Crecen los "pools de siembra" por fideicomisos agropecuarios
El "pool de siembra" es un nuevo concepto en materia de negocios agropecuarios Pyme. Pero no es sólo eso, desde su aparición, tras la crisis de 2001 y la consecuente falta de financiamiento de los productores en todo el país, se convirtió en una figura en pleno auge y sostenido crecimiento.
Mediante el "pool" son integrados contratistas rurales, empresas de agroquímicos, productores y -como novedad- el inversor que no proviene del agro. Asociados, llevan a cabo determinado emprendimiento, que en general es la producción de soja, maíz, girasol y trigo.
Ante las diferentes estructuras societarias bajo las cuales las partes pueden erigirse, la mayoría utiliza la herramienta de "moda" en finanzas: el fideicomiso.
"Si bien los pools de siembra se pueden constituir como sociedades de hecho o contratos de agricultura a porcentaje, jurídicamente es recomendable la constitución mediante fideicomiso", explicó la Dra. Claudia Chiaradía, contadora y vicepresidente de la Comisión de Actuación Profesional en Empresas Agropecuarias del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Cpcecaba).
Otras asociaciones que también utilizan el fideicomiso agropecuario son las que aprovechan "nichos", negocios de alto rendimiento y hasta estacionales, como pueden ser los berries (en especial los arándanos, aunque también frutillas, fresas y moras) o, el ganado de feed lot.
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Por qué fideicomiso
El fideicomiso agropecuario permite obtener un financiamiento a menor costo de acuerdo a determinadas características de los contratos y mayor seguridad jurídica.
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"En general, y como característica de estos contratos, se constituye un patrimonio diferente a los de sus propietarios, separando a éstos de la titularidad de los bienes que se aporten por un período de tiempo (propiedad fiduciaria) bajo una administración predeterminada y con un fin específico, no son sociedades ni poseen personería jurídica", explicó Chiaradía.
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Según Fernando Vorobiof, economista y gerente de Rosario Fiduciaria SA, "el fideicomiso deja afuera todo el riesgo que pueda tener cada participante por otra línea de negocios, brinda cobertura legal, minimiza los riesgos legales".
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Por estas razones es que la mayoría de los "pools" de mediana envergadura se valen del fideicomiso. Pero, del "no financiero", cuando se trata de inversiones inferiores a u$s2 millones y de ahí en adelante, en general, se recomiendan los "financieros".
Las diferencias entre el fideicomiso ordinario y el financiero son:
· En el financiero se emiten títulos valores y su fiduciario debe ser una entidad financiera o una persona jurídica autorizada por la Comisión Nacional de Valores.
· El fideicomiso ordinario es un contrato que puede celebrarse entre particulares, sin la necesidad de intervención o autorización de ningún tipo.
Debe aclararse que si bien los pools de siembra son muy atractivos como inversión, tienen sus riesgos, que son los de la producción. Su principal convocatoria es de productores, inversores que ya no apuestan a los bancos. El inversor de la bolsa es netamente financiero, apuesta a una tasa fija e intenta sortear el riesgo "perfomance" o producción
En auge: inversores no pertenecientes al sector
Al no abundar las alternativas de inversión –los bancos no son atractivos por las bajas tasas y poco compite la rentabilidad de otras opciones frente a las que ofrece el campo-, y al garantizar el fideicomiso una importante seguridad jurídica, no son escasos los inversores ajenos al sector del agro que se vuelcan al "pool".
El auge de los fideicomisos agropecuarios –tanto los financieros como los no financieros- acompaña el crecimiento general que esta herramienta tiene en el mercado local.
Así lo demuestra un informe de Nora Trotta, titular de Gainvest, en el que se consigna que sólo en abril, se emitieron 11 fideicomisos financieros por un total de $280 millones (81% más que el año pasado), lo que acumula en el año $1.213 millones que representan un incremento de 377% respecto de igual período de 2004.
Casos del sector
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Un caso del fideicomiso agropecuario puede ser FIDAGRO, constituido bajo la forma de no financiero.
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El otro caso es el del Fideicomiso Financiero Fondo Ganadero destinado a la cría de animales bajo el sistema de capitalización de hacienda, que actualmente se encuentra en pleno período de suscripción de inversores, el cual es un proyecto del INTA, donde el BAPRO es el órgano fiduciario.
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Se puede agregar el Fondo Agrícola de Inversión 2007 fideicomiso financiero, cuyo órgano fiduciario es el Banco Ciudad, y se han emitido títulos de deuda fiduciaria clase A por u$s3 millones y clase B, por u$s15 millones.
Para saber más: Aspectos impositivos del fideicomiso no financiero
Andrea Sambuccetti
andreas@infobae.com