El popular cantante Humberto Vicente Castagna, más conocido como Cacho Castaña, murió este martes a los 77 años en el Sanatorio de Los Arcos, ubicado en el barrio porteño de Palermo, donde se encontraba internado desde el sábado 28 de septiembre a raíz de una complicación en su estado de salud. Hacía dos semanas lo habían internado de urgencia en el Sanatorio de Los Arcos de Palermo por una complicación en su estado de salud.

Más allá de patologías eventuales que ha padecido en el último tiempo, hace años que su salud se veía afectada por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una afección inflamatoria de los pulmones que obstruye el flujo de aire.

Este trastorno resulta muy inhabilitante para quienes lo padecen, dado que la dificultad para respirar a veces es muy severa. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, tos, producción de mucosidad (esputo) y silbido al respirar.

La causa es la exposición a largo plazo a gases o partículas irritantes, que en la mayoría de los casos se relacionan con el tabaquismo, pero también pueden tener que ver con otros agentes externos. Además de los trastornos que les provoca la enfermedad en sí, es importante tener en cuenta que quienes padecen EPOC tienen mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón y una variedad de otras afecciones.

El enfisema y la bronquitis crónica son las dos afecciones más frecuentes que contribuyen a desarrollar esta enfermedad. La primera es la inflamación del revestimiento de los bronquios, que llevan aire hacia y desde las pequeñas bolsitas de aire que están en el pulmón. Por su parte, el enfisema es una afección en la que los alvéolos que están en los extremos de las vías aéreas más pequeñas de los pulmones se destruyen como resultado de la exposición dañina al humo de cigarrillo y a otros gases y partículas irritantes.

Si bien la EPOC es una patología en sí misma, cabe mencionar que puede derivar en una serie de complicaciones que pueden afectar todavía más la salud de quien la padece.

Las infecciones respiratorias son una de ellas; las personas con EPOC tienen mayor probabilidad de sufrir resfríos, gripe o neumonía. Cualquier infección respiratoria puede dificultar mucho la respiración y causar un mayor daño al tejido pulmonar.

Los pacientes también están expuestos a problemas del corazón. En muchos casos la EPOC puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, incluido el ataque cardíaco.

Otra de las consecuencias que puede traer esta patología es el cáncer de pulmón; quienes padecen EPOC tienen un riesgo más alto de padecer cáncer de pulmón. La presión arterial alta en las arterias pulmonares también puede aparecer como consecuencias de la EPOC, lo cual puede derivar en un cuadro de hipertensión pulmonar.

Aunque no es una consecuencia física, la EPOC también puede desencadenar cuadros depresivos, que no están relacionados a la patología desde el punto de vista fisiológico. Lo cierto es que la dificultad para respirar puede impedir que la persona haga actividades que disfrute y comience a encerrarse en sí mismo. Por eso, es importante mantener un buen estado de salud en este tipo de pacientes e incentivarlos a que continúen con su día a día.