Sola rechaza la crí­ticas a su proyecto de reforma judicial y dice que la misma defiende al 'hombre común'

El gobernador Felipe Solá salió hoy a responder crí­ticas al proyecto de reforma penal y sostuvo que la iniciativa "va en defensa de los magistrados, del Poder Judicial, pero sobre todo en defensa del hombre común". "La justicia penal está vista como una Justicia que no existe o que es muy deficitaria y queremos que eso cambie", dijo Solá al rechazar los cuestionamientos que se escucharon desde algunos sectores de la Justicia.

Solá subrayó que no querí­a "entrar en polémica", pero resaltó que impulsa este cambio "pensando en el pueblo" "Yo hago la reforma, sé que puede no ser perfecta, que va a generar cambios como todas las reformas y que puede perjudicar a alguien, pero hago la reforma pensando en los más, en la mayorí­a y en el pueblo", advirtió en declaraciones realizadas hoy en la Casa de Gobierno.

Al refutar los cuestionamientos por la falta de consultas al sector judicial para armar el proyecto, Solá respondió que no puede estar consultando "sobre una reforma a cada uno de los magistrados" y aclaró que "para eso está la Legislatura". Y tras aclarar que habí­a preguntado "de forma reservada a muchos jueces y a mucha gente", Solá advirtió que "si hiciera una asamblea entonces nunca habrí­a una ley ni un cambio". El proyecto de reforma de justicia penal ya se encuentra en el Parlamento bonaerense para ser analizado, a raí­z de lo cual el presidente del Tribunal de Casación Penal bonaerense, Carlos Natiello, pidió una reunión urgente con las autoridades de la Cámara baja.

Al respecto del futuro de los tribunales de Casación, Solá indicó que "quedará para el próximo Gobierno una definición concreta respecto de la estructura residual de Casación" y resaltó que como hay más de 630 mil causas en esa instancia, esos tribunales seguirán funcionado al menos por dos años. La nueva reforma de la Justicia penal de la provincia de Buenos Aires, lanzada la semana pasada, propone abreviar los juicios, anular el recurso de casación, crear más juzgados y resolver condenas o absoluciones en menos de cien dí­as de cometido el delito, cuando los responsables fueran atrapados en forma flagrante. Esta es la segunda vez que la administración bonaerense busca una reforma en menos de 10 años: la anterior se hizo en 1997 bajo impulso del actual ministro de Seguridad, León Arslanián, al compás de una depuración en la Policí­a Bonaerense.