Qué penas podrían recibir las monjas que ayudaron con los bolsos de dólares
El fiscal federal, Federico Delgado, que investiga al ex secretario de Obras Públicas, José López, detenido luego de que intentara ocultar u$s8,9 millones en un convento de General Rodríguez, consideró que la hermana Inés y eventualmente la Madre Alba pueden ser acusadas del delito de encubrimiento.
Lo decidió luego de que le llegaran las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona.
El video es elocuente: la madrugada del 14 de junio, López llega caminando tranquilamente al monasterio, deja los bolsos con dinero y toca el timbre de una puerta. Una de las monjas (la Hermana Inés) le abre y lo ayuda a ingresar las mochilas y más tarde cierra. Luego, llega la policía.
Pero eso no es sobre lo único que se basa el fiscal para sospechar de las monjas.
Según afirmó en su dictamen un "relevamiento del tráfico de llamadas" prueba que la mujer de López, María Amalia Díaz, no sólo mantuvo un contacto fluido con su marido -22 conversaciones- entre el 13 de junio y la madrugada en la que fue detenido, sino que también llamó a la línea de la Madre Alba.
Intuye que habría llamado para avisar.
"Esos contactos -en total fueron 11-, en apariencia inocuos, adquieren preponderancia porque la Madre Alba no sólo vivía en el monasterio de General Rodríguez sino se encontraba a su cargo. Es decir, era responsable del lugar elegido por López para esconder su botín", señala el texto del letrado.
El fiscal, además, sumó a tres personas al proceso de la causa por enriquecimiento ilícito contra López.
A la esposa del ex funcionario kirchnerista y a Andrés Galera y Eduardo Gutiérrez, a quienes acusa de ser testaferros del ex secretario.
Galera es un empresario multimillonario y Gutiérrez, dueño de la mansión que alquila López en Tigre.
Delgado solicitó la indagatoria de la Hermana Inés y pidió que la Madre Alba sea sometida a estudios médicos para determinar si efectivamente su estado de salud le impide valerse por sí misma, como se creía.
Qué figuras se aplican a los nuevos acusados
La Hermana Inés y la Madre Alba pueden ser acusadas del delito de encubrimiento, una figura que tiene un máximo de tres años de prisión.
"Las monjas no se limitaron a monitorear la llegada de López al convento, también lo recibieron y ayudaron a ingresar el dinero a la casa. Se manejaron con mucha tranquilidad teniendo en cuenta que a centímetros de la puerta había un fusil apoyado en el piso de la galería", sostuvo el fiscal al aplicar la figura de encubrimiento.
"Ello la ubica dentro del artículo 277, inciso 1°, del Código Penal", dice el dictamen.
Ese artículo expresa:
1.- Será reprimido con prisión de seis (6) meses a tres (3) años el que, tras la comisión de un delito ejecutado por otro, en el que no hubiera participado:
a) Ayudare a alguien a eludir las investigaciones de la autoridad o a sustraerse a la acción de ésta.
b) Ocultare, alterare o hiciere desaparecer los rastros, pruebas o instrumentos del delito, o ayudare al autor o partícipe a ocultarlos, alterarlos o hacerlos desaparecer.
c) Adquiriere, recibiere u ocultare dinero, cosas o efectos provenientes de un delito.
d) No denunciare la perpetración de un delito o no individualizare al autor o partícipe de un delito ya conocido, cuando estuviere obligado a promover la persecución penal de un delito de esa índole.
e) Asegurare o ayudare al autor o partícipe a asegurar el producto o provecho del delito.
Los otros cuatro sospechosos (López, su mujer y sus supuestos testaferros) serían acusados por enriquecimiento ilícito que, según el el artículo 268, inciso 2°, del Código Penal estipula una pena que va hasta los 6 años de prisión.