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El default de Ecuador suma incertidumbre a la región y complica a la Argentina

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, declaró el default de parte de la deuda. ¿Cuál es el impacto que puede tener la medida a nivel local?
16/12/2008 - 12:29hs
El default de Ecuador suma incertidumbre a la región y complica a la Argentina

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, declaró el viernes el default de los bonos Global con vencimiento en 2012, 2015 y 2030, alegando ilegalidades en su contratación o renegociación a finales de los 90.

Correa anunció la decisión tras suspender el pago de u$s30,6 millones en intereses de los Global 12 que vencí­an el lunes pero, conforme los contratos, los recursos debí­an transferirse el viernes. Los Global equivalen al 39% del total de la deuda pública ecuatoriana, que en octubre se situó en u$s9.937 millones (representan el 19% del Producto Bruto Interno).

Con la moratoria, Ecuador busca sentarse a la mesa de negociación con sus acreedores para reestructurar buena parte de una deuda externa que, junto con otros préstamos que por ahora se siguen cancelando, suma unos u$s10.000 millones.

La decisión vuelve a poner a una nación latinoamericana en cesación de pagos desde que la Argentina incumplió sus obligaciones, a comienzos de 2002. Correa también anunció que prepara una propuesta de reestructuración, en la que se reconocerá parte de los pasivos, pero a un precio "mucho menor".

Más allá de la legitimidad de la deuda en cuestión, la situación económico-financiera de Ecuador es endeble. Y las similitudes con la Argentina de los noventa son evidentes y ello da lugar a todo tipo de especulaciones.

¿Cómo puede impactar en la Argentina?
La que hasta hace muy poco tiempo parecí­a una región blindada a la crisis financiera global, en particular según la teorí­a del "desacople" parece entrar en zona de máximo peligro.

La primera señal fue el hundimiento del precio del petróleo y de las commodities alimenticias, luego el desplome de los bonos y de las acciones y ahora el impacto del default de Ecuador.

Dada la historia poco favorable de la Argentina en cuanto al cumplimiento de sus obligaciones con acreedores externos, la decisión del presidente Correa puede agregrar aún más ruido a la precaria situación por la que atraviesa la economí­a artentina.

Gabriel Torres, analista de riesgo de la calificadora Moody’s Latin América, en diálogo con iProfesional.com explicó: "Desde nuestra visión, no deberí­a haber problemas para que Argentina afronte sus deudas".

"Antes del traspaso de las AFJP al Estado habí­amos estimado que la Argentina necesitarí­a disponer de 3,1% de su PBI para financiarse. Al tomar esta medida, el Gobierno va a tener más posibilidades, porque tiene más entrada de dinero y, por otra parte, porque la deuda pasa a ser intergubernemental", dijo.

Según Torres, "a pesar de eso, el paí­s tiene poco margen de maniobra fiscal - algo que ya se conoce - y las situaciones que resultan más perjudiciales son, en principio que todaví­a se encuentra en default".

De acuerdo con el analista de Moody’s Latin América, "también existen problemas de mercado, y finalmente debe mencionarse la incertidumbre que crean las acciones del Gobierno. Como aspecto positivo puede decirse que cuenta con estos nuevos fondos del sistema de jubilaciones, lo negativo está dado por la crisis mundial que ya empieza a afectar a América Latina, en el clima de desconfianza y la caí­da del precio de las commodities".

"En lo que respecta a Ecuador, se ha tomado una decisión polí­tica, porque tiene los fondos para pagarlo, pero ha decidido no hacerlo. Al respecto, es posible hablar del riesgo contagio en otros paí­ses que puedan avanzar en esa misma lí­nea", enfatizó.

Asimismo, Torres manifestó que "en ese sentido, aquellos que se mencionan como los más vulnerables son Venezuela, Bolivia y la Argentina. En el primer caso, durante la primera gestión de Chávez, han pagado a pesar del bajo precio del petróleo en su momento. Bolivia, en tanto, tiene deudas con multilaterales a tasas más bajas, y también ha tenido importantes quitas de deuda".

En su opinión, "la Argentina, puntualmente, de las tres mencionadas es la que más chances tiene, no por no disponer de los fondos para hacer frente a las obligaciones, sino por la incertidumbre que generan las acciones de Gobierno. A pesar de eso, estimamos que ninguno de los paí­ses tomará este rumbo ya que traerí­a consecuencias polí­ticas".

En tanto, Agustí­n Cramo, analista de mercados internacionales considera que "la visión del mundo sobre América Latina es muy clara. Por un lado están Brasil, Perú, Chile y Uruguay y por otro el bloque que conforman Argentina, Ecuador, Bolivia y Venezuela. No es casual que la consecuencia inmediata para la Argentina fue un derrumbe superior al 7% en los tí­tulos públicos como el caso del Boden 12".

Los especialistas creen que en el corto plazo, las presiones de venta de los fondos del exterior con respecto a estos tres paí­ses pueden traer como consecuencia más caí­das. En el caso argentino, seguramente se cortará la recuperación que traí­an los tí­tulos en las últimas semanas.

Rodrigo Conde, asesor financiero de InvertirOnLine.com, explicó: "La situación de Argentina y Ecuador es distinta, ya que lo primero que hay que tener en cuenta con respecto al año que viene, es que se trata de un año electoral, y la entrada en default serí­a un medida impopular que seguramente se querrá evitar".

"Por otra parte, los fondos que ahora maneja el estado provenientes de las AFJP hacen pensar que estamos lejos de la situación de Ecuador. Esto se debe a que los pagos de deuda y gastos que tendrá el Gobierno pueden ser afrontados con estos fondos, a los que deben sumarse los que seguirá recibiendo", señaló Conde.

"Por eso, la forma en que impacta la entrada en default de Ecuador es por el efecto contagio que se produce: se dispararon los "credit default swaps", si bien puede ser considerado un temor infundado".

"En este contexto, la decisión del gobierno ecuatoriano es una pésima noticia para nuestro paí­s, que no sólo tiene efecto inmediato sino también posterior, es decir, cuando se supere la crisis.

"Durante las crisis, todos los paí­ses son castigados y muchos gobiernos pueden alegar 'estar en la misma bolsa', pero una vez que se superan, las fichas se van a colocar en el primer grupo de paí­ses", agregó Cramo.

Y apuntò: "Cuando el mundo reflote, estos paí­ses estarán en serios problemas y les va a costar mucho reinsertarse en los mercados. Hay que tener en cuenta que Argentina tuvo la oportunidad de llegar a un acuerdo con el FMI hace apenas un par de semanas pero lo descartó por no aceptar su auditorí­a. Esto se paga. El FMI presta al 2% y Chavez hoy no bajarí­a del 35 por ciento".

Para concluir, Cramo señaló que "es una pésima noticia para la región y para los paí­ses que se acercan al pensamiento de Correa. No por nada el CDS (credit default swap) de Ecuador se ubica en los 4.330 puntos y el de la Argentina en 3.920. Sólo hay que comparar estos valores con los de Brasil, México y Perú y ya se tiene la pauta de lo que viene".

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Otras miradas, el mismo diagnóstico
Analistas e inversores internacionales siguen sosteniendo que la Argentina es más vulnerable frente a la crisis que Ecuador - que acaba de entrar en Default - y Venezuela.

Credit Suisse y Fitch Ratings comparten el pronóstico pues consideran que la Argentina será la que padecerá la contracción más severa, pues crecerá por debajo del 2 por ciento, debido al derrumbe de las commodities producto de la recesión global.

Para Goldman Sachs, sin embargo, la amenaza del default puede alejarse si el Gobierno ejercita la "disciplina fiscal", pero otros bancos no están tan seguros. Entre ellos, UBS y Merril Lynch.

El primero expuso que "las preocupaciones sobre la capacidad de pago pueden haberse incrementado" con el anuncio de que se destinarán miles de millones de pesos para alentar el consumo en vez de apartarlos para honrar sus obligaciones".

¿Por qué Ecuador entró en default?
Aunque las obligaciones financieras apenas rondan el 39 por ciento de su PBI, la caí­da en el precio del crudo, sumado a la desaceleración económica por la crisis mundial, pueden poner en aprietos la capacidad de pago del paí­s, que es el miembro más pequeño de la OPEP.

Ecuador adoptó la dolarización de su economí­a en 2000. La promocionó el propio ex ministro Domingo Cavallo. Pero en los últimos tiempos el paí­s andino se topó con un laberinto de polí­tica económica. Las razones:

  • Su moneda, el dólar, se convirtió súbitamente en la menos competitiva del mundo.

  • El petróleo (principal exportación del paí­s) se desplomó en los mercados mundiales.

  • Sin chances de devaluación del tipo de cambio, la única manera de recuperar competitividad fue un doloroso ajuste interno que oriento el armazón económico hacia la deflación y recesión.

En 2009 se estima que Ecuador tendrá un déficit fiscal de u$s 3.000 millones. Precisamente tal déficit fiscal, apreciación cambiaria, tipo de cambio fijo, dolarización, desempleo y recesión son todas las palabras que aun resuenen en el inconciente colectivo de los argentinos.

Y ahora hasta le agregan dos similitudes más: default y canje de deuda. Las repercusiones, llegaron el mismo lunes tanto de los mercados como de los sectores polí­ticos internos y externos, que ven en esta decisión la posibilidad que desate un efecto cascada, en paí­ses vecinos.

"Yo di la orden que no se paguen los intereses, así­ que el paí­s está en default de su deuda externa", aseguró Correa desde Guayaquil, cumpliendo de esa manera con las expectativas de muchos analistas de acuerdo con las advertencias del Gobierno. 

El jefe de Estado anunció además que esa deuda, de más de u$s3.300 millones de los u$s9.927 millones al que asciende el rojo ecuatoriano, "será reprogramada" y el resto pagada, "porque según la auditorí­a esa otra parte de la deuda es legí­tima".

Ahora se espera que las calificadoras de inversión vuelvan a bajar la nota, como lo hicieron dí­as pasados.

"También es posible que los tí­tulos latinoamericanos se derrumben por esta decisión y que Rafael Correa esté pensando en salir, más temprano que tarde, de la dolarización", explicó la analista Marí­a Teresa Escobar. Esta afirmación se cumplió al menos para los bonos argentinos.

¿Adiós a la dolarización?
Marco López, ex miembro del Directorio del Banco Central, considera que la polí­tica económica del Gobierno va hacia la desdolarización. Para él, hay una lí­nea muy clara: primero es el default de la deuda; segundo, generar las leyes para atraer a los capitales o penalizar a los que están afuera y encerrarlos.

Una vez que estén encerrados en el paí­s, se puede tomar el paso de la desdolarización, porque mientras no se les cierren todas las puertas (a los capitales) para que no huyan, no se puede desdolarizar.


Rubén Ramallo - Paola Quain
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