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¿Cuándo un temblor puede indicar enfermedad de Parkinson?

Los temblores son un síntoma característico de esta patología, pero no es la única que puede causar esta manifestación en el cuerpo
05/02/2020 - 14:23hs
¿Cuándo un temblor puede indicar enfermedad de Parkinson?

Los temblores son uno de los primeros síntomas en los que se piensa cuando se habla de enfermedad de Parkinson, pero no es la única afección que puede desencadenar esta manifestación; como síntoma pueden indicar la presencia de otros trastornos. La clasificación de los temblores hecha por los especialistas permite distinguir distintos tipos de ellos y, al mismo tiempo, establecer qué los causa. Así, es posible analizar el cuadro que padece el paciente y tratarlo adecuadamente en función de la patología que lo afecta.

Los temblores de reposo son aquellos que se producen cuando una parte del cuerpo está quieta y sostenida contra la gravedad. Se trata de un síntoma que aparece cuando la persona permanece en ese estado y que desaparece al realizar cualquier movimiento o actividad.

Los temblores de acción, por su parte, se manifiestan cuando la persona mueve una parte del cuerpo de manera voluntaria. En general, pueden cambiar de intensidad o no a medida que ese movimiento de desarrolla. Aquellos que se conocen como temblores cinéticos suelen aparecer en la última parte de un determinado movimiento y no en todo el desarrollo del mismo; su amplitud suele ser baja.

A diferencia de los anteriores, los temblores de intención se producen durante la realización de un movimiento voluntario, pero su amplitud es alta. La característica central es que empeoran a medida que se alcanza el objetivo que se propone la persona a partir de ese movimiento.

Otro tipo de temblores son los que se denominan posturales, que se expresan cuando se mantiene una extremidad en una posición fija contra la gravedad -cuando se sostiene un brazo quieto y levantado, por ejemplo-.

Además, algunos fármacos pueden causar o agravar diferentes tipos de temblor. Las dosis bajas de algunos sedantes , por su parte, pueden aliviar algunos temblores, mientras que dosis más altas pueden causar o exacerbar el temblor.

Existen también temblores que no están relacionados a una patología y que se manifiestan en forma eventual, a partir de un determinado estímulo. Se conocen como fisiológicos y se suelen asociar a la presencia de estrés físico o mental, al tiempo que son apenas perceptibles. El cansancio, el ejercicio, la falta de sueño, la abstinencia -de alcohol o de otras sustancias depresoras del sistema nervioso central- y el consumo de cafeína y de drogas como la cocaína o las anfetaminas, pueden causar este tipo de temblores. Es necesario aclarar que el síntoma debería desaparecer con la desaparición del desencadenante; si esto no sucediera el temblor podría responder a otra causa.

Los temblores que se asocian a la enfermedad de Parkinson son los que se manifiestan en total reposo y que desaparecen ante la realización de cualquier movimiento. Así, el paciente puede sentirlos cuando tiene sus brazos o manos quietas hacia abajo, por ejemplo, y dejar de padecerlos cuando levanta un vaso y lo lleva hacia la boca.

Más allá de esta manifestación, para poder realizar un diagnóstico adecuado es necesario el análisis integral del cuadro. El Parkinson también provoca otros síntomas que pueden ayudar a la detección de la enfermedad y, en consecuencia, a la indicación de su tratamiento. En algunos casos, la rigidez, la lentitud en los movimientos y la inestabilidad postural pueden acompañar el cuadro general y la presencia de temblores en reposo.

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