• 23/12/2025
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Fallo contundente: empleada sufrió acoso laboral y sexual y la ART Omint deberá pagar una cifra millonaria

Una empleada sufrió durante años hostigamiento por parte de su jefe, quien llegaba a amenazarla y efectuar disparos para amedrentar al personal
23/12/2025 - 16:14hs
Fallo contundente: empleada sufrió acoso laboral y sexual y la ART Omint deberá pagar una cifra millonaria

Una aseguradora de riesgos del trabajo fue condenada a pagar 22 millones de pesos a la empleada de una empresa que fue despedida tras sufrir acoso laboral y sexual por parte del dueño de la firma. El jefe incluso hasta llegaba a efectuar disparos de arma de fuego contra un cartel como forma de amedrentamiento a sus subalternos.

La ART había rechazado el reclamo de la mujer argumentando que el estrés postraumático y el síndrome de burnout que sufría no figuraban en el Listado de Enfermedades Profesionales, pero la Justicia le dio la razón.

La sentencia fue firmada por la jueza Nancy El Hay, de la sala VI de la Cámara del Trabajo de Córdoba, contra Omint ART S. A. y benefició a M.T, de 51 años, quien durante 17 años realizó tareas administrativas para un comercio dedicado a la venta de GNC y en ese lapso debió soportar hasta que la amenazaran con matar a su esposo.

Absoluta hostilidad y virulencia hacia las mujeres

La empleada trabajaba 10 horas de lunes a viernes y sábados medio día. Lo hizo desde el 1 de marzo de 2013 hasta el 31 de octubre de 2022, cuando fue despedida sin invocación de causa y tras haber sufrido acoso psicológico, físico, económico y sexual de manera sistemática por parte del dueño de la empresa, que era su cuñado.

La jueza El Hay estableció en base a las pericias realizadas en la causa que la víctima tiene "una incapacidad parcial, permanente y definitiva del 14,2%, derivada de enfermedad profesional"

Estableció la suma a pagar por la ART en 5.487.696 pesos más 1.097.539 pesos, que es un 20% más previsto en la Ley 26.773, que establece una indemnización adicional de pago único para el trabajador damnificado cuando el daño ocurre en el lugar de trabajo.

En total, la mujer debía recibir 6.585.235,36 pesos, pero si a esto se le suman los intereses desde que inició la demanda, la suma se ubica en 22 millones de pesos.

Al analizar la conducta del empleador, la magistrada remarcó que "se materializa el patente sesgo de género existente en el trato con el personal femenino y la violencia en la aplicación del uso del lenguaje en contra de aquellas".

Por ejemplo, hizo hincapié en que "no puede pasarse por alto la amenaza que (el jefe) referenció a M.T de matar a su marido, todo lo cual expone la absoluta hostilidad y virulencia en la que se ejecutaba el contrato de trabajo".

El fallo también ordenó que en caso de que la ART siga vinculada a la empresa, su dueño y los trabajadores deberán recibir capacitación en prevención de violencia laboral y de género ante la Secretaría de Trabajo Provincial.

Desde insultos hasta manoseos

La víctima declaró que su hermana y el marido de ésta abrieron la empresa, pero al poco tiempo se divorciaron, después la hermana falleció y él le dijo que la contrataba sólo porque era su cuñada y no por su idoneidad.

Contó que con el correr de los años empezó a sufrir maltrato, hostigamiento, burlas y agresiones y que el hombre llegaba a decirle cosas como "Negra de m…, sos igual a tu hermana, no servís para nada".

Después de trabajar en el sector de ventas y en la caja, su cuñado comenzó a pedirle que lo acompañe a vender GNC a los clientes.

En esos viajes, le manifestaba que quería tener una relación con ella, pero la mujer le respondía que estaba casada y que además eran excuñados. Entonces, según declaró, como represalia la trasladó a un taller de un cliente a trabajar media jornada y al poco tiempo le dijo que podía volver solo "si tenían algo juntos".

Si bien ella le dijo que la despidiera, el hombre la volvió a trasladar al lugar anterior de trabajo y le seguía haciendo insinuaciones sobre su ropa y su cuerpo, pero ella nunca le decía nada ni respondía porque le daba entre "vergüenza y miedo".

En una ocasión, cuando fue a pedirle vacaciones, el dueño de la firma intentó manosearla y ella se fue al baño a llorar porque sentía "una impotencia muy grande". Además, nunca pudo contarle lo vivido a nadie -tampoco a su marido - porque no sabía cómo hacerlo.

A todo esto se sumaba una situación de violencia económica, ya que a los empleados con mayor antigüedad les pagaba una asignación extra por fuera de sus recibos y a ella no.

Tratamiento psiquiátrico por ansiedad y pánico

En 2022, comenzó con tratamiento psiquiátrico porque sufría nerviosismo permanente, crisis de ansiedad y situaciones de pánico y recibió medicación, ya que estaba muy angustiada.

La empleada formuló la denuncia ante Omint ART SA por enfermedad profesional, pero la Comisión Médica determinó que la afección era "inculpable" (no relacionada con el trabajo) al no haberse probado el agente de riesgo.

Sin embargo, compañeros de trabajo confirmaron que el dueño era "desagradable", que odiaba a las mujeres, que la damnificada salía de la oficina llorando cada vez que iba a su oficina y que para amedrentar a todos los empleados en general, andaba armado y efectuaba disparos contra un cartel en uno de los talleres.

También contaron que al darse cuenta de que no se iba a quedar más callada, la despidió sin abonar la indemnización correspondiente.

Además, en el marco del expediente se determinó que la aseguradora no realizó evaluaciones de riesgos psicosociales ni implementó programas de prevención de violencia laboral, pese a que conocía la situación por la denuncia de la víctima.

"Los hechos relatados y padecidos estarían reñidos con la ley que refiere a la violencia de género. Ha padecido estrés ocupacional por cuanto ha referido conductas de falta de respeto como ser humano, con actitudes de acoso sexual, humillaciones y denigraciones como mujer", subrayó la resolución.

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