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Mercado laboral celebra la "década ganada" pero pocos perfiles hoy siguen de festejo

Desde 2003 a esta parte el empleo registró un fuerte crecimiento, pero en el último trimestre el Gobierno reconoció una suba en la tasa de desocupación
24/05/2013 - 03:04hs
Mercado laboral celebra la "década ganada" pero pocos perfiles hoy siguen de festejo

Justo en la semana en la que el kirchnerismo cumple y celebra diez años al frente del Gobierno, el propio INDEC le dio una mala noticia: en el primer trimestre, el nivel de empleo, uno de los pilares del "modelo", cayó 0,8% interanual y la subocupación creció 0,6%, lo que implica que en el país hay más de 2.800.000 personas con problemas de inserción laboral.

Y aunque desde el Ejecutivo -vía declaraciones del ministro de Economía, Hernán Lorenzino- se trató de restarle importancia a lo difundido por el organismo, que estableció una desocupación del 7,9%, lo cierto es que los datos abren un interrogante acerca del futuro del modelo económico y traen alarma ante un cambio de escenario en el que se profundice la pérdida de puestos de trabajo.

No hay dudas que el período que se inició en 2003 fue una "década ganada" en términos de empleo. La fuerte baja de la desocupación en estos últimos diez años -hacia fines de 2002, estaba en el 17,8%- fue uno de los caballitos de batalla del modelo kircherista. Sin embargo, el "relato" hoy empieza a resquebrajarse y dentro del mercado ya se encendieron las "luces amarillas".

"En 2012 se acabó el ciclo virtuoso que tuvimos desde que asumió Néstor Kirchner en cuanto a crecimiento del empleo", aseguró a iProfesional Ernesto Kritz, director del área de Estudios Laborales y Sociales de la consultora Poliarquía.

Consultado acerca de si la situación actual es una transición para volver a un ciclo de alto crecimiento o, por el contrario, anticipa que se vendrán tiempos complicados, el economista pronosticó que "ya no se van a recuperar los niveles de generación de empleo que habíamos tenido en el período anterior, ni siquiera de los primeros años de Cristina, sino que habrá tasas de aumento de la demanda de trabajo muy moderadas."

Dos etapas muy distintas
Como en toda gestión que lleva muchos años en el poder, al evaluar el devenir del mercado laboral en estos últimos diez años aparece, inevitablemente, la diferenciación por "épocas": una muy buena y otra -que llega hasta la actualidad- que no lo fue tanto.

Para Kritz, a lo largo de la década aparecen dos etapas muy marcadas. "Hubo un primer ciclo de fuerte y rápida recuperación del empleo. La gestión había comenzado con tasas de desocupación muy altas. Entre 2003 y 2007 el empleo creció más del 4% anual, lo cual es excepcional. Además, en su gran mayoría han sido puestos de trabajo formales, en blanco", recordó.

Esta mejora fue, según el economista experto en materia laboral, "uno de los grandes éxitos de los primeros años de los Kirchner, que coincidió más o menos con el período en el cual Néstor fue presidente".

No obstante, hacia fines de 2007, ya con Cristina al frente de la Casa Rosada, la creación de empleo comenzó a desacelerarse y entre ese año y el 2012 cayó muy bruscamente hasta que, finalmente, se estancó.

En opinión de Kritz, el fuerte crecimiento de la primera parte se debió a que, tras la crisis económica de 2001-2002 y los altos índices de desocupación, existía una gran cantidad de mano de obra disponible que, en buena medida, era calificada.

Por otro lado, la gran devaluación de la moneda de 2002 había bajado muchísimo los salarios en términos reales.

"Las industrias comenzaron a reactivarse y crear empleo en esas condiciones era muy barato, porque había mucha gente disponible y salarios muy bajos. Esto explica, en parte, el gran éxito que tuvo Néstor Kirchner en la generación de fuentes de trabajo a lo largo de todo su período, que en su gran mayoría provenían del sector privado", destacó Kritz.

No obstante, antes de que el fallecido ex presidente finalice su período de gobierno, los salarios comenzaron a recuperarse. El desempleo, en tanto, ya había bajado considerablemente, por lo que las condiciones iniciales -de mano de obra disponible y barata- empezaron a modificarse.

"La mano de obra en el sector formal pasó a ser más escasa, las empresas se quejaban de que no encontraban la gente que necesitaban y los sueldos de convenio, que se recuperaron después de 2005, empezaron a aumentar por encima del incremento de la productividad", resumió el consultor de Poliarquía.

Las "estrellas" del mercado laboral
Fue por esos años y ante la creciente demanda de personal por parte de la industria -que iba en línea con el modelo productivo que adoptaba el país- que los ingenieros y técnicos se posicionaron como las "estrellas" del mercado. Ellos escaseaban y las compañías los necesitaban.

"En 2003 y 2004 las empresas empezaron a producir localmente y a incrementar sus dotaciones. Las automotrices, por ejemplo, dieron inicio a la fabricación de modelos en el país, para lo cual tuvieron que armar turnos de 24 horas e incorporar cientos de personas", recordó Laura Bitocco, gerente general de Grupo Hidalgo, una consultora de RRHH con 26 años en el mercado.

Así, con el armado de nuevos turnos y líneas de producción, se necesitaron desde gerentes e ingenieros, hasta técnicos, operarios y especialistas. Claro que como también las empresas reforzaron sus equipos de ventas y marketing, las posiciones comerciales también picaron en punta.

"Por ese entonces, las oportunidades de insertarse y de moverse dentro del mercado laboral, aunque sea de manera lateral, eran muy importantes", enfatizó Bitocco, quien lleva más de 13 años reclutando perfiles.

Y aseguró: "Si bien todos los perfiles tenían posibilidades de inserción y crecimiento, quizá los más relegados fueron los vinculados a áreas de staff y de logística. En cambio, todo lo que tiene que ver con tecnología y unidades productivas son las posiciones que más oportunidades han tenido dentro del mercado. En muchos casos, los ingenieros siguen siendo las vedettes."

Es que, tal como explicó la experta en selección, como las universidades arrojan cada vez menos graduados, aún existe un gran déficit de profesionales formados en las distintas ingenierías, en ciencias duras y en IT.

Incluso hoy estos perfiles siguen posicionados en un lugar de cierto "confort" dentro del mundo laboral. Son los que todavía eligen dónde trabajar. En estos casos, además, las empresas se juegan un poco más a la hora de la compensación económica.

"Hasta 2007 y parte de 2008, era problemático encontrar personal. Desde nuestra consultora, no era fácil cubrir puestos con rapidez, dado que quienes estaban empleados recibían importantes sueldos y beneficios como herramienta de retención", rememoró Gloria Cassano, experta en reclutamiento de profesionales y ejecutivos.

"La publicación de un aviso convocaba a pocos postulantes y lograr entusiasmar gente ya ubicada en otras empresas requería conversaciones convincentes y propuestas interesantes para atraerlos a un cambio", reveló.

Fernando Ciarmatori, director de Adecco Profesional, también subrayó que "los ingenieros, junto con los perfiles de tecnología, fueron las estrellas de la década".

"Pasamos por épocas en las que había una gran demanda laboral y la mano de obra estaba muy selectiva", evocó Ciarmatori.

Así, conseguir desde un director de Finanzas hasta un gerente de Recursos Humanos con experiencia en Relaciones Laborales -por el protagonismo que comenzaban a adquirir los sindicatos- era toda una proeza. Ellos estaban todos trabajando. Los reclutadores no tenían opción: debían "robárselos" a otras empresas del mercado.

"Para nosotros como consultora -contó Ciarmatori- el 2006 y 2007 fueron los años más desafiantes. No entendíamos cómo, tras llamar a candidatos para participar de un proceso de selección, no vinieran a la entrevista, y ni siquiera se justificaban o avisaban. Esto pasó con los profesionales, pero también en los casos de mano de obra no calificada".

Por estos años, las Pyme -que habían sido fuertemente golpeadas por la crisis- también se recuperaron, tuvieron que profesionalizarse y se posicionaron como un player importante en cuanto a la contratación de personal. En muchos casos, además, formalizaron a los empleados que tenían "en negro".

Fin de fiesta
¿Cómo y cuándo fue, entonces, que la próspera situación del mercado laboral cambió? Como en todo proceso, no hubo ni un momento ni una fecha exacta. De acuerdo con Kritz, el ciclo virtuoso que le permitió al kirchnerismo crear 3,5 millones de empleos empezó su retroceso en 2007.

En 2008 y 2009, el país no escapó a las consecuencias de la crisis financiera y económica global y las compañías se pusieron más cautas a la hora de incorporar personal.

Por otro lado, "como el desempleo bajó, la mano de obra comenzó a escasear y los salarios empezaron a recuperarse, los sindicatos se volvieron más fuertes a la hora de imponer condiciones. Así fue que desde 2007, ese aumento de los costos laborales y la creciente inflación hicieron que la creación de empleo comenzara a disminuir a niveles más o menos normales con los históricos", relató el economista.

Y añadió: "En el primer período de Cristina el empleo crecía al 2,5% anual, lo cual era razonable. Sin embargo, los altos niveles de inflación, el alza de los costos laborales, las mayores regulaciones y las restricciones que se pusieron a la inversión -como el control a las importaciones y el cepo cambiario- hicieron que la llegada de capitales bajara y con eso prácticamente se dejó de generar empleo". 

En el caso de los sectores que compiten con el exterior, otro problema fue el atraso cambiario. "Los costos salariales en dólares han aumentado muchísimo -están por encima del 2001- y se ha perdido parte de la ventaja que había posicionado a la Argentina como un país con mano de obra calificada a valores competitivos", aseveró Kritz.

Como consecuencia, en el ámbito privado se perdieron 100.000 puestos hacia fines del año pasado y la creación de nuevas posiciones se explica por la expansión del sector público, según Kritz, "el único donde hoy se están abriendo empleos". 

El año pasado, contando el sector estatal e incluso el informal, la tasa creció apenas un 0,7 por ciento.

En esta línea, Ciarmatori, de Adecco, contó que "durante 2011 grandes empresas del sector minero y petrolero habían decidido invertir fuertemente en la Argentina y nos habían contratado como consultora de RRHH para hacer la selección. Comenzamos a trabajar con ellos pero, en 2012, en un contexto de alta incertidumbre, optaron por salir de la Argentina, dejando los proyectos parados y quedándose con negocios más chicos, apostando que a futuro se produzca un cambio y puedan volver a desembarcar".

Para Bitocco, en los últimos dos años hay un "parate reflexivo" dentro del mercado. Las empresas solo reemplazan aquellas posiciones que pierden por un tema de rotación o de cambio generacional que consideran críticas, y están muy medidas en cuanto al ingreso de nuevo personal.

Pero, en el aniversario del kirchnerismo, no todas son malas noticias. Algunos van a poder festejar. Pese al amesetamiento del mercado, en los últimos años surgió -y aún hoy están apareciendo- un abanico de nuevas posiciones con altas posibilidades de inserción laboral, sobre todo para los jóvenes. Todas, claro, vinculadas a la industria del software, Internet y las redes sociales.

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