Paintball: una insólita capacitación que se impone en las empresas
El laboratorio francés Pierre Fabre se estableció en el país hace cinco años, "pero como estábamos muy ocupados en crear la empresa, recién después de 2004 comenzamos a fijarnos en el rendimiento de los diversos sectores, y a detectar las fallas", explica a INFOBAEprofesional con un muy marcado acento francés, Luc Ottavioli, el Director de la compañía en el país.
Un paso a paso hacia la conquista
Después de reorganizar integralmente el sector dermocosmética en 2003 "que no tenía organización y ahora es un relojito que creció un 45%", dice Ottavioli, el año pasado le tocó el turno a Medicamentos.
"El negocio caminaba más o menos, pero estaba estancado. El sector necesitaba una redinamización fuerte. La gente hacía su trabajo pero nada más. Nuestro objetivo era tener un equipo que pudiera alinearse con nuestras ansias de conquista del mercado, que pusiera garra, que se uniera en la lucha. Pero no estaban comprometidos y eran poco productivos".
La libertad de elegir
Con un plantel de 200 personas, y sin departamento de recursos humanos, el propio Ottavioli es quien decide las políticas de personal. Fue él quien decidió que durante la convención anual de ventas 2005 que se hizo en Colonia, Uruguay, además del tradicional ejercicio conjunto de "búsqueda del tesoro", se contratara una jornada de capacitación específica para el aréa de medicamentos: la tarde de paintball o juegos de guerra de pintura, un novedoso servicio corporativo brindado por una agencia de exmilitares argentinos, a quienes Ottavioli define como "gente joven, muy deportiva".
¡No dispare! ¡Soy su gerente!
estabámos vestidos con uniformes de guerra, chalecos antibalas, antiparras, máscaras, hombres y mujeres todos juntos. Los instructores hacen de atacantes, mientras nosotros estábamos todos unidos defendiendo nuestra bandera, que era una de verdad que hicimos con el logo de Pierre Fabre. Para mí fue algo genial, una experiencia única, de pura adrenalina".
Unidos ante el enemigo
El objetivo de cohesionar al equipo según Ottavioli, se cumplió con creces. "Todos nos engachamos, no había jerarquías, y nos ayudamos porque antes de la batalla hay que reunirse y organizarse para decidir cómo defender la bandera. Por ejemplo, nosotros habíamos hecho dos o tres líneas de defensa, una externa y otra central, porque en cuanto te pega una bolita y te mancha tenés que salir, estás muerto. Y pega fuerte, y duele, porque es de aire comprimido".
Según Ottavioli, después de ese evento, la división Medicamentos empezó a consolidar su crecimiento, que ya superó el 17%. La jornada compartida dio los frutos que la empresa esperaba, y dejó algunas otras sensaciones. "Cuando terminamos la experiencia y volvíamos a Buenos Aires, todos nos sentíamos muy raros, había sido algo muy shockeante, nunca habíamos hecho algo así y menos todos juntos. Pero salimos sintiéndonos vivos, unidos".
Florencia Bernadou
fbernadou@infobae.com