Con la venta de activos, se mantiene la fusión Quilmes-Brahma

Se trata de Inversora Cervecera, la nueva sociedad dirigida por el empresario Ernesto Gutiérrez, y de la que participan su socio Eduardo Eurnekian, fondos de inversión y bancos.

La firma es desde ayer dueña de las marcas de cerveza que en conjunto concentran 7% del mercado local: Bieckert, Palermo e Imperial, y de la maltería en la que se elaboraba hasta el momento la producción local de Brahma, situada en la localidad bonaerense de Luján.

La empresa ya contrató personal técnico e ingenieros capacitados de otras empresas cerveceras "que están listos para empezar ni bien la CNDC apruebe la venta", según dijeron fuentes cercanas a Inversora Cervecera.

Mediante un comunicado oficial, Cervecería y Maltería Quilmes (Quinsa) anunció ayer la venta de sus activos y aclaró que se darán a conocer los detalles oficiales de la operación una vez que esté aprobada formalmente por la CNDC.

"La propuesta presentada por la empresa de Ernesto Gutiérrez fue la mejor opción para la compañía. Ahora quedamos a la espera de la respuesta que nos comunique la CNDC", dijo Mariano Botas, gerente de Relaciones Institucionales de Quinsa, dirigida por el Grupo AmBev, empresa que a su vez es parte del grupo belga-brasileño Interbrew-AmBev (InBev).

Tal como lo anticipó Infobae en su edición del martes último, el proyecto que presentó la firma que preside Gutiérrez "cumplió con los requisitos exigidos por Quinsa". Según fuentes del sector cervecero, el precio de venta de la fábrica y de las tres marcas fue cercano a los $100 millones, monto que no fue confirmado por la empresa compradora.

Pronunciamiento

Un mes atrás, la Sala III de la Cámara Civil y Comercial Federal ordenó que las etiquetas de cerveza Quilmes y Brahma dejaran de elaborarse y comercializarse de manera integrada y exigió que lo hicieran como si pertenecieran a firmas independientes hasta tanto terminara el proceso de desinversión de activos que ordenó la CNDC para aprobar su fusión. Ahora, con la venta de las tres marcas (Bieckert, Imperial y Palermo) y la maltería de Luján ese fallo quedó sin efecto.

Todo comenzó cuando en el 2002, el holding brasileño AmBev –dueño de Brahma– notificó a la CNDC su decisión de comprar Quilmes. En ese momento el organismo advirtió que, como consecuencia de la fusión, se reuniría en una sola compañía más de 80% del mercado cervecero en el país, hecho que viola la Ley de Defensa de la Competencia.

Fue por eso que la entidad que regula la concentración de los mercados de consumo determinó una serie de condicionamientos para aprobar la fusión: la venta de las marcas Bieckert, Palermo e Imperial; el desprendimiento de la planta de Luján, y el cumplimiento de una serie de requisitos relacionados a la producción de los productos, a la comercialización, y a la posterior distribución.