La crisis subprime pasó de ser un simple virus a una infección global
La abrupta rebaja de las tasas de interés en la era Greenspan fue el caldo de cultivo de un ciclo que hoy también afecta a los países emergentes
21/08/2008 - 14:30hs
Hace un año, cuando estalló la crisis de crédito actual, el gran debate era si el virus se iba a quedar controlado en el sistema financiero o se iba a propagar por la economía mundial.
Según consigna elEconomista.com, hoy el mercado no lo duda: descuenta un freno económico severo, que ya ha golpeado con fiereza los precios de las materias primas y, por lo tanto, a los países que mejor habían aguantado, los grandes productores de las mismas, como Brasil o Rusia, entre otros. Así ha ido infectando al mundo entero este peligroso virus.
- Inicio del brote: Los impagos de hipotecas se disparan entre las familias con menos recursos. Las bajas tasas de interés habían creado una especie de paraíso del endeudamiento entre ciudadanos y banca.
Los primeros pedían cuantos créditos imaginaban, los segundos se los concedían frotándose las manos por las comisiones. La avaricia hizo que se concedieran incluso hipotecas con las que no hacía falta presentar ningún documento para que el banco prestara el dinero para comprar una casa, llamadas nodoc.
Sin embargo, al elevar la Reserva Federal las tasas hasta el 5,25%, tras 17 subidas de cuarto de punto, muchos se dieron cuenta de que no podían seguir pagando.
En el sector de hipotecas basura, las de peor calidad, la tasa de impagos se disparó en verano de 2007 hasta casi el 14%.
- Contagios iniciales: Fiebres altas en los 'hedge funds', fondos y bancos de inversión. Para cuando estalló la crisis, el germen del virus ya estaba en el cuerpo de los inversores sofisticados, como hedge funds y bancos de inversión, aunque aún no se había manifestado.
í‰stos habían comprado a los bancos unos paquetes que habían creado con deudas de mayor y menor calidad. Así, los impagos de los malos (subprime) se compensarían con la solvencia de los buenos.
Pero al conocerse el brusco aumento de los impagos y la caída del precio de las casas, se enciende la alarma sobre cualquier activo subprime. Como consecuencia, nadie los quiere y su precio se desploma. Y, al hundirse, quiebran algunos fondos que invertían en ellos, como dos hedge funds de Bear Stearns. Muchos otros, como el Goldman Sachs Alpha, pierden casi un 25% en un sólo mes.
- La infección se extiende a la banca occidental: el virus salta a la banca tradicional por dos vías. Por un lado, muchas de estas entidades invertían directamente en productos que tenían dentro subprime, con lo que también sufren las pérdidas. Otras tantas les prestaban dinero a los hedge funds para que lo hicieran. Así, se tambalean entidades como los bancos alemanes IKB, Sachsen LB y WestLB.
Por otro lado, la falta de claridad sobre qué bancos tienen estos activos en cartera provoca que no se presten dinero entre ellos. Y si no lo hacen, tampoco pueden prestarlo a sus clientes, con lo que se ven obligados a restringir el grifo de los créditos y a casi cerrar una de sus principales fuentes de ingresos.
Esto provoca la caída de entidades como la británica Northern Rock. Cualquier banco es vulnerable a una retirada de dinero masiva, como Bear Stearns, rescatado luego por JPMorgan y la Fed.
- Punto de inflexión: El virus se propaga hasta el ciudadano. Esas tensiones entre los bancos provocan que el precio al que se prestan el dinero entre sí aumente y, por lo tanto, lo haga también el euribor, índice al que está referenciada la mayoría de hipotecas. Las cuotas mensuales se encarecen, al mismo tiempo que se cierra el acceso a nuevos créditos, tanto a los ciudadanos con menos recursos como a las empresas.
Esto acelera el enfriamiento del mercado inmobiliario -si no se pueden financiar las compras es imposible acceder a una casa por los altos precios- y provoca una fuerte caída del consumo, que lleva asociada un brusco aumento del desempleo.
La crisis ya está en la calle, en las conversaciones de los bares, afecta a las inmobiliarias, tanto en EE.UU. como en España y el Reino Unido... Y las bolsas caen, lo que ayuda a mermar el efecto riqueza.
- La enfermedad se globaliza, las materias primas caen y los emergentes que habían resistido acaban infectados. Durante los primeros meses de la crisis, muchos albergan la esperanza de que se quede en los países occidentales y de que la pujanza de los emergentes como China o India, junto con los estímulos de los bancos centrales, los ayude a salir del agujero.
Pero la caída del consumo en Europa y EE.UU. los daña y la burbuja de las materias primas se pincha. Y con ella la pujanza de países como Brasil, que venían resistiendo. Su bolsa ha caído un 30% en un mes. Igual que Rusia.