Expertos de la City prevén que el plazo fijo seguirá rindiendo más que dólar e inflación: cuándo puede cambiar
La baja de las tasas de interés impulsada por el Banco Central está empezando a poner el foco de los ahorristas en la renta que otorga el plazo fijo tradicional, debido a que empieza a descender y a equipararse con la inflación. A pesar de ello, la estabilidad en el precio del dólar sigue jugando a favor de las colocaciones en pesos y los economistas consultados por iProfesional consideran que, pese al menor atractivo de la remuneración de los depósitos, seguirán siendo atractivos hasta fin de año. Aunque alertan los "ruidos" que se están generando y que pueden impactar en el verano en el tipo de cambio.
Cabe recordar que el jueves pasado el BCRA bajó las "tasas simultáneas", que es el interés que le paga a los bancos por la liquidez sobrante, algo que también tuvo impacto en las tasas que se pagan para obtener cash en el muy corto plazo, en las cauciones, que descendieron hasta el 18% de TNA, en el caso de las emitidas a 7 días.
Al mismo tiempo, el Banco Central permitió a las entidades una mayor flexibilización en la cantidad de dinero que deben mantener encajado, en vistas que, estacionalmente, comienza una época de mayor demanda de pesos para pagar deudas de fin de año, aguinaldos, compras por las fiestas, entre otros compromisos.
En resumen, bajaron las tasas de interés pero la demanda de pesos sigue en niveles elevados, un escenario que genera que los plazos fijos casi no bajen en estos momentos la renta ofrecida, porque los bancos requieren seducir a los ahorristas para poder captar los billetes nacionales, y así poder brindar créditos con ellos.
Para graficarlo en cifras concretas, hoy un plazo fijo está pagando un máximo en torno al 28% de tasa nominal anual (TNA) para las colocaciones a 30 días, que es el tiempo de encaje mínimo requerido por el sistema financiero. Por ende, está ofreciendo una renta cercana a 2,3% mensual.
Este nivel equipara al dato de inflación oficial que hubo en octubre pasado, y le estaría ganando al índice de precios al consumidor (IPC) proyectado para el corriente noviembre, en torno al 1,9%, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), confeccionado por el BCRA entre unos 40 economistas.
Además, los analistas consideran que la inflación se mantendrá en torno al 2% en los próximos meses. Por lo que aún le queda cierto margen a los plazos fijos de seguir siendo ganadores y afrontar, a la vez, un acotado recorte en la tasa que ofrecen.
Incluso, el banco líder que paga menos por un plazo fijo tradicional hoy está proponiendo 24% de TNA, que representa una renta de 1,97% en 30 días.
Y a ello se le suma un factor clave que mira todo ahorrista argentino, que es que el precio del dólar se mantiene estable. Incluso, en todo noviembre baja alrededor de 2% su cotización.
Así, por más que el plazo fijo se equipare a la inflación, sigue superando al comportamiento del dólar como inversión.
"En la historia argentina siempre la gente no se fijó en el nivel de tasas reales en pesos reales, o sea, comparada contra la inflación, sino en la comparación contra el dólar para hacer un plazo fijo. O sea, no le importa perder contra la inflación, pero sí contra el dólar", afirma un director de un banco líder a iProfesional.
Por qué economistas apuestan por el plazo fijo
En esta sintonía, los economistas consultados por iProfesional consideran que este escenario favorable para aprovechar las tasas en pesos y hacer plazo fijo se mantendrá, al menos, hasta mediados de diciembre.
"En el corto tiempo, no creo que pierda atractivo todavía el plazo fijo porque este mes, en general, se necesitan pesos. Entonces, la tasa va a estar alta y el dólar va a seguir estable. No debería haber un cambio en la situación de acá hasta fin de año, al menos, salvo que las condiciones internacionales cambien", detalla Sebastián Menescaldi, economista y director asociado Eco Go.
Es decir, sostiene que la baja de tasas se va a ver porque el BCRA liberó encajes, "pero me parece que la liberación fue menor a la demanda necesitada y no van a bajar mucho más las rentas de los plazos fijos porque se van a necesitar pesos para dar liquidez a las empresas", completa este experto a iProfesional.
Por su lado, Fernando Baer, economista jefe de la consultora Quantum, coincide: "No creo que pierda atractivo el plazo fijo, aun con las tasas bajando, la expectativa es que el tipo de cambio se mantenga estable. El clima internacional no está ayudando, pero, por fundamentos, la tasa en pesos debería seguir siendo atractiva y calculo que seguirá por encima de la inflación".
En la misma línea, Nahuel Bernues, CFA, asesor financiero y fundador de la Consultora Quaestus, concluye que "vamos a un esquema donde las rentabilidades van a ser más acotadas, producto de un riesgo más bajo en general. El plazo fijo seguirá siendo una alternativa más que válida, y el dólar se está moviendo en las bandas cambiarias con cada vez menos de volatilidad, y eso también puede alimentar el apetito por hacer tasa en pesos".
Es decir, considera que la demanda de dólares "siempre va a estar, pero al haber menor volatilidad también disminuye la necesidad de cobertura cambiaria".
De hecho, en el mercado de opciones y futuros del Matba-Rofex se está negociando un precio de dólar mayorista para fin de diciembre de $1.469, lo que implica que las operaciones realizadas contemplan que aumente 3,67% desde ahora hasta finales de año.
Mientras tanto, se mantiene la tranquilidad que dicha cotización se ubica bastante por debajo de la banda máxima de flotación establecida por el BCRA, en la que no debe intervenir con la venta de divisas, que hoy es de $1.506 y se actualiza a razón de 1% mensual.
Luces amarillas para el verano: dólar y tasas
Ahora bien, algunos economistas están alertando que el menor rango de ganancias otorgadas por el plazo fijo puede hacer caer su atractivo para los ahorristas, y que el abaratamiento del dólar puede ser también seductor para posicionarse en moneda estadounidense a la "espera" que haya una mejora competitiva en el tipo de cambio.
"La baja de tasas de los plazos fijos va a dejar la tasa mensual por debajo de las tasas de inflación mensual, haciendo que ya entremos en terreno de tasas reales negativas. Por lo que es probable que veamos alguna baja en el stock de estos depósitos", afirma Andrés Salinas, economista e investigador de la Universidad de La Matanza (Buenos Aires).
Y agrega: "Pensemos que el Central entró en un proceso en el cual comienza a dar señales para que haya más liquidez en la calle, empieza liberar ese apretón monetario que llevó a cabo hace un mes y medio. Por lo que la flexibilización de encajes y la convalidación de tasas más bajas en las licitaciones realizadas, son claro ejemplo que hace que la curva de tasas descienda un poco y queden instrumentos con tasas reales negativas".
Asimismo, indica Salinas que parte de la dolarización de carteras que se llevó a cabo antes de las elecciones, "ya comenzó a desarmarse, lo que hace que haya pesos en busca de tasas reales positivas. Por lo que la flotación del precio del dólar hace que sea más difícil pararse en moneda estadounidense sin invertir".
A ello se le suman noticias que ponen en alerta a algunos expertos y que se vinculan con la actual escasez de dólares que tiene el Gobierno, como la reciente noticia que los bancos estadounidenses no van a otorgarle el crédito por u$s20.000 millones a la Argentina, algo que puede ejercer presiones en el precio, después que pase la demanda de pesos de diciembre.
"Sí, efectivamente, luego de que se confirmó que no va a haber rescate para la Argentina, parece que el veranito cambiario se va a acabar. Tenemos reservas netas negativas por más de u$s13.000 millones, tocando máximos históricos, y se aproxima el pago de deuda internacional de enero. Evidentemente, será necesario un tipo de cambio más alto y es probable que empiece a presionar al alza el dólar estos días, por una cuestión de demanda por cobertura", afirma la economista Natalia Motyl.
Y finaliza: "Cabe remarcar que no es consistente el nivel de balanza comercial con el nivel de flujo de intereses más el saldo de cuenta capital y financiera. Inclusive, esto ocurre en un contexto de entrada de dólares por parte del sector privado, que aún no se está dando, y de endeudamiento por parte del sector público. Por eso, en una economía bimonetaria, será necesario acumular un fuerte colchón de dólares para sostener la estabilidad macroeconómica, y eso sólo es compatible con un tipo de cambio más alto".-