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Por qué el atraso del dólar y la inflación provocan una situación dramática para empresas endeudadas

Las empresas endeudadas en moneda extranjera pasan una situación dramática por el atraso del dólar y la inflación, que acumulan ganancias ficticias
14/03/2025 - 08:58hs
Por qué el atraso del dólar y la inflación provocan una situación dramática para empresas endeudadas

El atraso del tipo de cambio frente a una inflación que sigue alta en relación con el dólar producen una situación dramática para las empresas endeudadas en dólares, que pagan por ganancias que fueron pérdidas.

La alta inflación y la volatilidad del dólar en Argentina han generado un desafiante escenario para el cálculo del Impuesto a las Ganancias. En 2024, la actualización del tipo de cambio quedó muy por debajo del aumento de precios en pesos, provocando distorsiones fiscales que afectan especialmente a las empresas endeudadas en moneda extranjera, indica Luz Arroqui, socia de La Vista Casal.

Cómo afecta el atraso del dólar en las deudas

La inflación interanual superó el 110%, mientras que el dólar solo aumentó un 25%. Esta disparidad genera un impacto significativo en las compañías con deudas en dólares, ya que la carga impositiva se incrementa incluso cuando, en términos reales, no existen ganancias efectivas, explica Arroqui, y precisa:

El Impuesto a las Ganancias grava las diferencias de cambio, revaluaciones y otras actualizaciones. Esto implica que cuando el dólar sube, las empresas pueden enfrentar una mayor carga fiscal debido a la revalorización de sus activos.

Sin embargo, en un contexto donde la inflación avanza más rápido que el tipo de cambio, las empresas endeudadas en dólares terminan tributando sobre beneficios nominales que no se traducen en ganancias reales.

Cómo influye el ajuste por inflación

Para mitigar estas distorsiones, la Ley del Impuesto a las Ganancias contempla un mecanismo de ajuste por inflación. En líneas generales, la exposición de pasivos monetarios a la inflación genera una ganancia gravada, mientras que la de activos monetarios se traduce en una pérdida deducible, señala Arroqui, y considera:

Cuando el dólar y la inflación evolucionan de manera similar, la carga fiscal de las compañías endeudadas en moneda extranjera no se ve tan afectada.

El problema surge cuando el tipo de cambio se atrasa respecto a la inflación, generando una mayor presión impositiva sobre estas empresas debido a que las ganancias derivadas del ajuste por inflación de los pasivos supera significativamente las pérdidas por la actualización de las deudas en dólares.

La situación actual contrasta fuertemente con lo ocurrido en 2023. A finales de ese año, con el cambio de gobierno, se produjo una devaluación abrupta del peso, lo que llevó a un aumento del tipo de cambio superior al 300%, mientras que la inflación anual rondó el 200%.

En ese contexto, las empresas endeudadas en dólares obtuvieron un beneficio impositivo, ya que pudieron reconocer una mayor pérdida por la revalorización de sus pasivos.

Sin embargo, en 2024 la situación se revirtió, agravando la carga fiscal sobre estas compañías.

Otros efectos distorsivos para las empresas endeudadas

Existen además otros factores que agravan la situación de las empresas endeudadas, advierte Arroqui:

  • Deudas canceladas durante el ejercicio: el ajuste por inflación no contempla todas las operaciones del período fiscal. Si una empresa se endeuda nuevamente para cancelar total o parcialmente sus deudas, debe reconocer una ganancia por la actualización de un pasivo que ya no existe al cierre del ejercicio.
  • Deudas entre compañías vinculadas: además del impacto de la menor variación del tipo de cambio frente a la inflación, se suma una limitación a la deducción de los intereses generados por estas deudas. En estos casos, los intereses solo son deducibles al momento del pago, y no cuando se devengan, lo que puede incrementar la carga impositiva.

El debate sobre la actualización de quebrantos impositivos

Otro punto de discusión gira en torno a la posibilidad de actualizar los quebrantos impositivos por inflación. Muchas empresas endeudadas cuentan con pérdidas fiscales de ejercicios anteriores que podrían compensar con los resultados de 2024, expresa Arroqui, y puntualiza: 

La Agencia De Recaudación y Control Aduanero (ARCA) sostiene que la legislación vigente no permite dicha actualización. Pese a ello, existen sólidos argumentos legales para justificar su aplicación, aunque el único camino para hacerlo valer es a través de la vía judicial.

En este escenario, las empresas tienen la opción de recurrir a la Justicia para cuestionar la confiscatoriedad del tributo o exigir la actualización de sus quebrantos impositivos. No obstante, esta alternativa no es viable para todas las compañías, ya que los costos de litigar pueden ser muy elevados.

La combinación de inflación, un dólar rezagado y un sistema de ajuste impositivo incompleto provoca que muchas empresas tributen sobre ganancias ficticias o sobre valores que no reflejan la realidad económica. Frente a este panorama, la solución de fondo pasa por una reforma tributaria que contemple las distorsiones generadas por la inflación y el desfasaje cambiario en la economía argentina, concluye Arroqui.

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