El fuero comercial colapsado: 400.000 causas para 26 jueces
El ritmo de ingresos de causas en el fuero comercial no se detiene desde la última crisis. Ingresan cerca de 100.000 expedientes por año y tramitan durante cuatro, en promedio, hasta alcanzar sentencia definitiva. Esa es la ecuación que manejan los 26 jueces de primera instancia y el resultado arroja una cifra por demás escalofriante: 400.000 casos pendientes.
Se trata de una masa crítica de juicios y que van desde ejecuciones de cheques o pagarés a complejas transacciones comerciales, homologaciones de acuerdos preventivos extrajudiciales o concursos y quiebras.
Aquella cifra es acompañada por un informe de la consultora Datarisk, que asegura que desde enero hasta abril últimos ingresaron 21.253 causas, cifra que se asemeja a las 21.294 registradas en igual período del 2006, lo que muestra una regularidad en la presentación de nuevos juicios.
La gran suba del caudal de expedientes viene desde la última crisis y el proceso no detiene su marcha: a los nuevos expedientes siempre se suman remanentes de juicios no resueltos que se acumulan en los distintos juzgados conforme su complejidad y volumen.
Sin embargo, la estructura funcional del fuero se mantiene prácticamente intacta desde hace 34 años, donde cada uno de los 26 juzgados cuenta con una dotación de personal que no supera los 20 empleados. Y, aunque cueste creerlo, los intentos de alcanzar una solución encuentran censuras.
Sucede que en diciembre último todo parecía indicar que la creación de diez nuevos juzgados iba a ser un hecho. Pero el proyecto que aprobó Diputados que disponía las nuevas dependencias fue modificado por el Senado, que las redujo a cinco, y la iniciativa volvió a estudio a la Cámara baja.
Tampoco hay novedades de la sexta sala de la cámara comercial (la "F"), ya que el Consejo de la Magistratura aún no remitió al Poder Ejecutivo las ternas de los candidatos a integrarla.
Según el presidente de la cámara, Rodolfo Ramírez, la situación "es preocupante", ya que "la inusitada sobrecarga de causas en trámite en ambas instancias pone en riesgo el correcto cumplimiento de la labor jurisdicción", agregó.
Funcionamiento
La estructura del fuero comercial no tuvo variantes significativas en su composición desde 1973, cuando se crearon diez juzgados, que llevaron a 25 el total de dependencias de primera instancia. Luego, en 1981, con la conversión del por entonces Juzgado de Registro el número se elevó 26, tal como se encuentra actualmente.
Hoy, siete juzgados (1, 5, 14, 16, 17, 19 y 26) tienen el cargo de juez "vacante" y están incluidos en el concurso Nº 158, que tramita en el Consejo de la Magistratura en la etapa de revisión mediante las impugnaciones que presentan los postulantes en la Comisión de Selección de dicho cuerpo, explicó Ramírez.
En tanto, en la cámara de apelaciones se desempeñan 15 jueces, divididos en cinco salas. Existen tres vacantes, que se sustancian en el concurso Nº 166 y el próximo 22 de junio se efectuará la prueba de oposición.
La demora en cubrir definitivamente las vacantes "se viene compensando con la designación de magistrados subrogantes", indicó Ramírez.
Justamente, la validez de las decisiones de esos jueces interinos disparó una fuerte polémica judicial, pero encontró un fuerte respaldo de la Procuración General de la Nación, que a través de un dictamen conocido anteayer, dijo que esos fallos son constitucionales.
En tanto, en la Corte Suprema, donde el tema está en discusión, todavía no hay acuerdo: varios jueces se pronunciarían en contra de ese mecanismo, pero hay discrepancias en cuánto a las formas de resolver el planteo, sin que caigan todas las decisiones de esos jueces interinos. Una opción es anular el reglamento del Consejo sobre los jueces subrogantes, pero establecer un plazo diez o doce meses para que el Congreso como el Consejo corrijan el mecanismo de designación.
Un termómetro económico saturado
Aunque hoy los números no muestran el nivel de saturación que se vivió durante la crisis y la precrisis –por ejemplo, sólo en 2001 ingresaron 164.295 nuevos juicios– a ambos lados de las mesas de entradas del fuero les preocupa el trabajo acumulado.
Pero esa situación de saturación no se debe sólo a un problema de estructura. Según el ex juez comercial y actual consultor jurídico Eduardo Favier Dubois (h.), también contribuyen al colapso la concentración en la Capital Federal de los domicilios legales de gran cantidad de sociedades radicadas en el interior del país, que hace competente al fuero en cuestiones que deberían tramitar en otras jurisdicciones, y las crisis económicas y el consecuente aumento "geométrico" de la litigiosidad.
También colaboró el proceso de renovación de los integrantes de fuero, tanto camaristas, como jueces y secretarios, por jubilaciones y renuncias, que se dio en los últimos años, lo que implicó la constante revisión de criterios ya sentados, agregó Favier Dubois.
Soluciones
Más allá de la necesidad de elevar el número de juzgados, los especialistas mencionan otras soluciones que aliviarán la situación del fuero.
Así, el titular de la cámara comercial, Rodolfo Ramírez, aseguró que también debería considerarse la modificación del monto de inapelabilidad, para calmar las labores de los jueces de segunda instancia.
De conformidad con lo resuelto por la Corte en el caso "Caló", el umbral de apelabilidad previsto por el código porocesal (artículo 242), ajustado a marzo de 1991 por aplicación de la Ley de Convertibilidad quedó fijado en $4.369,67.
"En tales circunstancias, y teniendo en cuenta el aumento general del valor económico de las distintas transacciones civiles y comerciales verificadas, parece imperioso adecuar el monto mínimo de inapelabilidad, como históricamente aconteció", remarcó Ramírez.
También expertos mencionaron la necesidad de creación de juzgados especiales. Donde magistrados tengan competencia exclusiva en concursos y quiebras, otros en juicios ejecutivos y otros en procesos de conocimiento, "incluso distinguiendo cada uno de ellos por la significancia económica en juego", aseguró desde el Estudio Alfaro el abogado Hernán Papa.
La necesidad de un mayor desarrollo informático es otra cuestión que consideraron los especialistas. "El sistema de los juzgados está por momentos colapsado y la cámara no permite consultar por Internet las sentencias, sino sólo el estado del expedientes", dijo Eduardo Favier Dubois.
Además, debería existir "una mayor cultura negocial entre los abogados, utilizando las técnicas de mediación y conciliación y, en ciertos casos, el arbitraje internacional", agregó.
Para Pablo Grillo Ciocchini, de Brons & Salas, no basta con agregar más juzgados, "resulta necesario, además, modificar la organización de la oficina judicial, repensar los horarios de atención y la paralización de los tribunales durante la feria judicial y apartarse –en cuanto sea posible- del vetusto proceso furiosamente escrito".
Leonardo Scolpatti
lscolpatti@infobae.com