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Los empleados infieles operaban con dos empresas, según lo que detectó el organismo recaudador y la Agencia Federal de Inteligencia 
06/02/2018 - 12:00hs

La Justicia deberá determinar cómo operaba la red de traficantes que desde el interior de la AFIP vendió información bajo secreto fiscal de miles de contribuyentes.

Los empleados infieles operaban con dos empresas, según lo que detectó el organismo recaudador y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) después de la auditoría conjunta que logró desbaratar a este grupo.

Según pudo constatar Clarín, la acusación del juez Rodolfo Canicoba Corral sobre los imputados es por “asociación ilícita” y “violación del secreto fiscal”. En este contexto, se entregó uno de los dueños de Reportes Online, la firma que compraba los datos traficados.

En 2009 y 2010 Alejandro Aducci, Waldo Gil Roldán, Sebastián Karamanián (jefe de Divisón), Martín Del Cuadro (Jefe del departamento de Desarrollo de Sistema de fiscalización) y Pablo Degano, ingresaron a trabajar a la AFIP.

No compartían el mismo espacio físico pero coincidían en sus tareas: pertenecían al área de informática y sistemas. Ingresaron con frecuencia a la base de datos del ente recaudador que dirige Alberto Abad.

No fue sencillo detectarlos, ya que no era llamativo el tipo de ingresos que realizaban al sistema. “Por el tipo de tarea que realizaban, no llamaba la atención los ingresos a las bases de datos”, señalaron al matutino fuentes con acceso a la causa.

La cantidad de ingresos fue innumerables. Se realizaron desde 2010 pero con un sistema más sofisticado. Según la auditoría que realizaron la AFIP y la AFI, los empleados habrían desarrollado aplicaciones que les permitían ingresar a las bases de datos del organismo de forma “remota y así filtrar información sin ser detectados”.

Esto constituyó una “red corrupta de empleados del organismo recaudador que vendía información protegida por el secreto fiscal”. No terminaba aquí. Esta información de miles de contribuyentes, según parte de la documentación secuestrada, era vendida a Reportes Online (propiedad de Leandro Rodríguez) y ADS, del mismo grupo. Estas firmas, a su vez, ofrecían información de carácter confidencial a sus clientes.

El circuito tiene otras piezas que la justicia deberá completar. Cómo se contactaron las empresas investigadas y los trabajadores “infieles” de la AFIP y comenzaron “a traficar la información bajo secreto fiscal”, señalaron fuentes de la causa.

El rompecabezas terminará de armarse una vez que el juzgado de Canicoba Corral analice la totalidad de la documentación secuestrada y perite los dispositivos electrónicos y las computadoras incautadas durante el medio centenar de operativos ordenados el viernes pasado.

En las computadoras de la AFIP de los empleados indagados el sábado, se detectaron “accesos indebidos, descarga de datos sensibles” y “conversaciones entre un agente de la AFIP y el dueño de Reportes Online”, donde se negociaba la venta de información con la participación de Rodríguez.

Asimismo, remarcaron que en la información secuestrada “no se encontrará ningún reporte ni información vinculada a la familia presidencial ni a sus allegados”, ya que “no son datos que ellos suelen utilizar porque no son personas con riesgo crediticio, pero además porque nunca tuvo Rodríguez dicha información”, refiriéndose puntualmente a la publicación del diario Página/12 sobre quienes accedieron al último blanqueo fiscal vinculados a la Casa Rosada y que dio origen a la causa.

La imputación sobre los cuatro indagados el sábado y que aplica a Rodríguez, es por asociación ilícita y violación del secreto fiscal. Dos de los imputados, Alejandro Aducci y Daniel Courmanian, pidieron su excarcelación y fue rechazada por Canicoba Corral.

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