HBO vs. Cuevana: un nuevo round en la pelea judicial

La pelea por los derechos de autor en Internet ha tenido varios campos de batalla a nivel internacional. Pero, sin dudas, el que más cercano sentimos los argentinos es el round iniciado entre HBO y Cuevana.

El sitio que desde fines de septiembre de 2009 facilita links a sus seguidores para ver lo último en materia de cine y series de TV fue demandado penalmente por HBO el 22 de noviembre del año pasado. Pero, recientemente, éste amplió su denuncia para incluir a los presuntos colaboradores del sanjuanino Tomás Escobar, un estudiante en "stand by" de ingeniería en computación, de 22 años.

Esta web nació como un hobby entre amigos que "querían verlo todo" sin pagar nada. El problema para su creador empezó a incubarse cuando mucha gente se hizo segudora de su idea y aparecieran los primeros banners, recuerda una nota de La Nación.

Todo parecía fácil y sin mayores costos. Pero las grandes productoras, importantes estudios de cine y señales de TV reaccionaron y comenzaron a querer defender sus derechos. Aunque tampoco les resulta tan fácil: Cuevana sostiene no guardar en ningún servidor propio contenido alguno, limitándose a ser un mero enlace entre los internautas curiosos y los links de acceso a diversos materiales.

Una batalla mucho más grande que Cuevana
En los últimos meses, gobiernos y corporaciones privadas empezaron a agruparse en una incipiente ofensiva, de inusitada fuerza, contra los "Robin Hood" de la web, destaca el mencionado matutino.

Un golpe fuerte lo dio el FBI el 19 de enero último, al detener al creador de Megaupload, el principal servicio de alojamiento de archivos, y ponerle un freno al sitio.

Esto se sumó a los amagos legislativos norteamericanos para frenar la piratería online (popularizados por sus graciosas siglas, PIPA y SOPA).

Pero eso no es nada si se compara con los espectaculares operativos que tuvieron lugar en estos días en una suerte de "guerra de las galaxias" virtual, donde se vio un potente operativo de Interpol contra la red de hackers Anonymous, con allanamientos y detenciones en distintos países. Cayeron en la redada incluso diez argentinos.

Obviamente, la respuesta no se hizo esperar y la página de la mismísima Policía Internacional recibió un ciberataque, recordó el matutino porteño.

¿Y Cuevana?
Con tanta agitación, no es raro que Escobar esté pensando urgentemente en una reingeniería de Cuevana, para intentar reconvertirse en una compañía legal.

No es poco lo que tiene para ofrecer: quince millones de usuarios al mes.

Frente a eso hay dos posibilidades por parte de los grandes jugadores del negocio audiovisual que fueron sistemáticamente birlados gracias a los links que se ofrecían desde su sitio:

• una es enojarse y llevar las acciones hasta las últimas consecuencias para desactivar por completo a Cuevana (y no mucho más, porque no parece que Escobar haya exhibido bienes ni cuentas cuantiosas que permitan resarcir los daños y perjuicios por los derechos caídos); 
• la otra es munirse de extremada paciencia y una amplia tolerancia para hacer borrón y cuenta nueva, cobrarle a cuenta y empezar a venderle derechos de exhibición como a cualquier otra pantalla legal. 

Su cartera de seguidores no es para nada despreciable ni para desaprovechar. Los que puedan dejar de lado un comprensible resentimiento y hagan imperar su espíritu práctico, quizá puedan llegar a encontrar allí una nueva ventana que conecta con una enorme porción de público que es preciso poner cuanto antes dentro del sistema, apuntó la nota de La Nación.

El reclamo de HBO
Sin embargo, HBO estaría lejos de ese camino, ya que en la ampliación reciente de su demanda puso la mira sobre nueve personas más (una, incluso, radicada en México), sindicados como colaboradores directos de Escobar.

El tribunal, a cargo de una jueza subrogante, estaría por notificar formalmente a Escobar de la causa, en la que hasta ahora sólo husmeó informalmente su abogado penalista, para que ejerza su legítima defensa.

Desde la compañía internacional se informó que "HBO continuará ejerciendo acciones legales en toda la región hasta desarticular la red internacional de colaboradores de Cuevana.tv y de cualquier otra organización que se dedique a lucrar por medio de la violación de sus derechos de propiedad intelectual".

La hipótesis de máxima de la empresa es que el tribunal dicte próximamente alguna medida cautelar que ordene el cierre operativo de Cuevana u otra, de mínima, que bloquee en ese sitio los links que conducen directamente hacia la producción de HBO.

¿Qué ley rige el mundo virtual?
Hasta tanto no haya una legislación más moderna que contemple las particularidades propias de la red, tiene plena vigencia la Ley 11.723 (la norma que rige los derechos de propiedad intelectual de cualquier contenido en el soporte que fuera), cuyo artículo 72, inciso a, considera como una defraudación, pasible de ser castigada con una pena de hasta seis años de prisión, al "que edite, venda o reproduzca por cualquier medio o instrumento, una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o derechohabientes".

Para trater de evitar más problemas, Tomás Escobar -que después de vivir 18 años en Córdoba se instaló en Buenos Aires hace pocos meses- comenzó a tejer acuerdos con directores independientes latinoamericanos para estrenar sus producciones en Cuevana como una manera de empezar a regularizar su presencia en el mercado online, mientras que alrededor de un 30% de los links que ofrecía están caídos.

Recientemente se vio en su sitio el film Stephanie, dirigido por Maximiliano Gerscovich y protagonizado por Antonio Birabent y Soledad Fandiño, con gran repercusión ya que se calcula que tuvo 200.000 reproducciones en un mes, concluyó la nota de La Nación.