Propiedad intelectual: Apple quiere registrar la "forma" del iPod
¿Por qué el iPod es tan exitoso? Es una pregunta que muchos no se pueden responder, tal como demuestran los infructuosos esfuerzos de tantas empresas por desbancar a Apple del liderazgo en el mercado de reproductores portátiles de música.
¿Es el diseño? ¿Es la facilidad de uso? Según James Conley, profesor de la Kellog School of Management, la respuesta está en las "marcas registradas" y en la estrategia de propiedad intelectual de la compañía de la manzanita.
Conley estima que la estrategia de diseño de Apple está en línea con lo que el llama "transferencia de valor". Las firmas contemporáneas recurren a la innovación y al diseño para construir y sostener ventajas competitivas, pero usan distintos regímenes de protección de la propiedad intelectual "de forma estratégica" y con una "secuencia temporal".
El fin es lograr diferencias sustanciales con otros productos de la competencia. Así, en una primera etapa, las empresas pueden recurrir a las patentes para asegurar distinciones en el funcionmiento de los productos.
Pero luego buscan construir en la mente de los consumidores una asociación entre esos elementos "protegidos" y algo que haga a la identificación del producto, como puede ser un color, un forma o un sonido. Esos elementos de diseño se protegen con "marcas registradas", o trademarks.
Estas "marcas" son un signo utilizado por una organización para identificarse a sí misma o a un producto, y constituyen un tipo de propiedad industrial.
"Las marcas, a diferencia de las patentes o los copyrights, nunca expiran si son usados correctactamente. Así, los elemntos de diseño que sirven como base de una marca se transforman en formas indefinidas de ventaja competitiva", explicó Conley.
¿Pero cómo se aplican estos principios al iPod? Según Conley, los componentes internos del famoso reproductor de música son proveídos por las más variadas compañías tecnológicas: Toshiba, Samsung, Texas Instruments y Sony hacen su aporte. Los mismos componentes son recibidos por algunos de los competidores de Apple.
Pero la empresa que fundó Steve Jobs los pone dentro de la famosa "caja" de diseño que es el iPod. Sin embargo, "el diseño no alcanza", explicó Conley. "No es una forma sostenible de diferenciación, porque en el mercado global de hoy, una innovación basada en el diseño será emulada o copiada sin ningun respeto por la propiedad intelectual de los innovadores", estimó.
¿Cuál es el secreto del iPod, entonces? Conley analizó las diferentes evoluciones del iPod desde su modelo original en 2001, y detectó que hay sólo dos elementos que se mantienen.

Por un lado, la rueda central que sirve para navegar por los menúes y elegir las canciones que se quieren escuchar. Por el otro, la pantalla cuadrada y pequeña. "Es lo único que permanece inalterado en todos los diseños del iPod", explicó Conley.
Esos dos elementos forman un diagrama bastante simple.

Fue justamente el diseño que se muestra aqui arriba que Apple trató de registrar ante la oficina de Patentes de los Estados Unidos. El expediente lleva el número 78661217, y puede consultarse su estado en la página oficial del organismo. Todavía su petición no fue favorablemente acogida, pero se encuentra abierta para recibir oposiciones.
Según Conley, el registro de este tipo de marcas no tradicionales –que involucra a colores, formas, sonidos y hasta olores- requiere probar un "segundo significado". "Es una asociación entre el elemento seleccionado y el orígen del producto, algo que debe demostrarse mediante encuestas de mercados objetivas realizadas por terceros", consideró Conley.
Y a Apple no le resultará nada difícil cumplir con el requisito, ya que tiene cerca del 80% del mercado estadounidense de música portátil.
La petición de registro de Apple busca abarcar a muchos mercados. Así, especifica que sería aplicable al mercado de "todos los dispositivos portátiles diseñados para grabar, organizar, transmitir, manipular y revisar texto, data, audio, y archivos de video".
Según Conley, el registro favorable le daría a Apple ciertos derechos que le permitirían controlar quien puede usar ese diseño, que inlcluye la pantalla y la famosa "ruedita". Así, refuerzan la identificación del producto en el mercado. "Si son usados correctamente, las marcas no expiran con el tiempo", recordó Conley.
Ramiro ílvarez Ugarte
ralvarez@infobae.com