Todo lo que usted debe saber sobre bonos argentinos y nunca se animó a preguntar
Los títulos públicos ocupan, sin dudas, un lugar destacado en las noticias que a diario se dan a conocer sobre los mercados en la voz de analistas y operadores, tal como sucede en la actualidad con el canje de deuda.
En este contexto, es común escuchar sobre bonos cortos o largos, en pesos o en dólares, o de determinadas siglas que suelen ser un jeroglífico difícil de descifrar. Entonces, la primera pregunta que surge es: ¿Qué es y para qué sirve un bono?
Un bono o título público es emitido por un Estado –nacional, provincial o municipal– con el objeto de hacerse de fondos que serán devueltos, si no surgen imprevistos, en un período determinado.
También se asume que, a lo largo de la vida útil del mismo, el tomador recibirá como compensación una tasa de interés y la devolución del capital, ya sea en forma parcial, o total al vencimiento.
La mayoría de los títulos públicos se pueden negociar en un mercado secundario, en el que los precios estarán en función de las apetencias del inversor. Conforme a ello pagarán una tasa que, comúnmente, se denomina rendimiento o TIR (tasa interna de retorno).
Cuanto más elevado sea el precio, menor será misma. Y viceversa. Además, hay que tener en cuenta que otro factor juega un rol central en su negociación y es el grado de liquidez de los mismos.
¿Cuáles son los bonos más demandados?
Las preferencias de los inversores pasan, en estos días, por el Boden 2015, que según las últimas estadísticas disponibles -que corresponden a abril de este año- concentra el 22,6% del mercado.
Le sigue de lejos el Cupón atado al PBI en pesos, con el 14,9% del monto negociado y el Bogar 2018, que supera levemente el 10 por ciento.

Entre estos tres títulos se concentra el 48% del total, de modo tal que sólo unos pocos papeles se llevan las preferencias de los inversores. Si se les suma el Boden 2012, superan el 54 por ciento.
Si se extiende la lista a los diez primeros, se obtiene nada menos que el 79% del total negociado, repartiéndose el resto en otros 60 títulos.
Las características de los bonos
-Boden 2015 (RO15) en Dólares Estadounidenses: vence en octubre de ese año. Paga 7% de interés anual en abril y octubre de cada año. Amortización: íntegra al vencimiento. Monto inicial de la emisión: u$s1.301,7 millones.
-Cupones Vinculados al PBI: denominados, TVPP (en pesos) –TVP ( en dólares, legislación local) -TVPY (en dólares, legislación extranjera). Vencen en diciembre de 2035. Los pagos dependerán del PBI de la Argentina. Se efectuarán en la moneda del título subyacente. Se cancelan en diciembre de cada año siguiente al año de referencia pertinente.
-Bogar 2018 (NF18) – Bonos Garantizados Vencimiento 2018. Vencen en febrero de 2018. Pagan el 2% de interés anual en forma mensual. La amortización se efectuará en 156 cuotas mensuales y consecutivas. A los efectos del pago de servicios, el saldo del capital será ajustado por CER.
-Boden 2012 (RG12) – Bonos del Gobierno Nacional en Dólares Estadounidenses LIBOR 2012. Vencen en agosto de 2012. Están emitidos en dólares y pagan intereses en forma semestral, según la tasa de interés del mercado de Londres. Se amortizan en 8 cuotas anuales, iguales y consecutivas del 12,50 por ciento.
-Discount en pesos (DICP) – Bonos Discount denominados en Pesos 2033. Tienen vencimiento en diciembre de 2033. Devengan intereses del 5,83% anual, en forma mensual, de los cuales una parte se paga y el resto se devenga. En cuanto a la amortización está estipulado que sea en cuotas semestrales ajustadas por CER en junio y diciembre de cada año.
-Boden 2013 (RA13) – Bonos del Gobierno Nacional en Dólares Estadounidenses 2013- 1era Serie. Con fecha de Vencimiento el 30 de abril de 2013. Devengan intereses de acuerdo a la Libor, con un tope del 3% anual, pagaderos semestralmente. Respecto de la amortización, se contempla 8 cuotas anuales y consecutivas, cada una del 12,50 por ciento.
- BONAR V (AM11) – Bono de la Nación Argentina en Dólares Estadounidenses 7% 2011. Vencen en marzo de 2011. Pagan de interés el 7% nominal anual, semestralmente en marzo y septiembre de cada año. La amortización es íntegra al vencimiento.
¿Cómo evolucionaron los precios en lo que va del año?
Estos papeles no están ajenos a lo que ocurre en el resto de los mercados. En tal sentido, la evolución de sus cotizaciones es un claro reflejo de la volatilidad que inunda a las plazas financieras de todo el mundo.
En los últimos treinta días, los bonos que conforman el grupo de "elite" presentaron resultados negativos que van del 0,8% al 11,7 por ciento. La única excepción es el Bonar V, que no sufrió cambios en sus cotizaciones. El caso extremo es el Discount en pesos, que retrocedió casi el 12 por ciento.
José Echagí¼e, analista de Quantum Finanzas, consideró que "los títulos argentinos estuvieron sobre castigados durante el último tiempo".
"En la última semana, se notó un fuerte repunte de su valor, lo que hace que la Argentina se destaque entre los demás países", acotó Echagí¼e, quien agregó que "al mismo tiempo, eso demuestra que nuestro país estaba muy retrasado respecto de los demás".
En cuanto a la variación desde inicios de año, los más favorecidos fueron los cupones atados al PBI, en sus versiones pesos y dólares, legislación extranjera, que avanzaron el 49,7 y 11,6%, respectivamente.

Su resultado positivo se relaciona en forma directa con el canje de deuda que se está desarrollando en estos momentos y que concluirá el 21 de este mes.
Los bancos que más operan
La comercialización de los bonos puede realizarse a través de un agente de bolsa o de un banco. En este caso, los lugares de privilegio los ocupan los bancos Mariva, HSBC y Standard que, en conjunto, negocian la cuarta parte de los valores. Un escalón más abajo se ubican Deutsche Bank, Macro y MBA Lazard.

En este sentido, un aspecto diferencial de este rubro es la marcada atomización existente.
¿Qué se puede esperar en el corto y mediano plazo?
Desde la consultora Delphos Investment, aseguraron que el Bonar V es una oportunidad más que interesante en el contexto actual, con tasas nulas a nivel internacional.
Se negocia, en estos días, levemente por encima de los u$s99 en Estados Unidos y a $394 en la Bolsa local.
"En términos de tasa, hoy rinde algo menos del 10% anual y vence a fines de marzo del 2011. Como dato adicional, el próximo 28 de septiembre, sus tenedores cobrarán u$s3,5 en concepto de intereses", destacó en un informe la consultora.
El experto Leonardo Chialva consideró que "aún teniendo en cuenta los riesgos existentes, entendemos que a estos precios es un título considerablemente más atractivo que el Boden 2012".
"En primer lugar, porque por el Bonar apenas se deben pagar u$s1.500 millones, mientras que por el Boden se debe pagar u$s2.200 millones anuales de aquí a 2012", agregó.
Y agregó: "En segundo lugar, porque de presentársele al Gobierno cualquier inconveniente para pagar, éste aparecerá después del 28 de marzo de 2011, cuando vence el AM11".
Desde la firma Puente, consideraron que "para un perfil conservador nos centramos en títulos de duración relativamente corta, en torno a un año, y encontramos el Boden 12 y el Bonar V en dólares".
"El primero de ellos es el título con el mejor flujo en el tramo corto de la curva de rendimientos en dólares, pues pagará una cuota de amortización del 12,50% del capital en Agosto 2010, presenta un rendimiento competitivo (12,2%) y una duración modificada relativamente baja (un año)", sostuvo Marcel Olguín, gerente de Assets Management y Research de esa institución financiera.
En ese escenario, el Bonar V centra su atractivo en su baja duration y un cupón elevado. Es ideal para quienes decidan mantenerlo hasta su vencimiento.
"Para junio puede esperarse que esta tendencia continúe, pero no creemos que las subas sean tan elevadas", concluyó el analista de Quantum.
El largo plazo
Para Dionisio Corneille, director de Corneille Sociedad de Bolsa, el panorama de los bonos se encuentra en un "stand by" hasta que se cierre un acuerdo entre el Gobierno argentino y los bonistas italianos.
"Dependerá de este resultado y que se avance posteriormente con el Club de París. A partir de ahí se puede esperar una incremento en el valor de los mismos", concluyó Corneille.
El próximo año será un poco más complicado en términos de vencimientos, ya que el Gobierno deberá amortizar el Bonar y pagar la renta de los cupones ligados al PBI.
Para la consultora Delphos, por ambas operaciones, "el Estado deberá conseguir casi u$s11.000 millones para cubrir sus compromisos con el sector privado".
La mayor preocupación radica en los servicios en moneda extranjera, aunque se descuenta que, para su cumplimiento, se recurrirá a las reservas del Banco Central.
Según la citada consultora, que descarta una crisis que ponga en peligro su pago, "en el peor de los casos, la intervención en el mercado de bonos por parte de la ANSES o el Banco Central, podría reducir fuertemente el flujo negativo de dólares en 2011, permitiéndole al Estado sobrevivir otro año y medio más sin pagar deuda con nueva deuda esto es, sin emitir".
Rubén Ramallo
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