Harvard quiere cambiar el perfil de sus egresados: buscan líderes más éticos
Harvard cambia el rumbo de sus clases en busca de líderes más éticos, según un artículo del WSJ.
Diana Middleton y Joe Light y detallan en qué medida esta afamada casa de estudios está repensando sus planes de estudio teniendo en cuenta los nuevos modelos de liderazgo.
La universidad generó revuelo la semana pasada cuando anunció que modificaría sustancialmente su programa de Maestría en Administración de Negocios (MBA), agregando nuevos cursos obligatorios con un creciente énfasis en la ética y el trabajo en equipo.
Es un paso inusual que se aleja del elogiado método de enseñanza de la escuela, que se basa en el estudio de casos puntuales y el comienzo de una transformación planificada, que ha ganado urgencia a medida que la universidad intenta restaurar una reputación manchada por la crisis financiera.
Crisis y nueva cultura
Los cambios son también parte de un esfuerzo por cortar de raíz lo que muchos ven como una cultura hambrienta por dinero que prevalece en las escuelas de negocios de elite, una cultura que ayudó a crear la reciente crisis en Wall Street.
"El público perdió la confianza en las empresas y algunos de nuestros graduados parecen ser responsables de eso", dijo Nitin Nohria, que fue nombrado decano de la escuela en julio de 2010.
En las escuelas de elite, existe la creciente percepción de que a los estudiantes no les importa lo que ocurre en el salón de clases, solamente las conexiones que están desarrollando entre ellos, dice Rakesh Khurana, un profesor de gestión de Harvard, que ha estudiado las prácticas de la educación empresarial.
Más allá del sueldo
"No está claro cuál es el objetivo de la educación de negocios. Tiene que tratarse de algo más que obtener empleos con altos salarios o construir redes sociales de elite", consideró.
Pero los críticos son escépticos respecto a que los cambios en el currículo puedan cambiar por sí solos la mentalidad de los estudiantes del MBA.
La cultura es una que tiene mucho que ver con la creencia que ellos tienen un derecho natural o hereditario (al dinero y a su posición), dice Philip Delves Broughton, autor del libro "Por delante de la curva: dos años en la escuela de negocios de Harvard", y graduado de ese centro.
"Si Harvard quiere producir la gente que manejará el futuro del mundo, entonces ese es el criterio que se les debe aplicar. Y estos cambios parecen muy débiles", consideró.
El síndrome de las tres S
Michael Belkin, estudiante de la clase 2012 dice que hay un chiste circulando entre los estudiantes de Harvard que dice que hay tres "S" en la escuela: "study" (estudiar), "sleep" (dormir) y "socialize" (socializar) y que los estudiantes solamente tienen tiempo para dos de las tres.
"Muchos estudiantes están aquí para crear redes para el resto de su carrera y le quitan mucha importancia al estudio", dice.
Khurana dice que estaría contento si más estudiantes de Harvard salieran a crear sus propias empresas o trabajaran en campos como salud, energía y la sostenibilidad ambiental más que en empleos tradicionalmente populares como las consultorías gerenciales o banca de inversión.
Nuevo perfil emprendedor
Los recientes buscan crear "líderes competentes y con carácter, en vez de gente con conexiones y credenciales", dijo director de marketing de Harvard Brian Kenny.
La escuela de negocios está aún está ultimando los detalles, pero Kenny dice que tres clases obligatorias del primer año harán salir a los estudiantes del aula.
Al menos una clase reunirá a estudiantes en grupos de seis o siete y les requerirá que creen un nuevo producto o negocio.
Las nuevas clases no sustituyen las otras obligatorias del primer año. Harvard se mantiene en la misma línea para el comienzo y el final del primer año y seguirá requiriendo a los estudiantes que realicen prácticas profesionales durante tres semanas de enero.
La idea es motivar una atmósfera de conexión entre los estudiantes reunidos en grupos, en vez de que operen como individuos que diseccionan casos en clases de alrededor de 90 personas.
"Esto incrementará su sentido de la responsabilidad y su empatía con otras seis personas", dice Nohria. " Y no va a ser solamente durante el estudio de un caso que dura 80 minutos", agrega.
Historia de casos
Harvard ha desarrollado un negocio exitoso en torno al estudio de casos. Inventado en la escuela durante la década de 1920, el estudio de casos examina asuntos de gestión vinculados al mundo real, tales como la batalla entre Coca-Cola Co. y PepsiCo.
Se estima que se han realizado más de 13.000, los cuales son redactados por profesores y vendidos a otras escuelas. Nohria dijo que el estudio de casos seguirá siendo parte central de la cultura de la escuela.
Para la gente del común, los cambios parecen menores. Sin embargo, son tan significativos para la escuela que los funcionarios de ésta han informado a los estudiantes ya aceptados por si desean retirarse antes de comenzar, dijo Kenny.
Efecto contagio
Harvard no es la única escuela que está modificando su programa con la intención de crear líderes más éticos.
El año pasado la escuela de negocios Haas de la universidad de California-Berkeley comenzó a hacer nuevas preguntas para incluir en las cartas de recomendación y las entrevistas con los interesados para detectar candidatos éticos, dice Richard Lyons, decano de la escuela.
Por su parte, la escuela Wharton de la Universidad de Pennsylvania, recientemente presentó nuevos cursos que apuntan a inculcar una mejor comprensión del riesgo financiero, su primer gran cambio en 17 años, dice el decano Thomas Roberston.
¿Cambio real?
Aún así, hay quienes dicen que aunque la reputación de estas maestrías ante el público puede haberse afectado, las oficinas de admisión todavía están viéndose inundadas de interesados.
" ¿Los reclutadores dejaron de reclutar a alumnos de las principales facultades? No. ¿Bajaron las solicitudes? No.", dice el profesor de gestión de la Escuela de Negocios de Stanford, Jeffrey Pfeffer.
"En las escuelas de elite, los salarios son todavía altos. No hay señales de que nada haya disminuido", agregó.
Las investigaciones para rediseñar el MBA de Harvard estaban en curso a comienzos de 2008 y se aceleraron bajo Nohria, que ha sido profesor en la escuela durante más de 20 años y ha sido un abierto crítico de la educación de gerencia y de los líderes que los MBA producen.
En la mayoría de las escuelas de negocios, un comité de investigaciones analiza potenciales candidatos y recomienda un finalista, pero el presidente de la Universidad de Harvard, Drew Faust, eligió personalmente a Nohria para esa posición.
"En el proceso de búsqueda del decano, hicimos mucha introspección", dijo. "Fue muy importante para nosotros aprender de lo que los exalumnos hicieron y enfrentaron durante la crisis financiera", explicó.
Flexibilidad y armonía
La escuela consideró dar a los estudiantes más flexibilidad para elegir la asignaturas opcionales y para retirarse de las clases, sobre cuyos temas ya tenían conocimiento.
También se analizó un mayor énfasis en nociones básicas de contabilidad y análisis. Al final, sin embargo, "necesitábamos concentrarnos más en cultivar el criterio más que herramientas analíticas básicas", dice Nohria.
No está claro si los cambios en el currículum traerán modificaciones reales, dice Warren Bennis, profesor de la Escuela de Negocios Marshall, de la Universidad del Sur de California y ex profesor de Harvard.
"Nitin Nohria le está poniendo en marcha algo que ha estado siendo discutido durante varios años", dice Bennis. "Pero va a necesitarse mucho más para construir una nueva cultura", considera.