La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ofrece diversas opciones para aquellos que desean inscribirse como monotributistas, entre ellas, el Monotributo Social. Este régimen, si bien guarda similitudes con el Monotributo convencional, presenta beneficios adicionales destinados a facilitar el acceso a la formalidad económica y brindar apoyo a quienes lo necesitan.

Una de las diferencia más significativas entre el Monotributo Social y el Monotributo convencional radica en los subsidios proporcionados a sus adherentes. Mientras que en el régimen convencional no se otorgan subsidios, en el Monotributo Social se cubre el 100% del componente impositivo y previsional, así como el 50% de la obra social.

Esta particularidad implica que los monotributistas sociales solo abonen la mitad restante del costo de la obra social, lo que representa un alivio económico significativo para este sector.

Además, el Monotributo Social es compatible con otros programas de asistencia social, como la Asignación Universal por Hijo, la Asignación por Embarazo, jubilaciones y pensiones que no superen el haber mínimo, así como diversos programas de inclusión social gestionados por el Ministerio de Desarrollo Social.

el Monotributo Social es compatible con otros programas de asistencia social

Quiénes pueden inscribirse al Monotributo Social

Para poder inscribirse en el Monotributo Social, deben cumplirse ciertos criterios establecidos por la AFIP. Entre ellos, se encuentran los siguientes:

• Realizar una única actividad económica de manera independiente.
• Trabajar en relación de dependencia percibiendo un salario bruto inferior al haber previsional mínimo.
• Formar parte de una cooperativa de trabajo que cuente con un mínimo de seis asociados.

Además de estos requisitos generales, existen condiciones adicionales que deben cumplir los solicitantes del Monotributo Social:

• No ser empleador ni titular de acciones o cuotas partes de sociedades comerciales.
• Contar con ingresos provenientes únicamente de la actividad económica declarada, evitando así la participación en otras formas de empleo o negocio que podrían invalidar la elegibilidad para este régimen.

Es importante destacar que el Monotributo Social se presenta como una alternativa viable para aquellos individuos que desean iniciar una actividad económica formal y cumplir con sus obligaciones fiscales y previsionales, al tiempo que acceden a beneficios que les permiten sostener su actividad de manera más sostenible. Con un enfoque orientado hacia la inclusión y el apoyo a los sectores más vulnerables, este régimen se erige como una herramienta fundamental en la búsqueda de la equidad y el desarrollo económico para todos los ciudadanos.