La moneda única Sur: ¿solución o ilusión?

Aprovechando el lanzamiento de la nueva gestión presidencial a cargo de Lula Da Silva, mediante un documento firmado en conjunto con el presidente de la nación Alberto Fernández, Argentina y Brasil proponen la creación de una nueva moneda denominada SUR con el fin de facilitar las relaciones comerciales y financieras entre ambos países los cuales se encuentran vinculados mediante una fuerte relación económica. El objetivo sería no depender del dólar como moneda de cambio internacional.

A diferencia de otras monedas comunes, como el EURO, SUR no vendría a suplantar el curso legal del Real o el Peso. Si el plan económico toma forma y avanza, otras naciones podrían ser invitadas a sumarse al mismo.

Ahora bien, la cuestión no es menor ni debe de ser tratada a la ligera ya que las economías de ambos países muy diferentes. Mientras que Brasil goza de un grado de estabilidad sostenido, no padece de índices de inflación que la coloquen en jaque y ostenta un importante poder industrial, nuestra economía se encuentra estancada, apaleada por un índice inflacionario superior al 94% anual, plagada de distorsiones macro y microeconómicas y sujeta a los mas variados tipos de cambio. 

La comparación con el proyecto Euro. Problemáticas

Sin perjuicio de las diferencias, es imposible no comparar la idea de SUR con la adopción del Euro por parte de la Unión Europea cuyos parámetros originarios se instituyeron en 1992. Luego de varios años de adecuación entró en vigencia el día 01 de enero de 2002. De allí a la fecha y luego de años de experiencia, han comenzado a aparecer detractores del uso de una moneda común.

Sostienen los mismos que los estados más desarrollados, (en espacial Alemania, seguida por Francia), impusieron sus proyectos económicos sobre el resto de los estados miembros, que no han visto un nivel de desarrollo similar y no se han beneficiado directamente del uso del nuevo signo monetario. Inclusive han perdido competitividad internacional atento los altos costos.

Si estudiamos con seriedad las insoslayables problemáticas que padece la economía nacional, de forma ya estructural y a las cuales nos hemos "mal acostumbrado", Brasil se encontraría mejor posicionado a la hora de fijar la paridad cambiara de la moneda SUR y por consiguiente de verse beneficiado en detrimento de nuestro país.

Argentina y Brasil proponen la creación de una nueva moneda denominada SUR

La crisis del Mercosur

Otro interrogante a resolver es la situación actual del MERCOSUR, en donde Uruguay y Paraguay, estados estrechamente relacionados con Argentina en lo cultural y económico se encuentran estudiando la posibilidad de firmar acuerdos de libre comercio con China, por fuera del mercado común, el cual no logra pautas de desarrollo comunes, claramente producto de la disparidad económica y social de sus integrantes. Entonces, ¿Qué interés tendrían estos estados en asociarse a SUR? Claramente poco y nada. No existe motivación. 

La solución

Siendo que la causa que da origen al proyecto es frenar la dependencia del Dólar como moneda de intercambio internacional y la constante carencia del mismo por parte de Argentina (cuestión que no sucede en Brasil), la solución radica en primer término en sanear de forma urgente la economía interna nacional.

Es necesario eliminar las distorsiones que solo generan pobreza, inflación y desmotivan la generación de empleo privado, único mecanismo genuino que contribuye al desarrollo, crecimiento y ascenso social en una nación.

No obtendremos beneficios de proyectos mágicos, menos aun cuando aquel con quien pretendemos asociarnos no se encuentra en igualdad de condiciones, sino que su posición es más ventajosa.

Esto no implica desechar el proyecto sino que el mismo debe de ser tratado en paralelo a la dramática situación endémica que padece nuestra economía.