Carlos Zanini: "Nos han construido una historia de carpetas y carpetazos"
El secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, aseguró este martes en el Congreso que el proyecto de ley para crear la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) es para "mejorar" la normativa vigente "aprovechando la experiencia que se ha acumulado en los últimos años de la democracia argentina".
Zannini marcó además que el proyecto "es una norma perfectible" y, al igual que Parrilli, lamentó "la ausencia opositora en este recinto", aunque estimó que podría "ser posible que en el recinto participaran e intentaran enriquecer la norma".
El funcionario manifestó en el Senado en la apertura del debate de la iniciativa que "nos proponemos mejorar sin modificar sustancialmente el sistema nacional de inteligencia, achicando y especializando el órgano rector de la inteligencia nacional".
Al mismo tiempo, el funcionario apuntó contra las críticas al sistema de inteligencia actual: "Nos han construido una historia de carpetas y carpetazos, y en realidad queremos revelar todo eso".
Por ello, afirmó que con el proyecto "venimos a mejorar" la ley vigente y apuntó que del total del 53 artículos de la normativa se modifican sólo 11 y se incorpora 10 nuevos, "que enriquecen la ley en vigencia aprovechando la experiencia que se ha acumulado en los últimos años de la democracia argentina". "Quedan alrededor de 40 intactos", añadió.
Zannini destacó que "hacer una referencia al ministerio publico es muy importante" en relación a la competencia que tendrá para la realización de intervenciones telefónicas, teniendo en cuenta que "con el nuevo Código Procesal Penal el lugar indicado para que se produzca esa prueba es para quien tiene la responsabilidad de producir la prueba, que son los fiscales", dijo en declaraciones reproducidas por DyN.
"Se trata de poner límite a la inteligencia interna", afirmó y sostuvo que en el Gobierno "queremos el mejor instrumento, fortalecer los derechos individuales, incrementar las penas de los malos funcionarios", entre otros puntos.
El jueves continuará el debate parlamentario sobre el proyecto, esta vez a puertas cerradas en la comisión Bicameral Permanente de Fiscalización de Los Organismos y Actividades de Inteligencia, que encabeza la diputada María Teresa García (FpV).
Críticas del progresismo
Pese a los argumentos esgrimidos por el oficialismo, la reforma del sistema de inteligencia despertó voces críticas dentro de los sectores progresistas aliados al Gobierno.
En un comunicado titulado "Avances y retrocesos en la Ley de Inteligencia", el CELS alertó el apartado del proyecto que le transfiere la competencia de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal en lo que se refiere a las actividades indicadas en el art. 6, inc. 2 del proyecto, es decir la "inteligencia interior" y que describe como "Inteligencia criminal de delitos complejos".
"Este último artículo, al definir la "inteligencia interior" agrega como actividad de inteligencia a la investigación en materia de delitos federales complejos, inteligencia criminal compleja o atentados contra el orden institucional o democrático" (art. 36, CN). Esta capacidad de realizar investigaciones no está contemplada en la definición conceptual de Inteligencia Nacional del art. 2 del proyecto e implicaría una ampliación", señaló el organismo.
Para el CELS, "se podría interpretar que se propone otorgar a la AFI la capacidad de intervenir directamente en la producción de inteligencia criminal y en la investigación de delitos federales complejos aún en forma más amplia que en aquellos casos en los que haya una hipótesis de amenaza internacional".
Entre los principales señalamientos, el organismo señaló que deben reforzarse los niveles de control político sobre el organismo, que debe levantarse el secreto sobre la identidad del personal que no requiera ese resguardo, y suprimir la reserva sobre los fondos destinados a cubrir gastos propios de la administración de la agencia.
Asimismo, cuestionó la influencia que tendrían las grandes agencias de inteligencia sobre la nueva SIDE, a partir de la doctrina de las "nuevas amenazas".
"Al centralizar la inteligencia criminal de delitos trasnacionales, basados en la doctrina de las nuevas amenazas, abre a la AFI a la posibilidad de definir las hipótesis de conflicto y sus tareas de investigación e inteligencia a partir de su relación con las agencias de inteligencia de las potencias mundiales (agencias desde donde se filtran y sobredeterminan los fenómenos de criminalidad compleja internos)", señaló el comunicado.
En este sentido, advirtió el CELS, "con este esquema es previsible que se mantenga la enorme influencia de algunas grandes agencias de inteligencia extranjeras en la definición de los aspectos más importantes de nuestra política criminal".