desde entonces, el mecanismo ha sido renovado y ampliado en distintas ocasiones.

El Banco Popular de China (PBoC) entrega yuanes al Banco Central de la República Argentina, que a su vez entrega pesos. Estos yuanes pueden utilizarse para operaciones de comercio exterior, especialmente para pagar importaciones provenientes de China sin necesidad de recurrir al dólar.

En abril de 2025, la Argentina renovó una línea activa por 35.000 millones de yuanes, equivalentes a unos u$s5.000 millones, que permanecerá disponible hasta mediados de 2026. Esta renovación permitió evitar una reducción gradual de los fondos disponibles y mantener una porción significativa de las reservas internacionales en un contexto de escasez de divisas.

El swap con China tiene además un componente estratégico: profundiza la cooperación financiera entre ambos países y consolida la posición de Beijing como actor relevante en el comercio y la inversión regional. Para Argentina, esta relación constituye una fuente alternativa de liquidez que complementa otras vías de financiamiento externo.

Impacto del swap en las reservas internacionales

Uno de los principales efectos de los swaps de monedas es el impacto inmediato sobre las reservas brutas del Banco Central. Cuando se activan los fondos, las reservas aumentan, ofreciendo una imagen de mayor fortaleza frente a los mercados y mejorando la calificación de riesgo país.

En el caso del acuerdo con Estados Unidos, los u$s20.000 millones aportarán un refuerzo considerable. Combinados con la línea activa con China, las reservas podrían superar los u$s60.000 millones, nivel que no se alcanzaba desde hace varios años.

Sin embargo, no se trata de dólares "propios", sino de divisas prestadas temporalmente. En consecuencia, las reservas brutas aumentan, pero las reservas netas -las efectivamente disponibles- no crecen en la misma proporción. Este matiz es clave, ya que los fondos deben devolverse una vez cumplido el plazo acordado.

Aun así, el beneficio principal es la capacidad de contención ante crisis cambiarias. Con un mayor colchón de reservas, el Banco Central puede intervenir en el mercado, moderar la volatilidad y sostener el tipo de cambio en momentos de tensión. Además, mejora su posición frente a acreedores internacionales y brinda una señal de previsibilidad a los inversores.

Ventajas y limitaciones del swap como herramienta financiera

Los swaps de divisas presentan varias ventajas:

  • Liquidez inmediata: permiten acceder a divisas sin recurrir a endeudamiento tradicional.

  • Costos más bajos: las tasas suelen ser inferiores a las de la deuda externa.

  • Estabilidad cambiaria: refuerzan la capacidad del Banco Central para evitar movimientos bruscos del dólar.

  • Apoyo internacional: reflejan cooperación y respaldo político entre los países participantes.

Sin embargo, también tienen limitaciones:

  • Temporalidad: los fondos deben devolverse, lo que puede generar presión futura.

  • Disponibilidad restringida: no siempre pueden utilizarse libremente, sino bajo fines específicos.

  • Dependencia externa: implican cierto grado de subordinación a la contraparte.

  • Efecto contable: mejoran las reservas brutas pero no necesariamente las netas.

Perspectiva general

El uso de swaps de divisas se ha convertido en una herramienta recurrente para reforzar la estabilidad monetaria y financiera de Argentina. En un contexto global de tensiones geopolíticas y restricciones de acceso al crédito, este tipo de acuerdos permite al país diversificar sus fuentes de liquidez y ganar tiempo para consolidar su equilibrio externo.

La combinación del nuevo acuerdo con Estados Unidos y la continuidad del swap con China configura una red de apoyo financiero inédita para el Banco Central. Si bien no reemplaza las reformas estructurales necesarias para estabilizar la economía, ofrece un respaldo tangible que refuerza la posición del país frente a los desafíos inmediatos.

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