Vicentin, a un paso del "cramdown" histórico: qué significa y cómo impacta en productores y acreedores.
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El caso Vicentin está llegando a su etapa decisiva, en el marco del concurso de la empresa, recae sobre la sindicatura y la justicia tendrá la palabra definitiva para permitir el salvataje de la empresa. Tras idas y vueltas judiciales, mediáticas e inclusive políticas, el proceso de Cramdown podría definirse.
En los últimos días los grupos interesados en tomar el control de la cerealera comunicaron a la justicia que consiguieron las mayorías de acreedores requeridas (por ley) para quedarse con las operaciones de la firma.
Se trata del Grupo Grassi por un lado, y del tándem conformado por Molinos Agro y Louis Dreyfus, por el otro.
Sin embargo, ambos grupos continúan convocando a productores a sumar sus adhesiones, lo que demuestra que nada está cerrado aún.
Por qué se aplica el Cramdown y cuál es el rol clave de la sindicatura
El Cramdown, previsto en los artículos 48 y siguientes de la Ley 24.522 de Concursos y Quiebras, es la herramienta que busca evitar la quiebra de una empresa que no pudo acordar con sus acreedores. De esta manera, la justicia la justicia tiene la posibilidad de que otros inversores o acreedores presenten sus propias ofertas para quedarse con la empresa y reestructurarla.
De alcanzarse esta solución, una empresa en crisis puede tener una segunda oportunidad para ser rescatada, antes de llegar a decretarse su quiebra y al remate de sus activos.
En el caso de Vicentin, el juez Fabián Lorenzini, del Juzgado Civil y Comercial de Reconquista, resolvió abrir un periodo para el salvataje de la empresa, pero la decisión sobre las ofertas recae en gran medida sobre la Sindicatura concursal, quien, como órgano auxiliar de la justicia, supervisa todo el proceso concursal, y deberá informar al juez sobre cual de los oferentes reúne las mejores condiciones y mayorías necesarias para adquirir las operaciones de la exportadora.
El rol del síndico será clave para una definición de la justicia, ya que asegura transparencia, pero por sobre todas las cosas, protege los intereses de los acreedores, entre ellos, los productores agropecuarios que alguna vez entregaron granos a Vicentin.
¿Qué implica esto para Vicentin y los productores?
Para Vicentin, el Cramdown es la última instancia antes de la quiebra. Si una de las propuestas se aprueba, la empresa podrá continuar operando bajo el control accionario de uno de los oferentes.
Por su lado, para los productores es un punto decisivo. En primer lugar, conocerán quien se quedará con la compañía, lo que dará no solo certeza en la expectativa de cobro de sus acreencias, sino sobre el plan de negocios que podría implementarse a futuro.
En este proceso ninguna de las partes es un mero espectador, todos participan de manera directa y activa en una negociación que determinará las condiciones futuras del entramado productivo del norte santafesino y de gran parte del sector agroindustrial.
Un caso testigo para el derecho argentino
Más allá de quién resulte ganador, el caso Vicentin dejará una enseñanza clave: la importancia de combinar transparencia judicial, seguridad jurídica y participación de todos los actores del agro para sostener la confianza en la economía real.
La aprobación del salvataje será un precedente histórico para el derecho concursal siendo uno de los mas exitosos de los últimos años, tanto por el monto, como por su impacto en la cadena agroexportadora.