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Tasa pactada con Chávez sólo blanquea la situación del mercado local

La decisión fue un ingrediente más para un escenario que cada dí­a que pasa se convierte en más complejo y cuya resolución implicará mayores sacrificios
13/08/2008 - 14:24hs
Tasa pactada con Chávez sólo blanquea la situación del mercado local

La operación de venta de bonos pactada entre el Gobierno argentino y su par de Venezuela constituyó para muchos analistas un grave de error de polí­tica económica, tanto por la tasa abonada, que equivale a la de un paí­s en default, como por su oportunidad, ya que a primera vista no existí­a una necesidad puntual para concretarla.

Esta decisión fue un ingrediente más para un escenario que cada dí­a que pasa se va convirtiendo en más complejo y cuya resolución implicará mayores sacrificios en la medida que se dilate en el tiempo.

Del paquete fiscal cerrado a la recompra de deuda
Según consigna el último informe de M&S Consultores, "a principios de julio el Gobierno anunció a través de la Secretarí­a de Finanzas que el financiamiento de este año estaba garantizado sin depender del mercado internacional ni del interno. Pero antes de terminar julio el Gobierno le colocó Boden 2015 a Venezuela por un valor nominal de u$s1.462 M, o sea u$S 1.000 M netos, pagando 15% anual, un costo que equivale casi al de un paí­s en default.

"La compra por Chávez de bonos del Gobierno argentino con un interés del 15% fue un dato contundente. Mostró que el Gobierno argentino carece de fuentes de crédito en condiciones razonables. Esta evidencia se correlaciona con el derrumbe de la cotización de los bonos argentinos y el aumento del riesgo-paí­s", explicó Manuel Solanet en su Carta Semanal.

¿Qué pasó para que la situación cambiara aparentemente tanto? En realidad nada. En aquel momento, como ahora, el financiamiento de la caja fiscal de 2008 todaví­a estaba por cerrarse y si Argentina querí­a colocar deuda era previsible que su costo no fuera a bajar del 15% anual.

Es por ello que el anuncio de recompra de tí­tulos públicos, que fue una medida acertada, sólo remedió una mí­nima parte del problema, por lo que es muy probable que sus resultados sólo sean positivos en el corto plazo.

Finsoport expresó que "esta recompra es sólo un paliativo. Es una aspirina, cuando acá el problema es que tenemos una infección que se debe tratar con antibióticos".

"Los operadores tienen bien claro que el Gobierno con esto busca ganar tiempo y tratar de frenar las expectativas negativas", indicaron desde la consultora.

En definitiva, comentó Agustí­n Cramo, "con esta medida sólo se busca un paliativo y no la solución a los problemas que aquejan a la economí­a argentina".

Un dato interesante es que, según trascendidos, utilizará una masa de fondos equivalente a los de la operación con Venezuela, por lo que cada vez es menos claro el porqué se tomaron dichos fondos. 

Para Sabrina Corujo, analista de Portfolio Personal, "la cuestión fundamental es que esta intervención sólo sirve para ponerle un piso el mercado de bonos, pero no pasa de esto. Además, sólo oficializa lo que ha venido haciendo en las últimas semanas a través de la banca oficial".

Otras fuentes consultadas por infobaeprofesional.com, que prefirieron mantener el anonimato expresaron que "la medida atacó los efectos pero no las causas del problema, que tienen que ver con la desconfianza de los mercados en el futuro de la economí­a y sobre la real capacidad que tiene el Gobierno para honrar los compromisos asumidos".

La desconfianza tiene su fundamento, ya que ante el cierre de los mercados internacionales, las autoridades deben recurrir casi exclusivamente al superávit fiscal primario para cubrir vencimientos que en condiciones normales podrí­an renovarse con colocaciones en el mercado voluntario local.

"Entre los inversores empieza a ponerse en el tapete lo peligroso de lo que es la caja (financiamiento) del año que viene y las señales de desaceleración de la economí­a", dijo Guillermo Curutchet, analista de Sudamericana de Finanzas.

En el fondo, el problema pasa por la forma en la que se encararán los vencimientos de los próximos años con los mercados externos virtualmente cerrados para el paí­s.

El monto a cubrir para lo que resta del año, equivalente a u$s6.100 millones, será cubierto con excedentes financieros internos y, en parte, con asistencia venezolana a tasas exorbitantes. Pero para el año próximo se duplica, ya que asciende a u$s11.800 millones y para 2010 y 2011 se ubica entre u$s10.500 y u$s11.300 millones.

Para cualquier economí­a que esté en condiciones de ingresar a los mercados de créditos estas cifras se pueden financiar cómodamente, recurriendo incluso a la asistencia de alguno de los organismos multilaterales de crédito, pero no es esa precisamente la situación de la Argentina. Y esta, junto con las otras cuestiones que están permanentemente sen discusión, lo que aumenta la incertidumbre respecto del mediano plazo.

El dilema del Gobierno: fondos propios o convalidar la tasa
El informe de la consultora dirigida por Carlos Melconian explica que para el segundo semestre el Tesoro todaví­a necesitaba conseguir unos u$s3.400 M que se podí­an obtener colocando deuda, presumiblemente al 15% o recurrir a los fondos que contabiliza el sector público en distintas reparticiones.

"En definitiva, de los $23.000 M existentes en las cuentas, el Tesoro podí­a usar para la caja menos de $8.000 M (u$s2.500 M), por lo que quedaban por financiar casi u$s 1.000 M". En esas circunstancias se colocaron los u$s1.000 a Venezuela.

¿Cómo se llega a la tasa del 15%?
Hasta los dí­as previos a la crisis subprime, nuestro paí­s se financiaba en el mercado local a mediano plazo a una tasa de interés que rondaba el 8% en dólares, esto es con un "riesgo paí­s" entre 300 y 400 puntos básicos.

A fines del 2007 los bonos argentinos en dólares pagaban tasas que iban del 8,33% en el caso del Par Legislación EE.UU. y un máximo del 11,31% para los Bonar X. Con la última información disponible, las tasas se dispararon en forma explosiva, salvo para los bonos que son operados por el propio gobierno, como los Disc o los Par. Así­, los Boden 2015, que son los que compra Venezuela tienen una tasa del 17,9% y los Bonar X el 15,27 por ciento.

Es decir que en apenas ocho meses, las tasas crecieron entre 400 y 700 puntos básicos.

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"La crisis subprime marcó el comienzo de un perí­odo turbulento para los mercados financieros mundiales pero no necesariamente para los paí­ses emergentes. No fue el gatillo de la crisis financiera local. Mientras la sobretasa de los emergentes pasó de 140 bps a 180 bps, la de Argentina se fue de 300 a 700", agrega el informe.

Junto con el conflicto con el campo los bonos en dólares de mediano plazo pasaron a rendir entre 12 y 13% entre marzo y mayo. De esta manera el mercado fue descontando la imposibilidad de Argentina de conseguir financiamiento en el mercado locales por mucho mucho tiempo más.

El informe añade que "la crisis no pasó a mayores porque el Banco Central se ocupó de darle alguna certidumbre a los mercados financieros vendiendo dólares spot y futuro, comprando bonos públicos y tratando de inyectar la mayor liquidez posible para que no se desboquen las tasas de interés".

Pero en ese contexto vino el primer "blanqueo" de la situación financiera, cuando el 19 de mayo por un bono en dólares a siete años de plazo (Boden 2015) se le pagó a Venezuela un costo de 13% anual, que le puso un piso al costo financiero argentino.

Luego de esta colocación los precios de los bonos bajaron un poco más y rendimiento de los bonos que compra Chavez quedó más cerca de 14% que del 13% de la colocación de mayo.

Por eso la tasa que arrojó la última colocación a Venezuela no debe sorprender. "Es un segundo "blanqueo" de las condiciones de los mercados financieros locales que ya prevalecí­an con anterioridad a la licitación. También es un nuevo piso. Hoy el mismo bono tiene un rendimiento mayor el 17% ya que al "blanqueo" de Venezuela se le sumó el derrumbe del precio de la soja", comenta el informe.

La recompra de la deuda
El blanqueo del riesgo argentino disparó otra mini crisis financiera que fue la que llevó al Gobierno anunciar una recompra de deuda pública. Agustí­n Cramo, experto en mercados internacionales, comentó que "las intervenciones en el mercado de tí­tulos de deuda no son una novedad, ni aquí­ ni en ningún lugar del mundo".

Y agrega que en los últimos meses el Banco Central compró unos u$s2.000 M en tí­tulos públicos. "Lo hizo después que los precios se derrumbaran más del 25% en los meses previos, y no le fue mal. En algunos casos los precios treparon hasta casi los niveles anteriores a la crisis", agregó Cramo.

"La intervención puede servir para capear la crisis pero solo señales positivas concretas pueden mejorar las condiciones financieras para Argentina. Esto es fundamental de cara a 2009 cuando habrá que financiar u$s 9.000 M, o sea el doble que este año. Solo con el superávit fiscal y Venezuela no va a alcanzar", concluye el informe de Carlos Melconian.

Rubén Ramallo
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