Eskenazi quería a Galuccio en YPF pero se interpusieron unos u$s2 M de sueldo y unos caballos de polo
El nuevo gerente de YPF es todo un símbolo en Argentina. Se llama Miguel Galuccio. "Tiene 44 años, recién cumplidos, un hombre muy joven, formado en la Argentina; ingeniero en petróleo, recibido en 1994, en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires; nacido en Paraná, Entre Ríos; con dos hijos", así lo presentó la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner al promulgar la expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF el pasado 4 de mayo.
"Pero quiero decirles que lo importante es la conformación de un equipo de gente joven, de un ingeniero que además trabajó en YPF y que para mí significa también un símbolo, que es recuperar a los que se nos fueron, cuando pasó lo que pasó en la Argentina con nuestra empresa nacional. Porque él trabajó mientras YPF fue Argentina, mientras estaba nacionalizada, aún dentro de la participación del capital privado".
En este contexto, una investigación del diario El País, reveló que Galuccio había trabajado también cuando Repsol compró YPF en 1999. Aunque su currículum indica que a los pocos meses de la operación Galuccio decidió buscar "nuevos horizontes por no coincidir con el modelo del nuevo management", el ingeniero tuvo tiempo de protagonizar en diciembre de 1999 un vídeo en el que se ensalzaba la compra de YPF por parte de Repsol.
El anuncio comenzaba con la imagen en blanco y negro de unos niños corriendo mientras el actual gerente, nacido en la provincia de Entre Ríos, relataba: "Me acuerdo de aquella laguna que estaba cerca de mi casa en Entre Ríos. Cuando iba a nadar, mi gran desafío era llegar a esa plataforma que parecía tan lejana". Los niños saltaban al agua, nadaban y el actor que doblaba la voz de Galucio proseguía: "Y creo que fue ese día en que llegué cuando supe que podría ir todavía más lejos".
El niño subía a la pequeña plataforma de madera, la música cobraba más dinamismo y ya, en imágenes de colores, aparecía Galuccio descendiendo de un helicóptero: "Ahora soy ingeniero de petróleo y trabajo en una plataforma de extracción de YPF en el Atlántico Norte". Una voz en off añadía: "Miguel Galuccio es uno de los tantos argentinos que trabajan para Repsol-YPF, una fusión entre dos grandes empresas que se unen para ser todavía más grandes, una compañía que opera en los cinco continentes, que produce más de un millón de barriles de petróleo por día y con reservas para abastecer de combustible a la Argentina por 30 años. Porque para ser grandes hay que estar en el lugar que sea necesario. Y eso, lo supimos siempre: Repsol YPF, una de las compañías petroleras más grandes del mundo".
Finalmente, Galuccio se marchó de YPF y de Argentina. Y se convirtió en "uno de los cuatro directivos más importantes de la empresa petrolera de servicios Schlumberger, una de las más importantes del mundo, el único ejecutivo latinoamericano que había alcanzado un puesto directivo tan alto", según Cristina Kirchner.
En este contexto, El País reveló que diez años después de rodar el anuncio, a principios de 2009, Galuccio negoció con su compatriota Sebastián Eskenazi, entonces consejero delegado de YPF en Argentina y gran amigo de la familia Kirchner hasta hace seis meses.
Entre Eskenazi y Galuccio se interpuso un obstáculo para llegar a un acuerdo: Galuccio exigía dos millones de dólares y el traslado de su cuadra de caballos de polo desde Londres a Buenos Aires, según indicaron fuentes próximas a la negociación.
Sobre la capacitación de Galuccio se ha producido un gran consenso en Argentina: es la persona ideal. En cuanto a las condiciones salariales también hay consenso: no ha habido ninguna crítica, ni ninguna información.
El nombre de Tomás García Blanco no se ha oído en ningún momento.
García Blanco fue el ingeniero asturiano a quien Repsol-YPF envió en 2009 a Argentina en lugar de Galuccio por un salario y una mudanza bastante más módicos de las que demandaba Galuccio.
El diario consigna que fue gracias a él y a una inversión de más de 300 millones de dólares en exploraciones en la provincia de Neuquén, Repsol-YPF descubrió en Argentina en junio de 2010 los yacimientos de Vaca Muerta, la tercera mayor reserva de gas no convencional del mundo.
Un antiguo directivo argentino de YPF, de los que mantenían excelentes relaciones con el Gobierno hasta hace seis meses, señala: "Tomás García fue el gran artífice de ese hallazgo. Pensaba terminar aquí su vida profesional y quedarse para siempre a vivir en Argentina. Pero tuvo que abandonar la empresa de un día para otro y salir del país como si hubiera hecho algo malo".