• 16/12/2025
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Qué es la tasa Tobin y por qué la apoyan los paí­ses europeos

La UE declaró este viernes en Bruselas su apoyo a un impuesto sobre las transacciones financieras internacionales. De qué se trata
12/12/2009 - 14:45hs
Qué es la tasa Tobin y por qué la apoyan los paí­ses europeos

La Unión Europea (UE) declaró este viernes su apoyo a un impuesto sobre las transacciones financieras internacionales (conocido como tasa Tobin) para sufragar el costo de crisis bancarias como la actual.

Llamado tasa Tobin por el premio Nobel de economí­a James Tobin, que la propuso en 1972, consiste, en realidad, en un impuesto del tipo oscilante entre el 0,1% (uno por mil) y el 0,5% (cinco por mil) sobre las transacciones financieras realizadas, a corto plazo, en los mercados internacionales de divisas, al objeto de frenar la especulación en los mercados de capitales, evitando los efectos devastadores que una retirada masiva de capital podrí­a provocar en la divisa de un cierto paí­s y, como consecuencia directa, en su economí­a.

Debate en Bruselas
Los 27 lí­deres europeos, reunidos en Bruselas jueves y viernes para celebrar su cumbre de invierno, enmarcan la iniciativa en la necesidad de sellar "un nuevo contrato social" entre la banca y la opinión pública, consigna el diario español Cinco Dí­as.

Para lograr esa reconciliación entre la industria financiera y los contribuyentes, Francia y Reino Unido anunciaron impuestos de hasta el 50% sobre las primas multimillonarias del sector, algo acogido de buen grado por el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet.

En tanto, el presidente español, José Luis Rodrí­guez Zapatero, considera que el proyecto de ley de Economí­a Sostenible ya consigue ese mismo objetivo.

Según Cinco Dí­as, la UE animó al Fondo Monetario Internacional (FMI) a estudiar la creación de "tasas de seguros, fondos de resolución, acuerdos de capital contingente y una tasa mundial sobre transacciones financieras".

La propuesta supone un éxito para la canciller alemana, Angela Merkel, que ya en 2007, antes de que comenzase la crisis, impulsó sin éxito una regulación internacional de los fondos especulativos. Y que desde hace meses, defiende la imposición de gravámenes al sector para sufragar futuras crisis, destaca un artí­culo publicado por el matutino.

El acuerdo hubiera sido inconcebible hace sólo un año, cuando la llamada tasa Tobin era prácticamente un asunto tabú en Bruselas. Pero la caí­da de Lehman Brothers y el vendaval financiero posterior ha obligado a los lí­deres más liberales a reconsiderar su oposición.

Incluso el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, señaló este viernes al término de la cumbre comunitaria que "la idea ha ganado apoyos porque hemos visto lo que ha pasado con el sector financiero, los problemas que ha creado para toda le economí­a y los costes que ha tenido que pagar el contribuyente".

La Comisión y, en particular, el comisario de Economí­a, Joaquí­n Almunia, consideraban hasta hace unos dí­as que la creación de una tasa Tobin era "una idea bonita, pero extremadamente difí­cil de convertirla en viable".

La dificultad continúa porque el acuerdo alcanzado en Bruselas ni siquiera apunta cómo, cuándo o a qué tipo de operaciones se aplicarí­a el impuesto. Y supedita su entrada en vigor a un acuerdo internacional que, al menos por ahora, Estados Unidos no aceptarí­a.

Aún así­, destaca Cinco Dí­as, el apoyo comunitario revitaliza un proyecto que se abandonó tan pronto como lo formuló Tobin. Y que según cálculos de la Comisión Europea, podrí­a generar una recaudación de u$s287.000 millones en todo el planeta con un gravamen del 0,01%.

Los paí­ses más beneficiados en Europa, según esos mismos cálculos, serí­an Reino Unido y Alemania.

El objetivo de la UE, sin embargo, tiene poco que ver con la idea de Tobin, que pretendí­a frenar la volatilidad de los mercados. Ni con la defensa de ese mecanismo por parte de las ONG, que pretendí­an destinar los ingresos a ayudas al desarrollo.

Si la reencarnación de Tobin de 2009 sale adelante, los fondos se destinarí­an a sufragar el rescate de entidades bancarias en el futuro, una factura que desde 2007 ha supuesto cientos de miles de millones de euros a las arcas públicas, concluye Cinco Dí­as.