Cuál es la importancia de diagramar planes de contingencia ante desastres naturales
Los desastres naturales y los incendios de grandes proporciones como el acontecido en Valparaíso (Chile), ocurren rápidamente y sin previo aviso generando graves consecuencias de pérdidas humanas, interrupciones en las comunicaciones, servicios logísticos y aprovisionamientos básicos que, en general, ocasionan que los recursos asignados para mitigar dichos eventos no sean suficientes y, dependiendo de la duración del mismo, se agrave aún más el daño por no actuar rápida y coordinadamente.
El objetivo de los planes de contingencia es el de reducir a la mínima expresión las consecuencias negativas de los desastres a niveles que puedan ser manejados por los recursos destinados al efecto.
Para lograr tal objetivo se necesita una previa y constante evaluación de riesgos tendiente a prevenir, a través de un efectivo planeamiento, los efectos adversos de tal contingencia y que el impacto en las personas y los bienes tiendan a ser mínimos.
Los gobiernos deberían considerar las mejores prácticas que al efecto utilizan las empresas a fin de mitigar los efectos de catástrofes y/o desastres naturales, a saber:
- Plan de Continuidad del Negocio: todas las medidas documentadas e implementadas con anticipación para responder a un desastre, de forma tal que sus funciones críticas continúen operando a los niveles planeados de interrupción.
- Plan de Recuperación de Desastres: documento donde se definen los recursos, acciones, tareas y datos requeridos para gestionar el proceso de recuperación de lo afectado por el desastre.
- Objetivo de Punto de Recuperación: cuantificación de la cantidad y tolerancia de pérdida en el caso de interrupciones de servicios prolongadas
- Objetivo de Tiempo de Recuperación: se determina en base al tiempo improductivo aceptable en el caso de una interrupción prolongada de las operaciones.
Tanto los funcionarios gubernamentales cuanto los directores de empresas necesitan tomar conciencia de esta situación y fomentar una debida evaluación y el control de riesgos previsibles. La mayoría de los países están obligando a sus funcionarios y a las empresas a cumplir con medidas específicas de prevención y combate de riesgos estratégicos o naturales.
Sin embargo esta situación está llevando a padecer un alto grado de "fatiga de cumplimiento" lo que, en la práctica, conduce a gestionar riesgos utilizando la mecánica de "ticking the box" (tildar los requerimientos en vez de cumplirlos efectivamente).
En estos casos de desastres provocados por la naturaleza, se pone en relieve el desconocimiento de la gente sobre los riesgos potenciales, manifestando la necesidad de realizar campañas de información y de formación, resultando la "capacitación" un elemento clave para planes de contingencia.
Asimismo, para mitigar los riesgos en tal situación, se requiere de un trabajo profundo que abarque un análisis de los controles vigentes que impactan en los sistemas actuales de acción ante emergencias y planes ante contingencias, como así también de una tarea interdisciplinaria donde especialistas en las distintas disciplinas relativas a urbanización, abogados, arquitectos, licenciados en psicología, asistentes sociales, especialistas en recursos humanos, entre otros, actúen conjuntamente en la lucha contra las tragedias prevenibles.
Oscar Maiola (Presidente de la comisión de Fraude y Auditoría del IAIA) y Laura Bahadourian (CIA, CISA)