El diseñador Gonzalo Berro se independiza de su socio Ken Cato
Caminos bifurcados
El joven Gonzalo Berro deja atrás una historia de 10 años de sociedad comercial con el estudio de diseño dirigido por el australiano Ken Cato.
La desvinculación sobreviene por la divergencia en los enfoques del negocio. Berro quiere posicionarse como uno de los estudios de diseño y branding más destacados de la región al tiempo que Cato concentra la mayor parte de su atención en Australia y Nueva Zelanda. De hecho, si Ken Cato quisiera sumarse a la idea de armar una red latinoamericana, seguramente podrían seguir juntos.
Escala internacional
El Grupo Berro, el nuevo nombre de la compañía que abandona el apellido Cato, nace con oficinas propias en la Argentina, España y Chile, un staff de 40 personas y 25 clientes activos. "Hoy no me resulta fantasioso imaginarme en 20 países dentro de tres años" , declaró Gonzalo Berro en la rueda de prensa celebrada en el Faena Hotel. Su ambición pasa por instalarse en Ecuador y Perú, donde además podrá despuntar su afición por la cría de caballos.
Ya independizado, Berro estima facturar unos $7 millones durante el 2005 al tiempo que para el próximo año piensan llegar a $12 millones. Entre los clientes más destacados figuran nombres como La Campagnola, Grupo Peñaflor, Sara Lee, Química Estrella, Valentín Bianchi, Petrobrás, LAN, Estancia y Cabaña Las Lilas y también se suman los desarrollos de centros comerciales españoles y chilenos.
Pavo real
La figura de un pavo real es el ícono elegido por el Grupo Berro para presentarse en sociedad. A través de esta figura quieren generar impacto y recordabilidad. Por otra parte, el nacimiento de Grupo Berro viene anunciado en un libro que fue distribuido a la prensa y será entregado también a sus clientes o prospects.
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Vender ante todo
La filosofía de Gonzalo Berro es que el diseño no es sólo un dibujo bonito, sino que su fin único es el de vender. Más allá de ponderar y respetar lo estético desde Grupo Berro adhieren a rajatabla a la idea de que el único éxito es lograr que el producto venda más. Entre los ejemplos que les gusta destacar:
- Dulce de Leche Poncho Negro de La Campagnola
Rediseñaron la etiqueta pero sin provocar ningún cambio sustancial de ubicación ni formato, tampoco tuvieron apoyo publicitario, sin embargo el cambio de diseño hizo crecer las ventas en un 27%.
- Frizzé
Es un vino gasificado desarrollado por Peñaflor a través de la Bodega Andean Viñas para captar al público joven. En este caso el nuevo diseño les permitió pasar de una venta de 5 mil cajas a 500 mil logrando un share en el mercado del 52%.
"Soy sisísta"
Así se definió Gonzalo Berro aludiendo a que siempre está dispuesto a estudiar los trabajos que le llegan y antes que dar un "no" se toma 15 minutos. No por nada su propia carrera está basada en una impronta que no se dejó amilanar por una posible negativa.
Gonzalo Berro se inició como cadete en la agencia de publicidad Soares Gache y, desde esa plataforma privilegiada, observó qué poca importancia se le daba al diseño. Al ver que los clientes no eran atendidos debidamente en este rubro, empezó a involucrarse en forma directa. Así surgió la idea de dedicarse de lleno al diseño y empezó a abrirse camino.
Entre otras cosas se le ocurrió escribirle una carta a los principales estudios de diseño del mundo y para sorpresa uno de los que respondió fue el destacado Ken Cato. Así surgió un vínculo que combinó amistad con negocio. El destacado diseñador se sorprendió del joven veinteañero y pelilargo, y decidió apostar a su desarrollo.
En 1996 oficializaron la sociedad Cato Berro Diseño con una sociedad del 50% y, hoy 10 años después, el joven de 36 años ya está tomando la posta para seguir solo con la misma filosofía.
Alicia Vidal (avidal@infobae.com)