Cómo es el estudio de abogados que más creció en los últimos 15 años
El estudio nació en enero de 1990, cuando un grupo de "amigos", recién pasados los treinta años de edad, consideró oportuno independizarse y fundar la firma, en una época que "nos encontró muy bien posicionados para atender la demanda de inversores y financistas internacionales", aseguró Enrique Bruchou, uno de los socios fundadores.
El secreto del crecimiento está en que "nos encontró con la edad y experiencia justa para atender la avalancha de capitales", afirmó Bruchou, y, con el tiempo, se pudo realizar "la evolución de una boutique a una firma full service".
Así, a los comienzos en el desarrollo de una práctica concentrada en lo bancario, área que lideran, sumaron con los años nuevos campos de acción. Esa decisión los llevó a constituir departamentos internos en otras especialidades, como impuestos, derecho administrativo, propiedad intelectual, litigios.
Bruchou, Fernández Madero, Lombardi & Mitrani muestra otra particularidad. Al grupo de socios que desarrolló la firma en su primera década se incorporó un grupo de juristas que provenían del Poder Judicial, entre ellos están los ex camaristas Carlos Rotman, Alfredo Di Iorio, Roberto Mordeglia y Rafael González Arzac, a los que se sumó, hace unas pocas semanas, el ex juez Francisco Cárrega.
Desde una de las salas de reuniones, en uno de los dos pisos y medio que por ahora ocupa la firma, hasta que culminen las obras en un tercero, en la torre IBM, en Puerto Madero, socios de la firma explican los motivos de ese desarrollo.
Crecimiento
En 15 años, el estudio pasó de tener cinco abogados a 105, de los cuales, en la actualidad,16 son socios. Entre las firmas fundadas a comienzos de la década del noventa, "prácticamente ninguna logró un crecimiento comparable con el nuestro", indicó Bruchou, que destacó el acuerdo de cooperación que se realizó con el estudio Garrigues, de España, que con 1.400 abogados es el más grande de Europa continental. Dicha alianza, con características de exclusividad, incluye a otras firmas líderes en Brasil, México y Portugal. Con esa alianza "culminamos la evolución".
"Nos consideramos el estudio de mayor crecimiento, aunque obviamente el más grande es Marval, O’Farrell & Mairal, que es un estudio que tiene más de ochenta años de historia", afirmó Bruchou.
Los socios principales de la firma son Bruchou y Carlos Lombardi, que venían del estudio Beccar Varela, y Jaime Fernández Madero y Cristian Mitrani, provenientes del área jurídica de la empresa Techint.
El estilo "orientado al cliente" es una de las explicaciones que Fernández Madero encuentra para definir el crecimiento de la firma y que permite "entender y hablar en el lenguaje del cliente", indicó.
A ello se adiciona un factor preponderante: la incorporación de "un grupo de notables", que se sumó a la juventud que ya tenía la firma, y que en sus especialidades son "reconocidos", aseguró Bruchou. Así llegaron abogados provenientes del Poder Judicial y otros, como Hugo Bruzone, que fue director del Banco Central de la República Argentina.
"Sumado a nuestra capacidad más transaccional, internacional y demás, nos da una buena combinación de dinamismo y experiencia para atender las cuestiones de más conflictividad; es un elemento poco común en los estudios jurídicos", dijo Fernández Madero.
Rotman no duda en destacar que "la calidad de excelencia de la actividad profesional que se presta, la organización y la inmejorable calidad personal de los socios" fueron las principales razones que lo llevaron a resignar su "fuerte compromiso vocacional" con la magistratura, para asumir un "nuevo desafío".
Organización
Para los socios, la organización de los recursos humanos es fundamental. Por ello, desde hace varios años se tomó la decisión de incorporar los conceptos más modernos en el mundo en materia de carreras profesionales, que se aplicaron con éxito en las empresas más reconocidas de consultoría.
"La cuestión organizacional es un arma que tenemos", afirmó Bruchou. El sistema permite que los abogados de la firma desarrollen carreras pautadas objetivamente, donde las capacidades para ascender a cada una de las categorías internas (junior, intermediate, semi senior, senior) están claramente explicitadas. Se utiliza una forma que "no se hace en otros estudios del país ni de Latinoamérica y que sí en firmas anglosajonas", afirmó.
"Cada abogado tiene un padrino, que es un socio o senior y ayuda a cada abogado en su carrera; son designados según la afinidad y las áreas donde se desempeña."
Ello le permite al abogado tener un canal donde expresarse y el padrino es el responsable de seguirlo y asesorarlo en la planificación de su carrera. Además, tenemos un comité de asociados, que se reúne, periódicamente, con los socios de recursos humanos, para evaluar cuestiones de trabajo. Todo eso permite que si alguien tiene un problema pueda ser atendido rápidamente; así, en vez de taparlos los hacemos subir a la superficie para resolverlos", dijo.
El sistema le quita toda subjetividad a los socios al momento de promover a los integrantes del estudio, pues la evaluación de cada profesional la realizan todos los miembros de la firma. Para Fernández Madero, se rompió "con la tendencia histórica de que las carreras de abogados sean inciertas y manipuladas políticamente por los socios".
Los abogados son evaluados semestralmente a través de planillas insertas en Intranet del estudio, "a través de exámenes de abajo arriba, en donde hasta los juniors evalúan a sus superiores", explicó Fernández Madero, uno de los socios encargados del manejo de recursos humanos. Para poder implementar el sistema, "investigamos durante años como lo hacían las consultoras y bancos de inversión de mayor prestigio internacional, e hicimos cursos en Harvard, y el resultado de eso es que la gente está encantada".
Más allá de los beneficios productivos que implica tener un sistema ordenado de administración de los recursos humanos, el estudio fue distinguido por la organización Great Place to Work, que a través de consultas confidenciales a empleados sobre el grado de satisfacción en todo tipo de firmas elabora rankings anuales.
En la última evaluación de esa organización, Bruchou, Fernández Madero, Lombardi & Mitrani fue la segunda empresa de capital nacional entre los primeros puestos del ranking, y obtuvo además un premio especial a la consistencia por haber figurado siempre entre los rankeados, donde no aparece prácticamente ningún otro estudio jurídico.
Talentos
Ese sistema demostró ser "muy eficiente para captar y retener talentos", aseguró Fernández Madero, y una herramienta para "atraer" abogados, pues "se hizo conocido y nos viene a ver la mejor gente; se sienten motivados porque ven que tienen una carrera en la cual pueden progresar".
La firma utiliza dos canales para incorporar empleados. Uno es el que denominan "permanente", por el que ingresan abogados jóvenes o estudiantes, principalmente a través del reclutamiento en universidades, adonde concurre un equipo especial conformado por socios y seniors que presentan el sistema de carrera del estudio".
La otra vía se utiliza "de acuerdo con las necesidades", pues se usa cuando algún profesional en particular interesa al estudio para un área específica. "Los estudios se focalizan generalmente en la parte comercial, en el cliente mismo; nosotros pensamos diferente", explicó.
Pablo Méndez