Un experto aclara cómo calcular tu indemnización si te despidieron
Recibir la notificación de un despido nunca es una noticia fácil para ningún trabajador y menos cuando lleva tantos años en un mismo trabajo. Ya sea por causas justificadas o no, el impacto emocional y económico que genera esta decisión suele ser difícil de sobrellevar, especialmente para aquellas personas que por su edad, saben que volver al mercado laboral será un desafío.
Sin embargo, es fundamental conocer cuáles son los derechos en materia de empleo, indemnización y despidos, ya que contar con información clara puede evitar futuros inconvenientes y, sobre todo, garantizar que se cobre lo que legalmente corresponde.
¿Cómo calcular la indemnización por despido?
Ante esta duda, Miguel, conocido en redes como @EmpleadoInformado, un abogado especializado en temas laborales, explicó en sus plataformas cómo cualquier persona puede calcular fácilmente la indemnización que le corresponde al momento de ser despedida. Según detalla, este procedimiento es válido para todo tipo de contratos laborales, sin importar si son permanentes, temporales o a través de empresas de trabajo eventual (ETT).
El primer paso que recomienda este especialista es buscar en internet la frase "cálculo de indemnización por despido". Así, uno de los primeros resultados llevará a la página oficial del Poder Judicial. A través de este sitio, cualquier persona puede hacer su propio cálculo de manera rápida y segura.
Una vez dentro de la plataforma, se deberá completar un sencillo formulario que solicita tres datos esenciales:
- Fecha de inicio de la relación laboral, es decir, cuándo comenzó a trabajar en la empresa;
- Fecha de despido: el día en que se comunicó formalmente la finalización del vínculo;
- Sueldo mensual: la remuneración total que percibía el trabajador, incluyendo todos los conceptos habituales de pago.
Finalizada esta carga de información, la misma página ofrecerá un desglose indicando qué tipo de indemnización corresponde según la normativa vigente para cada caso.
¿Qué significa indemnización por despido improcedente?
Una de las consultas más frecuentes está vinculada a la diferencia entre despido procedente, improcedente o nulo. En este sentido, es importante aclarar qué implica cada uno y cómo impacta en el cobro de la indemnización.
El despido improcedente ocurre cuando el empleador decide terminar la relación laboral alegando faltas por parte del trabajador, pero sin cumplir con los requisitos legales que exige la ley. En Argentina, al igual que en otros países, este tipo de despido debe ser impugnado por el empleado para ser declarado como tal. Así lo establece, por ejemplo, el artículo 56 del Estatuto de los Trabajadores.
Para reclamar este derecho, el trabajador debe iniciar acciones legales dentro de los 20 días hábiles posteriores a la fecha de efectividad del despido. El procedimiento comienza con una audiencia de conciliación donde las partes pueden intentar llegar a un acuerdo sin necesidad de llegar a juicio. Es importante remarcar que el empleador puede reconocer la improcedencia sin necesidad de que intervenga un juez, lo que agiliza los tiempos y garantiza que el trabajador reciba su compensación.
¿Cómo se puede resolver un despido improcedente?
Existen dos caminos para resolver un despido calificado como improcedente:
- Pago directo de la indemnización correspondiente al momento de entregar la carta de despido. En este caso, la empresa reconoce desde un principio la improcedencia de su decisión y resuelve la cuestión abonando lo que marca la ley;
- Reconocimiento durante la conciliación, donde el empleador acepta que no existieron causas válidas y paga la indemnización correspondiente.
En cualquiera de estas situaciones, el pago de la indemnización pone fin a la relación laboral de manera definitiva, a menos que haya elementos que conviertan el despido en nulo.
¿Qué diferencia hay entre despido improcedente y despido nulo?
Si bien muchas veces se confunden, el despido nulo tiene implicancias más graves que el improcedente. Un despido es considerado nulo cuando existen pruebas de discriminación o violación de derechos fundamentales. Por ejemplo, despedir a una mujer embarazada por su estado, o a un trabajador por motivos discriminatorios, puede llevar a la nulidad de ese acto.
En estos casos, no solo no corresponde una indemnización económica, sino que la empresa está obligada a reincorporar al trabajador en su puesto, abonándole todos los salarios que dejó de percibir desde el momento del despido hasta su reincorporación.
¿Qué otros factores impactan en el cálculo de la indemnización?
A la hora de calcular la indemnización por despido, no solo se toman en cuenta las fechas de ingreso y egreso, sino también el salario que percibía la persona. Este debe incluir:
- Sueldo básico;
- Horas extras habituales;
- Comisiones;
- Bonificaciones recurrentes;
- Viáticos si estos formaban parte fija del salario.
La fórmula general se basa en la cantidad de años trabajados y el sueldo mensual percibido. Por ejemplo, por cada año de servicio, suele corresponder un mes de salario como compensación, aunque esto puede variar según convenios colectivos de trabajo, el tipo de despido o la jurisdicción.
¿Cómo protegerse frente a un despido?
Ante la posibilidad de enfrentar un despido, lo más recomendable es mantener en orden toda la documentación laboral, esto incluye recibos de sueldo, contrato de trabajo, notificaciones por escrito, y cualquier otro elemento que respalde el vínculo laboral. En caso de dudas, siempre es aconsejable consultar a un abogado especializado que pueda asesorar sobre los derechos y obligaciones de cada parte.
Además, existen numerosas plataformas online, como la del Poder Judicial, que permiten realizar cálculos y tener un panorama más claro antes de iniciar cualquier acción legal.
¿Qué debe saber un trabajador antes de firmar un acuerdo?
Antes de aceptar cualquier tipo de acuerdo o firmar un documento, es fundamental entender su alcance legal. Muchos trabajadores, por desconocimiento o presión, firman papeles que implican la renuncia a futuros reclamos. Por ello, siempre es conveniente leer detenidamente y, de ser posible, contar con el asesoramiento de un profesional.
Aceptar un acuerdo por menos dinero del que corresponde puede tener consecuencias graves, ya que luego no se podrá reclamar judicialmente lo que se haya firmado de conformidad.