Los fusiles Kalashnikov, a un tiro de quedar fuera de combate

El fusil Kalashnikov podrí­a tener los dí­as contados tras más de medio siglo de vida que lo han catapultado a la fama en todo el mundo y lo han hecho el arma preferida de dictadores, mafiosos y revolucionarios.

Izhmash, la empresa que fabrica el popular fusil de asalto AK-47, inventado por Mijaí­l Kalashnivov, se enfrenta a la quiebra después de que el lunes un acreedor presentara el caso ante un tribunal ruso.

Según explica el portal Cotizalia.com, la crisis económica ha sido la gota que ha colmado el vaso, pero Izhmash llevaba tiempo sufriendo pérdidas y asfixiado por las deudas debido a que cada vez se vendí­an más falsificaciones del popular fusil, lo que ha desembocado en que su principal fábrica haya permanecido cerrada durante buena parte de 2009.

Su fama ha sido su ruina y es que, según algunas estimaciones, se venden diez imitaciones fabricadas en paí­ses como China, Bulgaria o Polonia, por cada fusil auténtico.

"Tienen este problema desde hace, al menos, cinco años", asegura Larry Kahaner, periodista estadounidense citado por The Globe and Mail y autor de El AK-47: El arma que cambió la guerra. Según Kahaner, "se encuentran en esta situación porque es tan fácil hacerlo, que cualquiera puede fabricarlo". El inventor del AK-47 se quejó ya en 2007 por las falsificaciones: "Sólo usan la marca, no es justo".

No sólo es fácil de fabricar. El Kalashnikov, que comenzó a venderse en 1947, se popularizó porque era más fácil de usar y más duradero que otras armas: "Es sencillo, es barato y es indestructible", asegura Kahaner.

Los problemas a los que se enfrenta Izhmash contrastan con los resultados de fabricantes de armas como Sturm Ruger o Smith & Wesson, cuyas ventas y beneficios se han disparado este año gracias a productos exclusivos y al mercado estadounidense, donde se han disparado las ventas de armas ante el temor de que el nuevo presidente Barack Obmana, endureciera la legislación.

Sin embargo, el mercado internacional de armas ha sufrido la crisis, ya que muchos gobiernos han optado por reducir el gasto militar para afrontar la recesión.