El Banco Columbia rechazó la denuncia por evasión en el IVA
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El Banco Columbia rechazó haber evadido el pago del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) pero admitió haber adquirido bonos que luego se comprobaron falsos, y reconoció que esos papeles se los entregó a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para cancelar obligaciones tributarias.
"De ninguna manera esta entidad ha realizado maniobras de evasión fiscal", dijo el banco a través de un comunicado, al salir al cruce de informaciones que mencionaban que incurrió en el delito de evasión tributaria investigado por el Juzgado Nacional Penal Tributario 2, a cargo de Diego García Berro.
Voceros de Banco Columbia aclararon que la entidad compró "de absoluta buena fe en el mercado bonos para cancelar nuestras obligaciones fiscales correspondientes al pago del Impuesto al Valor Agregado".
"Hemos sido víctimas de una organización delictiva que nos vendió, al igual que a otras empresas, bonos falsos, por lo tanto nuestra deuda con la AFIP nunca pudo ser cancelada", indicó el banco.
Por este motivo, agregaron las fuentes, el Directorio del Banco Columbia resolvió presentarse ante la justicia para ponerse a absoluta disposición de las autoridades del juzgado actuante, y solicitar que se investigue en profundidad la comisión de delitos por parte de quienes le vendieron esos bonos.
Además, indicó que "se llegó a un acuerdo con la AFIP para regularizar de manera definitiva la deuda suscitada que asciende a $46.143.873,19, cifra correspondiente al monto adeudado, según consta en la causa iniciada por la autoridad tributaria argentina".
También, los accionistas decidieron realizar un aporte de capital para hacer frente a la deuda originada por este hecho.
"Luego de haber tomado conocimiento de la estafa, nos hemos puesto a total disposición de la justicia, de la AFIP y del Banco Central a fin de requerir las investigaciones necesarias para determinar los autores de los delitos que denunciamos", dijeron voceros del Columbia.
Banco Columbia cuenta con 45 sucursales en las grandes ciudades del país, emplea a 700 trabajadores y tiene más de 400.000 clientes.
Nació como una sociedad de ahorro y préstamo, con sedes en Buenos Aires, Rosario, Mendoza, Bahía Blanca y Córdoba.
En 1983, con una nueva razón social, Columbia Compañía Financiera, integrante del grupo que conducía el empresario Santiago Soldati, dirigieron su actividad hacia el consumo.
Los actuales accionistas (Santiago Ardissone, Carlos Abente y Hernán Cibils Robirosa) compraron la entidad al Grupo Soldati en 1991.
Su expansión continuó al comprar cinco sucursales al ex Banco Liniers Sudamericano y otras tres a la financiera Torfin.
En 2002 absorbió al Banco de la Edificadora de Olavarría y adquirió la cartera de préstamos de Finvercon y Banca Nazionale del Lavoro, convirtiéndose en un banco comercial.