Por primera vez desde 2009, las jubilaciones pierden contra los precios

Según marca la ley, a los jubilados y pensionados les ajustaron los haberes un 11,3% a partir de marzo. Pero en la carrera precios-salarios llevan las de perder y sólo recuperan parte de la inflación pasada.

Lo cierto es que ya comenzaron a pagar el ajuste que el Gobierno no quiere explicitar. Sufrieron el embate de la aceleración inflacionaria y el impacto de la devaluación.Es así como por primera vez desde la implementación de la ley de movilidad en 2009, los haberes previsionales pierden contra la inflación. Esto plantea el interrogante si el Gobierno hará algo para corregir el desajuste en septiembre o aprovechará para que se licue el gasto previsional. 

La ley establece que se actualice los haberes automáticamente dos veces en el año (marzo y setiembre) según el mejor promedio entre la variación de los recursos del Sistema Previsional, y la del índice de salarios del INDEC o el de la Secretaria de Seguridad Social (enero-junio para septiembre del mismo año, y julio-diciembre para marzo del año siguiente).

Al confrontar los aumentos de la mínima desde 2009, el haber básico recién se recuperó en términos reales en 2011 -cuando superó los $1.200- al ganar 11%, según cálculos de M&S Consultores para Ámbito Financiero. Un año después ganó un 10% por sobre la inflación, pero luego en 2013 apenas recuperó el 4% en términos reales.

Pero en lo que va del 2014 ya pierde el 8%. Este Gobierno viene ajustando las jubilaciones desde que asumió Nestor Kirchner y la mínima era $120. Entre 2004 y 2006 la mínima subió un 88% en términos reales; luego entre 2007 y 2010 un 20%. Mientras que entre 2011 y 2013 ganó el 25% por sobre la inflación. Pero la mejora solo de los haberes mínimos acható la pirámide y dio lugar a cientos de miles de juicios en pos de la actualización negada a los que superaban la mínima.

Si bien la ley establece cómo se ajustan las jubilaciones, queda claro que en un contexto inflacionario (más del 30% anual) los haberes perderán poder adquisitivo planteando un malestar creciente en esta importante masa de votantes.