El fenómeno del "mobbing" en la Argentina
El fenómeno "Mobbing" deriva del término inglés "mob" cuyo significado en castellano sería el de una multitud excitada que rodea o asedia a alguien o a algo, bien sea de forma amistosa o bien de forma hostil. Por su parte, el verbo "to mob" describe la acción de esa multitud de agolparse o atestarse en torno a algo o bien la de asediar o atacar en masa a alguien. El origen de la palabra describe, por tanto, una acción colectiva de un grupo de personas frente a algo o a alguien.
El concepto de "mobbing" o acoso moral ha sido desarrollado históricamente por diversos científicos y psicólogos (principalmente en Europa) como la situación en la que una persona (o en raras ocasiones un grupo de personas) ejerce una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente y durante un tiempo prolongado, sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona o personas abandonen el lugar de trabajo.
Entonces, el mobbing se configura como un proceso de destrucción que provoca la exclusión laboral dirigida al trabajador dependiente. En este sentido, esta figura dentro del ámbito laboral se traduce como una forma de violencia discriminatoria por parte de los superiores del trabajador.
Este fenómeno posee varias etapas y comienza por manifestarse cuando se obliga al trabajador a realizar trabajos contra su propia voluntad, o cuando lo cambian habitualmente de ubicación, o le asignan tareas diferentes a las de su categoría (todo ello en ejercicio abusivo del ius variandi); se cuestionan todas sus decisiones, o simplemente se lo ignora.
Este fenómeno en la Argentina es poco difundido y no existe legislación al respecto, sin embargo, en 1998, un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) manifestó la existencia de un 6,1% de casos de mobbing en los varones y un 11,8% en las mujeres en nuestro país.
Algunos ejemplos de acoso
Como ejemplo de algunos casos ocurridos en el país están: en junio de 1998, el caso "Wal-Mart" en la provincia de Córdoba, en el cual el encargado de seguridad hizo desnudar a 36 empleadas para recuperar $6.000 faltantes; en octubre de 1999, 150 empleadas de una fábrica de ropa de la provincia de La Pampa fueron obligadas a desnudarse para un control.
Este resulta ser un fenómeno de importante consideración, dado que ocasiona en el trabajador consecuencias físicas, emocionales y psicológicas, que afecta tanto a mujeres y hombres, a la vez que produce la exclusión definitiva del trabajador del ámbito laboral en donde se desempeña.
Miles de trabajadores en relación de dependencia padecen diariamente este daño moral por parte de sus superiores. Como dato de la realidad, no puede soslayarse que los efectos negativos de esta figura, no sólo repercuten en la salud mental del trabajador, sino que las empresas también pierden tanto en los costos tangibles (pérdida de la eficiencia, ausentismo, reclutamiento y selección, litigios en la justicia, aumento de accidentes y enfermedades de trabajo), como en los costos intangibles, (reputación de la empresa, relaciones con la sociedad y sabotaje).
En tal sentido, desde el punto de vista empresarial, muchas veces los altos directivos de las empresas desconocen que dentro del seno laboral se configura esta situación de "mobbing" desde los superiores jerárquicos hacia los trabajadores supervisados. La causa de esto puede obedecer a una mala política de Recursos Humanos, o deficiencia de control en dicho sector.
Finalmente, cabe destacar que las víctimas de esta situación no sólo pueden ser los trabajadores de categorías inferiores (aunque se da en la mayor de las veces) sino también pueden sufrirlo los ejecutivos o gerentes, que se encuentran bajo control de un grupo o corporate.
Las medidas propuestas por la OIT ante este fenómeno van desde preventivas, como tomar en cuenta el origen de la violencia y no sólo sus efectos (el origen puede ir desde la discriminación hasta la falta de empatía); específicas, dado que cada forma de violencia necesita remedios diferentes; múltiples, como combinar diversos tipos de respuestas por parte de los directivos de las empresas actuando en conjunto con el sector de Recursos Humanos, o inmediatas, estableciendo medidas interventivas sobre quienes ejercen esta violencia, a efectos de contenerla, prevenirla o evitarla.
Natalia Laura Sciglitano, del estudio Grispo & Asociados