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"Tengo $1 millón, ¿qué hago?": la City responde en qué invertir con dólar quieto y tasas en caída

Con menor rendimiento en pesos y un dólar estable, la City propone carteras que mezclan cobertura frente a la inflación y el dólar
19/11/2025 - 13:00hs
"Tengo $1 millón, ¿qué hago?": la City responde en qué invertir con dólar quieto y tasas en caída

La escena financiera local cambió de forma marcada tras las elecciones. El dólar financiero se movió dentro de un rango más estable, cerca de $1.450-$1.500, lo que suavizó las distorsiones que se habían acumulado en los últimos meses. La inflación de octubre quedó en 2,3% mensual y el Banco Central (BCRA) logró avanzar con un nivel de tasas de interés más bajo.

Ese combo reordenó expectativas y abrió una etapa distinta, aunque todavía lejos de una normalización definitiva.

Los informes de grandes de la City, como lo son Balanz, Allaria, Parakeet y Facimex señalan un punto en común. La curva CER recuperó protagonismo porque los precios avanzan más lento, pero no lo suficiente como para justificar salir del ajuste por inflación. Los duales siguen siendo una herramienta clave para cubrirse de eventuales movimientos de la tasa de interés. Los bonos en dólares ganaron atractivo con la caída del riesgo país. Los CEDEARs continúan como la vía más eficiente para sumar crecimiento internacional.

Con ese marco, estas son las tres estrategias completas para distribuir $1.000.000 según cada perfil.

Perfil conservador: prioridad en proteger el capital

El objetivo de este portafolio es preservar el capital, "dormir tranquilo" y seguir ganando en términos reales. La estructura se apoya en instrumentos que responden bien a la inflación, un riesgo recurrente en la Argentina.

El corazón de esta cartera son $500.000 en bonos CER, divididos entre TZX26 y TZXD5. El TZX26 se destaca por su capacidad de mejorar precio si las tasas reales continúan bajando. El TZXD5 aporta estabilidad, ya que parte de su ajuste por CER está prácticamente cerrado y actúa como una LECAP que rinde más. Con números, esto último resulta más claro

  • T15D5: LECAP que vence el 15/12/25 rinde 25% TNA
  • TZXD5: Bono CER que también vence el 15/12/25 rinde 27% TNA

El segundo tramo de este portafolio de 1 millón, son los $250.000 en duales cortos, específicamente TTM26. Funciona como seguro frente a eventuales movimientos de la tasa de interés mayorista (TAMAR). Y es que, en medio de un contexto donde el esquema de bandas todavía genera debate, estos bonos son una herramienta clave para evitar sorpresas.

El tercer componente son los $150.000 en bonos en dólares específicamente AL30. No se busca maximizar rendimiento, sino equilibrar la cartera con un instrumento que resista cualquier sobresalto del tipo de cambio. Este instrumento, además de ofrecer cobertura frente a subsa del dólar, rinde hoy cerca de un 11% en moneda dura.

El tramo final se completa con $100.000 en CEDEARs defensivos como Medtronic, Procter & Gamble y VALE. Son empresas internacionales estables, con balances sólidos y baja volatilidad, ideales para un inversor que prioriza la tranquilidad.

Perfil moderado: Más retorno sin caer en excesos

El inversor moderado busca un equilibrio más ambicioso -y difícil de lograr-. Quiere ganarle a la inflación, aprovechar oportunidades, diversificar riesgo y aceptar fluctuaciones razonables. En este perfil, las acciones argentinas vuelven a aparecer como una pieza para mejorar rendimiento sin llevar el riesgo de la cartera al límite.

El primer bloque se concentra en $350.000 en bonos CER, repartidos entre TZX26 y TZXO6. El TZXO6 suma una duración mayor que puede potenciar ganancias si las tasas reales continúan descendiendo. El TZX26 actúa como un clásico dentro del universo CER, con rendimiento sólido y riesgo acotado.

La segunda capa son $200.000 en duales entre TTJ26 y TTS26. En un escenario donde la inflación y la tasa de interés siguen ajustándose, estos bonos funcionan como amortiguador natural frente a ambos movimientos.

El tercer segmento se apoya en $200.000 en bonos en dólares entre GD35 y AL30. GD35 es el más sensible a mejoras del riesgo país. Frente a una eventual salida al mercado por parte de Argentina el precio de este último bono es que tiene "todas las de ganar" sin asumir excesivo riesgo duration.

En la parte internacional se suman $200.000 en CEDEARs de compañías reconocidas: MercadoLibre, Meta, Chevron, Tesla y Adobe. Esta selección cubre tecnología, consumo digital, energía y software, sectores que ofrecen crecimiento y menor dependencia del ciclo local.

En esta cartera se incorporan $100.000 en acciones argentinas, una porción algo moderada pero relevante. La selección más repetida en los informes de la City reparte $50.000 en BBVA Argentina y $50.000 en Pampa Energía.

BBVA quedó con valuaciones muy bajas en dólares y podría reaccionar si el crédito vuelve a expandirse. Pampa es una de las empresas más sólidas de la Argentina, con negocios diversificados y buena gestión operativa. Esta pequeña porción local suma potencia sin elevar demasiado el riesgo general.

El resultado es una cartera equilibrada, con motores en pesos, dólares y mercados globales, junto con una dosis local que puede aportar rendimiento adicional si las condiciones económicas mejoran.

Perfil agresivo: Máximo rendimiento con volatilidad

El inversor agresivo quiere capturar el mayor rendimiento posible y está dispuesto a tolerar mayor volatilidad. Esta estrategia incluye activos de mayor duración -bonos que vencen dentro de mucho tiempo-, exposición internacional agresiva y un bloque fuerte de acciones argentinas. La lógica es detrás de este portafolio de 1 millón es: Si la normalización macro avanza y el riesgo país sigue bajando, estos activos se revalorizan con rapidez.

El primer bloque es $250.000 en CER largo, distribuidos entre TZX28 y TZX27. Estos bonos reaccionan con fuerza a las bajas de tasas reales y son ideales para este perfil.

El segundo segmento combina $100.000 entre Boncap T30E6 y TZV26, el dólar linked. El Boncap se volvió mucho más atractivo con la baja de tasas, mientras que el dólar linked protege ante la estacionalidad cambiaria que suele aparecer en verano.

La pata en dólares es la más grande, con $300.000 entre AL41, GD35 e AE38. Los tres papeles tienen alta sensibilidad a la caída del riesgo país y pueden amplificar ganancias si el mercado argentino continúa normalizándose.

En la parte internacional, los CEDEARs se llevan $250.000 distribuidos entre Nvidia, Tesla, MercadoLibre, Palantir, Meta y Vista Energy. Son compañías que lideran sectores tecnológicos y digitales de alto crecimiento. Su volatilidad es alta, pero su potencial de suba también lo es.

Vista es la gran apuesta local gracias a su crecimiento acelerado y su perfil exportador 

La parte más distintiva de esta cartera se concentra en $200.000 en acciones argentinas. La City propone una selección que combina energía, bancos y Vaca Muerta. El reparto típico asigna

  • $50.000 a YPF (YPFD)
  • $50.000 a Grupo Financiero Galicia (GGAL)
  • $30.000 a Pampa Energía (PAMP)
  • $30.000 a BBVA Argentina (BBAR)
  • $20.000 a Transportadora de Gas del Sur (TGSU2)
  • $20.000 a Edenor (EDN)

Pampa mantiene una estructura diversificada y eficiente. Galicia tiene margen de rebote si la actividad se estabiliza y el crédito comienza a normalizarse. Este bloque local funciona como un acelerador del rendimiento total.

La cartera agresiva es la que más puede subir si la macro acompaña. También es la que más puede oscilar. Está diseñada para inversores con horizonte largo y tolerancia real al riesgo.

La clave esta en el equilibrio

El mercado volvió a demostrar que ningún activo por sí solo garantiza nada. La calma del dólar puede durar un mes o evaporarse en una tarde y la baja de tasas abre oportunidades al mismo tiempo que obliga a recalibrar todo el portafolio.

En este contexto, la City dejó un mensaje simple y firme, en el cual, la única forma de resguardar capital y, al mismo tiempo, abrir la puerta a ganancias reales, es combinar inflación, dólar, crecimiento internacional y acciones argentinas que quedaron algo baratas.

Las carteras que mezclan CER, duales, bonos en dólares, CEDEARs y un bloque de renta variable local se transforman en el nuevo estándar. No porque sean infalibles, sino porque son las únicas que resisten cualquier giro de la macro.

El inversor que diversifica de forma inteligente logra mantener -y ver crecer- su capital sin quedar atrapado en un único riesgo.

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