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Psicología deportiva, ¿mito o disciplina real para mejorar el rendimiento?

Es una de las ramas de la psicología dedicada a estudiar el comportamiento de las personas que practican deportes y a ayudarlos a mejorar su rendimiento
13/01/2019 - 07:16hs
Psicología deportiva, ¿mito o disciplina real para mejorar el rendimiento?

Los deportistas, sobre todo los profesionales, están altamente exigidos desde el punto de vista físico. El rendimiento depende casi en su totalidad de las condiciones físicas que tenga la persona, así como de su alimentación y de sus hábitos de vida. Sin embargo, no son los únicos aspectos que intervienen en desempeño del deportista en su ámbito de competencia. El aspecto psicológico también constituye una de los pilares del rendimiento, ya que una persona que es inestable emocional o psicológicamente, será incapaz de explotar al máximo sus capacidades.

Es así que surgió una de las disciplinas que actualmente se encuentra en auge: la psicología deportiva. Se trata de una rama más de la psicología, como la psicología clínica o la psicología forense, que estudia cómo, por qué y en qué condiciones los deportistas, entrenadores y espectadores se comportan de la forma en que lo hacen, así como también investiga la mutua influencia entre actividad física y la participación en el deporte y el bienestar psicofísico, la salud y el desarrollo personal.

Los profesionales de este área evalúan una serie de variables que el deportista necesita para poder alcanzar un alto rendimiento. La primera de ellas es la concentración; la capacidad de centrarse en una tarea o ejercicio sin que un factor del exterior distraiga es fundamental para llegar al máximo rendimiento posible y no desaprovechar las oportunidades.

En segundo lugar se encuentra la atención, estrechamente relacionada con la variable anterior. Es importante tener en cuenta que los deportistas necesitan estar absolutamente atentos a su actividad, sobre todo los de elite y alto rendimiento. En cualquier tipo de competencia, las distracciones pueden resultar fatales de cara al resultado final.

La motivación se encuentra entre las principales variables evaluadas por un psicólogo del deporte. Al igual que en cualquier otra actividad, se trata del eje central del trabajo de una persona, y más aún del de un deportista. De ella depende la participación en el esfuerzo debidamente orientada hacia unas metas y objetivos bien fijados y delimitados.

La confianza en uno mismo también resulta fundamental para rendir adecuadamente en una competencia. Sin tener creencias irreales o soberbias, es necesario que el deportista tenga confianza en sí mismo, en sus capacidades y en hasta dónde puede llegar.

Por último, para un profesional del deporte es esencial poder sobrellevar la presión; la presión de tener un buen rendimiento, de ganar, de hacer una buena marca, de demostrar las propias habilidades en el campo de juego. Soportar esta presión puede influir negativamente en todas esas variables mencionadas, por lo que es importante desarrollar la capacidad de controlar esa presión.

Para lograr a cumplir los objetivos mencionados anteriormente, el profesional debe emplear una serie de técnicas con el deportista. El autoconocimiento es una de las más importantes; si bien parece muy sencillo, consiste en aprender sobre uno mismo, cómo reacciona ante determinadas situaciones y por qué, en qué momentos se siente más seguro y en cuáles menos, qué es lo que le lleva a desconcentrarse y qué estrategias puede poner en marcha para solucionarlo.

En este sentido, la relajación también constituye un pilar importante. Para los deportistas es necesario aprender a relajarse tanto física como psicológicamente, de forma que la presión no se acumule y termine causando problemas, como lesiones, insomnio o desconcentración.

Por último, la visualización es una técnica que ayuda a ver las metas y objetivos y a conocer el camino a recorrer para conseguirlos. De este modo, el paciente podrá ejercitar la motivación, la concentración y la confianza de forma que todas las variables psicológicas estén alineadas con el objetivo a conseguir y los pasos que hay que dar para alcanzarlos.