Golpe a las billeteras virtuales: caen rendimientos, ARCA pone la lupa en las transferencias y hay guerra con los bancos
Las billeteras virtuales se consolidaron como la herramienta financiera más disruptiva y popular de Argentina en la última década, transformando la manera en que millones de personas gestionan sus pagos, transferencias y, fundamentalmente, sus ahorros diarios. El modelo de negocio de estas plataformas, basado en la liquidez inmediata y los atractivos rendimientos por el saldo en cuenta, fue el pilar de su crecimiento masivo. Sin embargo, la ola de beneficios y facilidades parece estar encontrando su tope.
En las últimas semanas, el panorama económico y regulatorio se oscureció para las fintech, golpeadas por una convergencia de factores que impactan directamente en la rentabilidad de sus productos y en la libertad de movimiento de sus usuarios.
Se trata de tres malas noticias simultáneas que prometen reconfigurar el ecosistema digital: la caída sostenida de las tasas de interés, los nuevos y más estrictos límites de control fiscal impuestos por la Administración Federal de Recaudación y Control (ARCA) y, finalmente, la reactivación de una antigua disputa con la banca tradicional por el control del crucial negocio de las cuentas sueldo. Este triple embate no solo pone presión sobre los gigantes digitales, sino que obliga a los usuarios a recalcular su estrategia financiera.
Las billeteras digitales y la caída libre de las tasas de interés
El primer y más palpable impacto que perciben los usuarios se siente directamente en el bolsillo: el rendimiento diario de los saldos depositados en las cuentas remuneradas se desplomó. La principal ventaja de las billeteras digitales (como Mercado Pago, Naranja X o Ualá) sobre las cajas de ahorro tradicionales es que permiten obtener ganancias por la plata disponible, gracias a que se invierten ese dinero en Fondos Comunes de Inversión (FCI) de liquidez inmediata o cauciones bursátiles.
En términos reales, el rendimiento que ofrecen hoy estas herramientas es sensiblemente menor a la inflación, y esto podría forzar a los ahorristas a buscar alternativas más agresivas o a resignar parte de su ganancia por mantener la comodidad de la liquidez instantánea.
ARCA: los nuevos límites para transferencias en billeteras virtuales
El segundo gran factor de tensión proviene del frente fiscal. ARCA, con el objetivo de optimizar la trazabilidad de los movimientos financieros y combatir la evasión, determinó una actualización de los montos máximos de transferencia a partir de los cuales se dispara una alerta y se exige justificar el origen de los fondos.
Todos los usuarios de billeteras virtuales deben tener en cuenta, es el monto total que pueden transferir mensualmente sin que se activen las alarmas de ARCA. La cifra que el organismo fiscal fijó como tope máximo para las operaciones entre billeteras virtuales es de $50.000.000 para las personas físicas. En tanto, para las personas jurídicas, el límite de movimiento mensual se ajusta a $30.000.000.
Exceder estos montos máximos sin la justificación adecuada (recibos de sueldo, facturas o declaraciones juradas) puede derivar en la retención de las operaciones, requerimientos de información e incluso la baja de la cuenta.
La guerra entre los bancos vs. fintechs por las cuentas sueldo
Finalmente, el tercer pilar del conflicto es la reavivada disputa entre los bancos tradicionales y el ecosistema fintech por el pago de salarios y jubilaciones.
Actualmente, por normativa, los sueldos y haberes jubilatorios deben depositarse obligatoriamente en cuentas de entidades financieras. La discusión se recalentó con iniciativas legislativas que buscarían flexibilizar esta norma, permitiendo a los trabajadores elegir cobrar directamente en una billetera virtual. Los bancos se oponen fervientemente, argumentando que las billeteras digitales no ofrecen el mismo nivel de seguridad, solidez institucional o garantía de los depósitos que las entidades reguladas y supervisadas directamente por el BCRA.
Por su parte, la Cámara Fintech y las propias billeteras responden que el dinero de los usuarios siempre está depositado en cuentas bancarias a nombre de los FCI (por lo que es seguro) y acusan a los bancos de intentar mantener un negocio cautivo que les asegura una base de liquidez masiva y barata. El desenlace de esta "Guerra del Salario" definirá si el usuario ganará la libertad de elección total sobre dónde recibir su remuneración o si, por el contrario, los bancos lograrán sostener su privilegio de más de tres décadas sobre el flujo de fondos más importante de la economía argentina.