Nvidia alcanza los 5 billones de dólares: qué viene para la acción del momento y cómo invertir desde Argentina
Nvidia se acaba de convertir en la primera empresa en la historia en alcanzar una valoración bursátil de 5 billones de dólares. Un hito monumental que corona el avance de las compañías que lideran la revolución de la inteligencia artificial. Esta cifra no es solo un número impresionante, sino una señal de que el mundo está cambiando y que la tecnología que desarrolla Nvidia se volvió un insumo crítico para gobiernos, corporaciones, desarrolladores y hasta industrias tradicionales.
Durante 2025, la acción de Nvidia acumuló un salto cercano al 50%, impulsada por una demanda imparable de chips especializados, el crecimiento explosivo de los centros de datos y la necesidad global de potencia de cómputo para entrenamiento de modelos avanzados. Todo indica que la compañía se encuentra en el centro de un proceso estructural que recién está comenzando.
Nvidia no se limita a vender microchips. Hoy provee el cerebro digital que permite a la inteligencia artificial aprender, crear y automatizar. Por eso, mientras sus ventas y márgenes crecen, los inversores siguen apostando a un futuro en el que sus procesadores serán indispensables para casi todo: salud, automoción, defensa, robótica, comunicación y entretenimiento.
Con semejante euforia, aparece una pregunta clave para cualquier ahorrista argentino: ¿conviene sumarse ahora al boom Nvidia? La respuesta no es lineal. Requiere entender sus perspectivas, sus riesgos y los distintos caminos que existen para comprar el papel desde nuestro país.
Por qué Nvidia llegó tan alto y tan rápido
Nvidia domina el mercado de procesadores para inteligencia artificial con una ventaja tecnológica que sus competidores, como AMD o Intel, todavía no logran achicar. Sus chips son la "máquina del futuro": permiten entrenar modelos de lenguaje, hacer cálculos masivos y acelerar tareas que antes tardaban semanas en minutos.
Además, la empresa logró expandirse en un contexto geopolítico particular. Estados Unidos restringió exportaciones a China y, al mismo tiempo, impulsó incentivos para que grandes centros tecnológicos se desarrollen dentro del país. Eso fortaleció la posición de Nvidia como proveedor estratégico del Gobierno y sectores críticos.
A lo anterior se suma que las grandes corporaciones tecnológicas —desde gigantes de la nube hasta startups multimillonarias— están comprando hardware de Nvidia a una velocidad récord. La lista incluye a Google, Amazon, Meta, OpenAI, Salesforce, Tesla y muchas más. La demanda supera a la oferta y ese desbalance alimenta la suba de la cotización.
Este combo llevó a que el mercado anticipe crecimientos futuros muy altos. Por eso, la acción ya descuenta expectativas casi perfectas. Si se cumplen, quienes inviertan hoy podrían ganar mucho. Si no, la corrección puede ser brusca. Es un activo con alto potencial y alto riesgo.
Qué se proyecta para Nvidia en los próximos años
Distintos analistas prevén que la compañía podría duplicar nuevamente su valor en los próximos tres a cinco años, de la mano del despliegue masivo de IA en empresas, gobiernos y hogares. Las inversiones globales en infraestructura digital crecen a dos dígitos anuales y Nvidia es la gran beneficiada.
La firma aspira a nuevos mercados: autos autónomos, chips para robots industriales, soluciones de salud basadas en IA y simuladores climáticos. Su modelo de negocio deja de depender solamente de vender hardware y empieza a capturar ingresos recurrentes por software y servicios.
A nivel operativo, las ganancias del 2025 mejoraron más de 100% interanual, dejando en claro que este boom no es solo una apuesta de mercado, sino un crecimiento real. De mantenerse la tendencia, la compañía podría consolidarse como la locomotora que impulse al Nasdaq en los próximos años.
Aun así, los especialistas alertan que Nvidia ya está "precio perfecto". Con una capitalización tan alta, cualquier tropiezo —regulatorio, competitivo o macroeconómico— podría generar volatilidad severa. Entrar exige visión de largo plazo.
Cómo invertir en Nvidia desde Argentina: opciones claras y simples
A) CEDEAR de Nvidia en la Bolsa local
Los CEDEAR permiten comprar una acción extranjera en pesos sin abrir cuenta afuera. El inversor compra el certificado y queda expuesto al precio internacional y al movimiento del dólar financiero. Es la vía más accesible, con comisiones locales, depósito en bróker argentino y operación sencilla desde el celular. Se beneficia de dos motores: la subida de Nvidia y la variación del tipo de cambio. Requiere saber que puede existir desfasaje temporal con la operación en Wall Street y que los impuestos argentinos aplican sobre el rendimiento.
B) Acción directa en el mercado de Estados Unidos
Se puede abrir una cuenta con un bróker que ofrezca acceso al Nasdaq y comprar Nvidia en dólares directamente. Brinda la cotización exacta, acceso a información inmediata y posibilidad de operar en horarios extendidos. Implica asumir totalmente el riesgo dólar y pagar comisiones y retenciones ligadas a operar en el exterior. Es ideal para quienes apuntan a una gestión más activa o con mayores volúmenes.
C) ETF tecnológico que incluya muchos gigantes como Nvidia
Comprar un fondo que replica al Nasdaq permite subirse al boom de Nvidia, pero dentro de una cartera diversificada. Protege frente a una corrección puntual de la compañía. En Argentina, se puede acceder a ETFs mediante CEDEARs de fondos externos disponibles en la Bolsa de Buenos Aires. Es la opción equilibrada para quienes quieren crecimiento tecnológico sin apostar todo a un solo papel.
¿Cuánto poner? ¿Cuándo entrar? Reglas inteligentes
Para perfiles agresivos, Nvidia puede ser una porción relevante del portafolio, aunque nunca debería superar 10% a 15% del total del capital destinado a inversión. Para perfiles moderados, la mejor opción suele ser invertir a través de un ETF tecnológico, escalonando compras en el tiempo. Se recomienda pensar a 5 años o más. Nvidia puede subir fuerte, pero también corregir de forma violenta. La clave es no entrar por impulso, sino con estrategia: diversificación, paciencia y disciplina.
Nvidia ya no es una empresa de moda ni un experimento bursátil. Es el actor más importante de la cadena productiva que definirá la economía del futuro. Por eso vale 5 billones de dólares. Por eso los inversores globales pelean por poseer su acción. Y por eso Argentina, pese a sus restricciones, ofrece caminos reales para participar en esta historia.
Quien invierta con conocimiento y prudencia, puede capturar parte de un fenómeno financiero histórico. Quien se deje llevar por el entusiasmo desmedido, puede quedar atrapado en correcciones bruscas. El boom Nvidia seguirá generando titulares. La decisión de transformarlos en ganancias depende de cada uno.