"Columnas de oficina": las consecuencias del estrés y de adoptar una mala postura
Cuando el trabajo obliga a los empleados a estar sentados frente a la computadora o ante el escritorio muchas horas en el día, pueden generarse malas posturas y costumbres que terminarán dañando su columna.
La oficina es uno de los espacios en los que las personas pasan gran parte del día y en el que más se daña su columna vertebral.
Con el afán de realizar varias tareas en simultáneo, no se sientan bien y permanecen horas en esa posición sin levantarse ni siquiera a buscar un vaso de agua.
Las "columnas de oficina" son un mal de los tiempos que corren, y uno de los grandes padecimientos de las personas en la etapa más productiva de su vida.
Si pasamos más de un tercio de nuestro día detrás de un escritorio o frente a una computadora es más que seguro que hayamos sentido las consecuencias de adoptar una mala postura o simplemente el estrés que se acumula en los hombros, espalda y piernas.
Entre las causas generadoras, la edad puede ser un condicionante. Lamentablemente el paso del tiempo deteriora la elasticidad, tornando a la persona cada día más rígida, causando pérdida de movilidad, fragilidad.
Así vamos paulatinamente perdiendo calidad de vida y generando un tipo constitucional predispuesto para sufrir dolores.
El sobrepeso es un factor sumamente destructivo a nivel de columna articular general. Esto nos hace decir, por ejemplo, "bueno, a bajarlo", y empezamos a caminar como una de las primeras estrategias para reducir nuestro exceso. Así aparecen los dolores en tobillos, rodilla, columna, etc.
Existe también un factor hereditario, es decir, alteraciones de la estructura que en muchos casos son congénitas, de nacimiento y otras que se adquieren porque tenemos una estructura con una predisposición a sufrir.
Por ejemplo si tenemos una personalidad explosiva, y estaremos predispuestos a estar más tensionados, si tenemos una columna con algún problema en su estructura, y nos va a generar dolores a veces hasta sin haber realizado ningún esfuerzo.
Los traumatismos presentes en nuestra vida desde edades temprana van condicionando la calidad de vida, y hasta a veces sin que el paciente se de cuenta.
Soluciones
Superados los cincuenta años, el cuerpo empieza a manifestar distintas reacciones: los tejidos ceden, los huesos tienden a perder minerales, y aparecen diferentes afecciones.

Las famosas "osis" toman protagonismo, tales como artrosis, osteoporosis u osteofitosis. Cada una de ellas tiene sus particularidades y provocan, paulatinamente, que se vaya produciendo una pérdida de la movilidad articular.
Debemos considerar, entonces, la actividad física regular. La natación, yoga y el "stretching" son aliados indispensables para que la rigidez que estas patologías generan, no se instalen en nuestro cuerpo de manera permanente.
Tener sillones ergonómicos y escritorios qué también lo sean, ayuda a tener un ambiente más amigable para la postura, pero también las personas deben prestarle atención a la disposición de su computadora.
Uno de los consejos es controlar si el monitor está muy alto o bajo. Tiene que estar frente a nosotros, a la altura de la vista.
Además, debemos trabajar con el antebrazo apoyado en el escritorio y no suelto, como cuando doblamos la muñeca para manejar el mouse, porque todo el peso lo soporta el cuello y así nos contracturamos, generamos dolores de muñeca etc.
La silla debe ser ergonómica con apoya brazos; el respaldo nos debe acompañar en nuestro movimientos.
Y cada hora recordar levantarse de la silla y caminar brevemente. Esto mejora el retorno venoso y no deja que la tensión se acumule.