¿Tesla entró en modo burbuja?: el informe secreto de Morgan Stanley que desató pánico en Wall Street
Tesla volvió a quedar en el centro del huracán. Un reporte de Morgan Stanley, hasta ahora uno de los bancos más optimistas con la compañía, encendió todas las alarmas del mercado al rebajar su calificación y advertir que la acción se encuentra en una zona peligrosamente elevada. La decisión tuvo un impacto inmediato: inversores institucionales comenzaron a recalibrar posiciones y el debate por la "valuación real" de Tesla regresó con una fuerza inesperada.
El informe cayó en un momento clave. Con la acción superando los u$s 450, Morgan Stanley sostiene que el mercado está pagando hoy por éxitos que aún no ocurrieron, descontando un futuro perfecto que difícilmente se materialice en los tiempos que Tesla promete. Aunque el banco ajustó levemente su precio objetivo, continúa ubicándose por debajo del valor actual, señal de que la acción estaría "más cara de lo que la realidad justifica".
Lo que volvió viral al documento es su advertencia sobre lo que viene: un "entorno de negociación agitado", en el que Tesla podría experimentar meses de movimientos erráticos, saltos bruscos y correcciones profundas cada vez que las promesas tecnológicas tarden más de lo esperado en transformarse en resultados reales.
Para muchos analistas del sector, este es el golpe más fuerte que Tesla recibe desde el boom de la Inteligencia Artificial. Y lo más preocupante no es la advertencia en sí, sino quién la emite.
Por qué Morgan Stanley ve una acción "preciada para la perfección"
El corazón del problema, según el banco, es que Tesla está cotizando bajo un supuesto de perfección absoluta. El precio actual no solo contempla que la compañía mantendrá su liderazgo en autos eléctricos, sino también que dominará el software autónomo, logrará escalar el robot humanoide Optimus y conquistará mercados aún inexistentes.
Morgan Stanley advierte que Tesla hoy vale como si todos esos proyectos hubieran sido aprobados, integrados y monetizados… cuando, en realidad, todavía dependen de regulaciones inciertas, competencia feroz y plazos de desarrollo que suelen extenderse mucho más de lo esperado.
Otro punto crítico es la brecha entre la narrativa de IA que impulsa la acción y el desempeño del negocio tradicional. El grueso del flujo de caja sigue viniendo de vender autos, y ese segmento enfrenta una presión creciente de rivales chinos como BYD, capaces de competir por precio sin resignar volumen. Si las ventas se enfrían, la base que sostiene los proyectos futuristas se tambalea.
Morgan Stanley también alerta sobre la falta de amortiguación ante cualquier mala noticia. Cuando una acción se paga tan cara, incluso un retraso menor —un recall, un tropiezo regulatorio o un mal trimestre en China— puede desencadenar correcciones desproporcionadas. Para el banco, Tesla agotó prácticamente todas sus "sorpresas positivas", dejando un amplio margen para golpes negativos.
El escenario que aterra a los inversores: Tesla a u$s 145
Si el entusiasmo por Tesla está basado en expectativas, el escenario bajista del informe muestra lo que ocurriría si esas expectativas fallan. En ese caso, Morgan Stanley estima que la acción podría caer hasta u$s 145, un desplome cercano al 70%, borrando cientos de miles de millones en valuación.
Ese escenario contempla una competencia acelerada de las marcas chinas, una guerra de precios que daña márgenes a nivel global y un ritmo de adopción del software FSD mucho más lento del que el mercado anticipa. También incluye la posibilidad de que las autoridades de Estados Unidos y Europa impongan frenos regulatorios al despliegue de Robotaxi tras cualquier incidente que genere presión mediática.
La pieza más delicada del dominó es el proyecto Optimus. Tesla promete que su robot humanoide será un producto masivo capaz de transformar la productividad laboral. Pero Morgan Stanley advierte que, si en los próximos dos años no surgen aplicaciones comerciales concretas, el mercado podría dejar de asignarle valor, causando un ajuste brutal en la valuación total.
Ninguno de estos riesgos es nuevo, pero el informe los pone en una secuencia que, combinada, podría derivar en uno de los mayores retrocesos de un líder tecnológico en décadas.
Un mercado dividido: Tesla entre la Apple del futuro o la burbuja del presente
Aunque la revisión de Morgan Stanley fue el disparador, en Wall Street el debate está lejos de ser unánime. Bank of America ya venía alertando que gran parte del rally de Tesla se debe a euforia por la inteligencia artificial y no a fundamentos financieros. En algunas métricas, la acción llegó a cotizar a múltiplos de tres cifras, niveles de burbuja incluso para Silicon Valley.
JP Morgan, tradicionalmente más escéptico, sostiene hace tiempo que Tesla vive desconectada de sus números reales y que el fanatismo minorista ha amplificado su volatilidad. Para ellos, el precio refleja más fe en Elon Musk que resultados tangibles.
El mercado, así, quedó partido al medio. De un lado, quienes creen que Tesla está construyendo la infraestructura tecnológica que dominará la movilidad de los próximos 50 años. Del otro, quienes sostienen que su valuación es insostenible y que el mercado está repitiendo patrones similares a la burbuja puntocom.
La única certeza es que Tesla entra en 2026 en un terreno altamente sensible donde los datos —y no las promesas— serán los que muevan la acción.
Cómo invertir desde Argentina sin quedar expuesto al vértigo: el rol del CEDEAR
Para el inversor argentino que quiere tener exposición a Tesla sin abrir cuenta en el exterior, la herramienta clave es el CEDEAR TSLA, que replica el precio de la acción en Wall Street y se ajusta por el dólar CCL, lo que funciona como cobertura cambiaria automática.
El CEDEAR permite entrar con pesos, evitar comisiones internacionales y participar de uno de los activos más seguidos del mundo. Pero también implica aceptar su volatilidad. Si Tesla atraviesa la montaña rusa que Morgan Stanley anticipa, el inversor local lo sentirá en su cartera en pesos y en dólares implícitos.
La operatoria es sencilla: abrir una cuenta comitente, transferir fondos, buscar el ticker TSLA y operar. Es clave verificar el ratio de conversión, que define cuántos CEDEARs equivalen a una acción real, especialmente después de los splits de Tesla.
La estrategia recomendada por los asesores es clara: no concentrar demasiado capital en Tesla, usarla como una parte minoritaria y complementarla con activos más estables. Si la corrección se profundiza, quienes tengan paciencia y liquidez podrían aprovechar oportunidades de compra, pero siempre en el marco de un portafolio diversificado.