G. Breuer: de estudio jurí­dico de nicho a "full service"

El estudio G. Breuer tiene prácticamente la misma edad que la primera Constitución de la Argentina. No se conoce exactamente cuándo Gustav Breuer vino de Alemania al paí­s, pero sí­ hay registros que muestran que en 1869 representó a un cliente para obtener una patente de invención, datos que revelarí­an que es la firma de abogados más antigua de la Argentina.

Nació como una firma dedicada exclusivamente al registro de marcas y patentes. Un área en la que es "muy difí­cil de entrar", aseguran sus socios, debido a que la propiedad intelectual implica un grado superior de confianza de los clientes hacia sus abogados.

"Corremos con la ventaja de tener clientes muy leales", dijo Alberto Navarro, socio de G. Breuer, firma que aún conserva clientes con marcas de un siglo de vida en la Argentina y que desde entonces el estudio asesora, tales como Pepsi, L’Orèal, General Motors, Volskwagen y 3M.

"Hace unos años celebramos los setenta años con Unilever y los ochenta y cinco años que Shell lleva en el paí­s", comentó Navarro, que se sumó a la firma en 2001, tras una decisión que hizo que la firma se abriera a otros campos.

Hacia una firma de servicios integrales
"Hoy somos una full services firm", explicó Navarro. Hace cuatros años G. Breuer Abogados se abrió a prácticas de derecho societario y financiero; fusiones y adquisiciones; defensa de la competencia; y derecho tributario, laboral, aeronáutico, entre otras áreas; lo que permitió pasar de una firma abocada exclusivamente a propiedad intelectual e industrial a un estudio integral de servicios corporativos, "en momentos en que el paí­s estaba en una situación caótica".

Ese cambio le significó al estudio salir del nicho de las marcas y patentes, ámbito en el que se posicionan entre los lí­deres del mercado y en el que se desempeñan desde hace 136 años. "Esa salida fue buena, pese a que algunos por ignorancia o competencia aún nos asimile con el rótulo de marcas y patentes", afirmó Navarro, que es el encargado en la firma del manejo diario de la organización.

"Crecimos sustancialmente en el área de derecho comparativo, incluido el contencioso, que es el bread and butter de los abogados y aún en temas que parecen de poco valor agregado", agregó.

El apellido Breuer perdura y ya va por la cuarta generación. "La firma es más futuro que pasado", aseguró Jorge Otamendi, socio de la firma y descendiente de Gustav Breuer; agregó que "al momento de prestar el servicio hay que hacerlo de la mejor manera; da lo mismo que tengamos 150 años de historia que diez".

Desde hace treinta años la organización se asienta sobre 25 de mayo al 400, en donde funciona la agencia de marcas y el estudio de abogados. En sus modernas salas contrastan centenarios poderes que aggiornan  las paredes, y que se complementan con extensas bibliotecas que reúnen la "más amplia colección sobre propiedad intelectual" y jurisprudencia completa de la Corte Suprema de Justicia.

Generadora de leading cases
G. Breuer se caracterizó en el área de marcas y patentes por ser una firma generadora de leading cases. Así­, actuaron en casos que aún son estudiados en la mayorí­a de las facultades de derecho de la Argentina, como el de las mamparas Christian Dior. También participaron en la fusión de Telecom con Telefónica y de Movicom con Bell South o en la guerra de las hamburgueserí­as Burger King y Pumper Nic. Sus abogados también participaron en la redacción de leyes sobre propiedad intelectual.

En los últimos años, debido a los avances tecnológicos, la firma incorporó a sus servicios asesoramiento en informática, Internet y nombres de dominios y licencias. Además, abrió el área de derecho del entretenimiento y la publicidad, guiada por el abogado Pablo Máspero, lo que "nos hace tener el derecho a la propiedad intelectual en su máxima expresión", afirmó Navarro.

G. Breuer llegó a la Argentina cuando aún estaba fresca la tinta en la que se reconocí­a el derecho constitucional de propiedad sobre las invenciones. Casi un siglo y medio después el estudio dio otro paso y abrió sus puertas a otras prácticas, ayudado por el vasta experiencia en propiedad intelectual, que es "una muy buena base para poder crecer en otras áreas", reconocieron desde la firma.

El caso de G. Breuer es uno de los tantos estudios en la Argentina que amplió sus servicios a otras áreas, en tiempos en que, según Otamendi, la competencia profesional es "más agresiva". El salto dado por G. Breuer ayudó a posicionar a la firma "como una de las lí­deres", aseguró Navarro, aunque "el interés nuestro no pasa por transformarnos en un estudio con mayor cantidad de abogados, sino en que nos reconozcan por nuestro buen nombre y tradición".


Pablo Méndez - pmendez@infobae.com