Walt Disney, el hombre que a partir de un "pequeño ratón" supo crear un imperio e inmortalizar su nombre

Walt Disney (1901 -1966) representó como nadie al empresario que se inventó a sí mismo. Perteneciente a una familia de granjeros, con un padre que lo maltrataba como al resto de sus hermanos, su destreza como dibujante siendo niño, pero sobre todo su posterior visión comercial, lo convirtió en uno de los grandes íconos del siglo XX a nivel global.

A los 16 años, durante la 1° Guerra Mundial, trató de enlistarse en el Ejército de los EE.UU., pero fue detenido por ser menor de edad.

Aún así, consiguió un lugar en la Cruz Roja y se fue a trabajar a Francia como conductor de ambulancias.

Sin embargo, por extraño que parezca, el gran cambio en su vida no fue salir de casa a temprana edad ni haber estado en medio de uno de los conflictos más sangrientos de la historia. Cuando volvió a su país el mundo del arte había cambiado considerablemente, hecho que revolucionaría su vida.

Con una pequeña productora Laugh-O-Gram, que montó junto a su hermano Roy y su amigo Ub Iwerks, Disney comenzó a hacer animaciones de cuentos de hadas que fueron exhibidas en la inauguración de las obras cinematográficas locales.

En los siguientes años se convirtió en el director de varias operaciones. A pesar de efectuar tratos que no se pagaron y tener muchas pérdidas, el proyecto logró lanzar su creación más famosa: el Ratón Mickey.

Esta historia de éxito también estuvo impregnada por varias controversias, incluyendo hechos históricos y rumores que hasta ahora no han sido confirmados. El más conocido de ellos es la que se asocia a Disney con el anticomunismo en el periodo del macarthismo.

Con una treintena de Oscar en su haber y más de seiscientos premios por su filmografía (su favorita siempre fue "Blancanieves"), era consciente de que ocupaba un lugar de privilegio en la historia.

"Soy un líder, soy un pionero, soy uno de los grandes hombres de mi época. Soy un mito. Mi nombre está en boca de más personas que el de Jesucristo", llegó a decir.

Sus personajes, que acompañaron a varias generaciones de niños (y aún lo hacen) y sus parques de atracciones lo inmortalizaron pero, en vida, Disney no pudo prever esa situación: "Sin mí todo mi reino se vendrá abajo", solía repetir.

Admirado por legiones de fans, fue considerado un genio y un visionario, y sobre él se tejieron numerosas leyendas urbanas, como su deseo de ser crionizado (congelado) tras su muerte, que su ya fallecida hija Diane se encargó de desmentir.

Criticado por presentar una realidad demasiado fantasiosa a través de sus películas infantiles, también se lo acusó de utilizarlas como vehículo propagandístico durante la Segunda Guerra Mundial.

El inicio del imperio
"Sólo espero que nunca perdamos de vista una cosa: que todo empezó con un ratón", dijo Walt Disney en 1954 al recordar el 19 de julio de 1928, el día en que surgió el mítico Mickey Mouse.

El imperio "The Walt Disney Company" no se puede entender sin el roedor, la primera estrella de la empresa y su figura más representativa, desde hace 85 años.

Hace ocho décadas y un lustro, un simpático dibujo animado daba un gran paso hacia el estrellato aferrado al timón de un pequeño barco de vapor. Era Mickey Mouse, protagonizando el primer cortometraje sonoro de la historia de la animación, "Steamboat Willie".

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En la película no hay diálogos, pero se puede oír la melodía que silba Mickey y la que suena en un fonógrafo. Esta utilización de la música con fines cómicos causó gran impresión en el público del momento.

En el corto debutaron, junto con Mickey, su novia Minnie y su archienemigo, Pete Patapalo.

Desde entonces, el personaje se convirtió en estrella y no paró de protagonizar un éxito tras otro, modificando levemente sus formas hasta que, en 1939, su redonda cabeza y sus orejas se volvieron marca registrada.

El roedor más famoso del mundo, al que originalmente puso voz el propio Disney, es hoy todo un símbolo de la cultura estadounidense y la imagen de uno de los grandes imperios de la mercadotecnia mundial, tras aparecer en decenas de películas, cortometrajes, series de televisión y videojuegos.

"No sé si es posible calcular la influencia global de Mickey Mouse en la cultura popular", expresó Andy Stein, autora del libro "Why We Love Disney: The Power of the Disney Brand".

En 1932, la Academia de Hollywood premió a Disney con un Oscar honorífico por la creación de ese personaje, y en 1978 se convirtió en el primer dibujo animado en poseer una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, en conmemoración del 50 aniversario de su nacimiento.

La miserias de Walt Disney
Sobre el "Tío Walt", como popularmente se lo conocía, se escribió mucho y casi siempre desde una mirada benevolente pero, como todos aquellos que trascienden el tiempo, sus miserias también fueron ventiladas.

El escritor Peter Stephan Jungk fue el encargado de abrir la puerta trasera de la vida del dibujante, mostrándo, a través de una biografía novelada, sus aspectos menos simpáticos.

"El americano perfecto" muestra el lado más oscuro de un hombre hábil en los negocios pero mezquino en las relaciones personales.
Jungk, cuyo padre, Heinz Haber, trabajó para Disney, narró los últimos tres meses de vida del dibujante, diseccionando su historia a través de la venganza de un antiguo empleado suyo, el ilustrador austríaco Whilhelm Dantine, el creador de "Chip y Dale" y "La bella durmiente", que fue despedido en la década de los años 50.

Obsesiondo con su antiguo jefe, y dividido entre la admiración y el desprecio, escarbó en su pasado para destruirlo. Así dejó en evidencia su vida familiar (Disney solo pareció sentir verdadero afecto por su hija adoptiva Sharon), su presunta infelidad marital con su masajista Hazel George, la falta de reconocimiento de la labor que desempeñaban la legión de dibujantes que trabajaban a sus órdenes (y que nunca firmaron las ilustraciones que pertenecen a la factoría de Disney).

Anticomunista acérrimo (resultado de la huelga sindicalista que sufrió en 1941), Dantine le recriminó a Disney su amistad con Hoover y su colaboración con el FBI, lo que lo llevó a denunciar a algunos de sus compañeros, como Charles Chaplin.

Poco antes de morir, el dibujante le enviaría una carta a Suiza pidiéndole perdón: "Querido Chaplin: le debo una disculpa desde hace catorce años, desde que usted abandonó América. Lo que hice y dije no se puede reparar. No va a poder usted perdonarme, lo sé. Tan solo quería hacerle saber lo mucho que usted ha significado para mí. Sin su ejemplo nunca habría existido el ratón Mickey. Sin su inspiración, no habrían existido "Blancanieves" ni "Pinocho", ni casi ninguna de mis películas. Usted fue mi maestro y mi modelo. Sin usted, nunca habría existido Walt Disney"

El legado de Walt
Diane Disney Miller, la hija mayor de Walt Disney, que mantenía vivo el legado de su padre falleció el pasado mes de noviembre a los 79 años.

Diane estaba casada con Ron Miller, ex presidente de la compañía, y en 2012 concedió a la agencia EFE una de sus últimas entrevistas, donde recordó cómo era su padre, a quien calificó de cariñoso y paciente con sus hijos, y cómo éste vivió el éxito de sus personajes hasta llegar a hartarse de la icónica Blanca Nieves.

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La reconocida filántropa y única hija biológica del director de "Blanca Nieves y los siete enanitos" fue determinante en la creación del Walt Disney Concert Hall, la sala de conciertos de la Filarmónica de Los Angeles.

Diane también fundó el Museo de la Familia Walt Disney, que se inauguró en 2009 en San Francisco, como un homenaje al legado de su familia.

Aunque los estudios Disney vivieron su primera época dorada con Walt al frente, tuvieron que pasar varios años para vivir una segunda etapa de grandes glorias, la cual llegó gracias a cintas como La Sirenita, La Bella y la Bestia y El Rey León.

Sin embargo, luego de estas joyas de la animación el estudio comenzó a sufrir una crisis de ideas, la cual se refleja en filmes como Vacas Vaqueras y Chicken Little. Por si esto fuera poco, el legendario estudio de animación comenzó a ser opacado por Pixar, el cual desarrolló numerosos éxitos en crítica y taquilla.

Hay quienes aseguran que Disney está próximo a vivir una nueva época dorada gracias a la incursión de John Lasseter como Jefe Creativo de los Estudios Disney, ya que muchos afirman que su entusiasmo y personalidad son semejantes a los de Walt Disney.

La primera misión de Lasseter al frente de los Estudios Disney fue recuperar la moral perdida, recordando a sus empleados que formaban parte de un estudio que había creado grandes clásicos de todos los tiempos. Habrá que esperar unos años para ver si Lasseter es capaz de regresar al estudio del ratón a sus glorias de antaño.