• 19/12/2025
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En medio de apuestas entre dólar, plazo fijo o alquiler un "tapado" barrió con todos

En la carrera por ganar el interés del ahorrista, un jugador de bajo perfil le dio una alegrí­a del 40% ¿Aún se está a tiempo de apostar? Ver video
28/12/2009 - 10:14hs
En medio de apuestas entre dólar, plazo fijo o alquiler un "tapado" barrió con todos

El año 2009 será recordado como un perí­odo de fuertes contrastes, que se reflejaron en las rentabilidades obtenidas por los inversores a lo largo del perí­odo.

El pequeño inversor concentró su atención en la evolución del dólar, los plazos fijos, el oro y, en algunos casos, del euro.

En parte esto es así­ porque muchos de ellos no fueron partí­cipes de la fiesta de los bonos. Sienten que apostar a los tí­tulos públicos resulta una opción más compleja, que requiere de un mayor conocimiento, y quizá esté fuera de su alcance.

Y la carrera por ganar la preferencia de los ahorristas encontró en las elecciones de mitad de año un punto de inflexión, que modificó significativamente las posiciones relativas entre las ganancias ofrecidas por unos y por otros.

El oro picó en punta (12,5%) en el primer trimestre, mientras que el dólar (7,8%) se debilitaba en el mundo y, a nivel local, el Banco Central intentaba domarlo ante la fuerte fuga de capitales. El plazo fijo, muy rezagado, apenas daba un magro 3,3 por ciento.

El euro dio el batacazo en el segundo trimestre (9,1%), por su fuerte despegue frente a la divisa estadounidense. En ese momento, el oro se tomó un respiro mientras que las tasas de los plazos fijos seguí­an la contienda muy de lejos.

Es así­ como el rally del primer semestre del año dio ganador al dorado metal (17%), que dejó rezagado al dólar (11,8%), aun cuando éste concentró por lejos la mirada de los argentinos –que se vio reflejada en una fuga de capitales superior a los u$s11.000 millones-.

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Segundo capí­tulo

Una vez superada la contienda electoral, el panorama financiero viró 180 grados.

A partir de ese momento, los ahorristas sintieron que el billete verde no se iba a disparar como se preveí­a y quedarí­a adormecido bajo el somní­fero suministrado por el Central.

Las expectativas de devaluación cayeron y la salida de capitales comenzó a amainar.

Los particulares tuvieron que reaccionar ante el cambio de contexto. Y encontraron ante ellos la posibilidad de obtener una pequeña renta vendiendo dólares y pasándose a los plazos fijos colocados a menos de 90 dí­as, en una especie de "carry trade" a la criolla.

Desde ese entonces, la atención de los ahorristas se focalizó en seguir de cerca cómo evolucionaba la disputa entre el billete verde y las colocaciones a plazo.

Sin embargo, hubo un "corredor" que, tras el descanso de mitad de año, volvió a acelerar y trepó casi 10% en el tercer trimestre y continúo con su derrotero ascendente en este cuarto trimestre (8%): el oro.

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Para sorpresa de muchos argentinos, y a poco de concluir la "carrera 2009", las posiciones ya quedaron claramente definidas.

La contienda dejó al dorado metal, por lejos, como el claro ganador del año.

En términos anuales, el oro permitió que el inversor se haga de una ganancia de casi el 40% (en pesos), que triplicó al resto de las inversiones más conservadoras, como el dólar.

Este rendimiento también permite hacer una lectura adicional: es la única de estas alternativas que superó, y lo hizo de manera muy holgada, a la inflación "real" del año.

Un jugador de bajo perfil, a veces olvidado por el ahorrista, pero que en definitiva no sólo lo protegió de la suba de precios sino que, además, le hizo ganar dinero.

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El oro como alternativa de inversión
El dorado metal es uno de los pocos activos que tiene un "doble mérito".

Si el contexto global es complicado se lo busca como refugio de valor. Por el contrario, si se revierte la tendencia y el clima es de bonanza, la gente consume más productos suntuarios y su precio se ve favorecido por la mayor demanda.

Por otro lado, la oferta mundial no puede acomodarse tan rápidamente para dar respuesta a esa mayor cantidad de peticiones, lo que hace que su cotización cobre impulso.

"El oro terminó siendo una de las inversiones más importantes de 2009, sobre todo si se compara con el dólar y el euro", explicó el economista Tomás Bulat.

Bulat resaltó su considerable alza "en comparación con la que ofrecieron otras inversiones tradicionales, que han tenido un incremento del 11%, 12% o 14 por ciento. En épocas de crisis también sirve como valor de reserva. Por eso la gente no se desprende tan fácil de él. Y cuando empieza a darse un poco más el auge comienza a comprarlo".

Con relación al pronóstico que realiza sobre su evolución para 2010 y el espacio que deberí­a ocupar en la cartera del ahorrista, Bulat afirmó:

"Veo un oro llegando a u$s1.500 la onza troy (34 grs) para fin de 2010, que representa una suba del 15%. Y veo en ascenso su precio porque la demanda está muy firme, en tanto que la oferta sube de manera lenta. Sudáfrica, que es el principal productor, ya está decreciendo en su producción", afirmó Bulat.

El economista sostuvo, además, que "en la Argentina se volvió una inversión muy interesante" y resaltó que "el Banco Supervielle, que se dedicó a comercializarlo, ya lleva vendido 1,5 toneladas en 18 meses, lo cual es muchí­simo, si se tiene en cuenta que el FMI, generando un escándalo mundial, logró vender 20 toneladas".  

Por su parte Fernando Pepe, Gerente de Cambios del Banco Superville, expresó que "los incrementos en su cotización fueron muy fuertes a lo largo del año y, a pesar de la reciente corrección de precios, que era esperable, la demanda se mantiene constante".

Pepe agregó que "el monto promedio de las ventas a minoristas, que son el fuerte del banco, es entre los u$s5.000 y 10.000 dólares. La mayor parte de las operaciones se realiza en ese rango, a pesar de que contamos con propuestas desde los 300 dólares".

Antonio Vassallo, especialista del área Pignoraticio y ventas del Banco Ciudad, consideró que "hubo una importante y sostenida demanda que se viene registrando desde hace ya varios meses. Ahora el mercado transita por una retracción, que es natural". 

Cabe recordar que, si bien el ciclo es alcista -a mediano y largo plazo- la cotización va atravesando picos y valles. Actualmente su precio alcanza los u$s1.100 la onza troy, tras haber llegado a los u$1.220 un mes atrás.  

Los fondos comunes de inversión salvaron el año con el oro
Una ganancia del 40% en pesos no es para nada despreciable y menos para dejar pasar por alto, en un contexto de dólar quieto y de plazos fijos que corren por debajo de la inflación.

A quienes no se les escapó el repunte es a los que administran fondos comunes de inversión. Varias entidades reconocieron a iProfesional.com que "pudieron salvar el año" gracias al dorado metal. Y afirmaron su postura de mantener sus tenencias para 2010.

Desde Toronto Trust explicaron a este medio: "Nosotros estamos muy ligados al oro, de hecho, el 70% de nuestras inversiones están vinculadas con él.  Y más allá de las correcciones que se dieron en los últimos dí­as, el 2009 fue un muy buen año. Además, creemos que todaví­a existe un margen de suba para 2010 y por eso vamos a mantener posiciones".

"Al inversor interesado le recomendamos que defina la disponibilidad de capital que posee, y en cuánto tiempo desea obtener rentabilidad", concluyeron desde Toronto.

El oro vs. los alquileres de viviendas o el plazo fijo
Tal como se explicó, quien invirtió su dinero en oro durante 2009 se alzó con una ganancia cercana al 40%, medida en pesos.

Ahora bien, si los rendimientos son medidos en dólares y se los compara con la renta que dio el alquiler de una vivienda -una alternativa muy buscada por los argentinos- quien apostó al oro obtuvo una ganancia 5 veces superior. Y hasta 12 veces mayor respecto a otras opciones.

En efecto, la rentabilidad que dio el metal fue de un 25% - siempre hablando en términos de dólares- , mientras que la de una locación promedió un 5%. En tanto, haber comprado euros generó poco más del 3% y el plazo fijo rindió un 2% (cabe destacar que las viviendas prácticamente han mantenido su valor en el año, con lo cual el propietario mucho no ganó por la suba del activo y sólo se registró un pequeño incremento del metro cuadrado en el caso de las ubicadas en zonas "Premium").  

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Para los alquileres, los expertos explican que la renta "bruta" promedio que se obtiene oscila entre el 5% y el 7% anual, según se trate de la demanda de cada zona. Pero a ésta se le deben restar los gastos que debe afrontar el propietario (expensas extraordinarias y mayores costos de mantenimiento), por lo que queda reducida a entre un 4% y 5% anual, en dólares.

"Históricamente la ganancia bruta era de entre un 10% y 11% por año. Ahora es de un 5%, pero si se descuentan los gastos -que aumentaron y mucho- ésta cae a un 2 o 3 por ciento. Por eso, los propietarios no están dispuestos a bajar", afirmó Germán Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario.

Damián Tabakman, experto del sector, se refirió a una renta neta del 4% y lo explicó de la siguiente manera: "Antes que bajen las tasas en el mundo, en épocas de Greenspan, la rentabilidad por alquiler llegaba a un 10% anual. Después de ese momento comenzó a descender y hoy está en un 6% promedio bruto que, al restarle los gastos que corren por cuenta y orden del dueño, puede reducirse en dos puntos".

Los bancos centrales del mundo también apuestan al oro
La ola compradora no sólo alcanzó a ahorristas o fondos comunes. También a los bancos centrales del mundo. En particular, a los de paí­ses emergentes, que han visto cómo sus reservas se vieron afectadas por la debilidad del dólar.

Las máximas entidades monetarias acumulan cerca del 18% del total extraí­do y continúan expandiendo sus reservas.
 
India compró 200 toneladas al FMI en octubre, la mayor adquisición realizada por un banco central en los últimos 30 años. Durante 2009, bancos, paí­ses y diversas instituciones adquirieron cerca de 430 toneladas, por un total de u$s15.500 millones.

"En paí­ses asiáticos el oro es muy fuerte. De hecho, este año China se transformó en el mayor consumidor mundial, superando incluso a los Estados Unidos", afirmó Bulat.

En tanto, analistas internacionales sostienen que la demanda seguirá en aumento durante 2010.

¿Cuál es el valor máximo histórico en términos reales?
El máximo histórico se alcanzó el pasado 3 de diciembre, con un precio de u$s1.226 la onza troy, pero sólo en "términos nominales".

En realidad, descontando el efecto de la inflación, el metal amarillo llegó a su máximo en 1980, cuando alcanzó los 850 dólares que, a cifras de hoy, equivaldrí­an a unos 1.900 dólares.

¿Qué puede pasar con el oro en el futuro?
Hasta fines de noviembre la suba del metal superó el crecimiento de los indicadores bursátiles que son tomados como referencia, tales como el Dow Jones, el Eurostoxx50 y el S&P 500. Interesó como inversión y se convirtió en un buen refugio para ahorristas, quienes redescubrieron sus ventajas.

"Para el mediano y largo plazo, que es el tiempo en el que se debe analizar su evolución, sigue siendo una opción de resguardo de capital de gran calidad", sostuvo Pepe.

En el orden internacional, numerosos analistas consideran que a corto plazo podrí­a ajustarse a una leve baja por cierres de posiciones, un movimiento tí­pico de finales de año. Pero, justamente, ese menor precio servirá de impulso para apuntalar la demanda en los primeros meses del 2010.

"El tono inversor es muy positivo", dijo el analista Suki Cooper de Barclays Capital, y agregó que las preocupaciones por la inflación y la salud de la economí­a norteamericana fortalecerán su valor.

"La producción anual está declinando y los costos subiendo, eso significa mayores precios", dijo a Reuters en una entrevista Rob McEwen, presidente ejecutivo de US Gold Corp. "Veo su precio en u$s 2.000 para fines de 2010 y a más de u$s 5.000 dólares a cinco años", agregó.

En el Consejo Mundial del Oro (CMO, que nuclea a las mineras más importantes del mundo) opinaron que mientras históricamente el precio dependió de las demandas de las joyerí­as, más cerca en el tiempo los pequeños inversores hicieron que subiera por la multiplicación de los ETF (Exchange Traded Funds), instrumentos financieros que permiten invertir en él.

"Podrí­a tocar su techo arriba de los 1.300 dólares la onza el próximo año, antes de que un fortalecimiento del dólar -derivado de una suba en las tasas de interés- lo obligue a un retroceso", dijo recientemente Morgan Stanley.

En tanto, en Wall Street pronostican un precio base de u$s1.200 para fines de 2010.


Rubén Ramallo
© iProfesional.com