Diez enseñanzas de liderazgo de la vida de Benjamin Franklin

La historia de vida del prócer norteamericano Benjamin Franklin tiene mucho para enseñar acerca del liderazgo empresarial.

Él se consideraba un hombre sencillo, de habilidades comunes, pero creía firmemente que era posible adquirir los principios esenciales del éxito; aquellos que le ayudarían a "vivir bien". Y entonces dedicó toda su creatividad a buscar un método sencillo, que cualquiera pudiera usar, para alcanzar ese objetivo.

Franklin eligió diez temas en los que entendía que se debía profundizar. Durante una semana empeñó toda su atención a cada uno de ellos.

Y cuando cumplió 79 años, Franklin aseguró que todo su éxito se debió a la aplicación de ese procedimiento.

Al terminar de describir el método escribió: "Espero que alguno de mis descendientes pueda seguir este ejemplo y recoger los beneficios".

Las siguientes son sus diez claves del liderazgo, relevadas por el portal Emprendedores News: 

1. Templanza.
"No comer hasta la saciedad, no beber hasta la exaltación", indicaba este hombre considerado uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos. Afirmó que comer demasiado provocaba sueño, y beber demasiado hace que se pierda el juicio.

2. Silencio.
"Habla sólo lo que pueda beneficiar a los otros y a ti mismo. Evita las conversaciones fútiles", era otro de sus consejos. Aseguró que existen una gran cantidad de proyectos de los que se entera la competencia, debido a una "charla de amigos".

3. Orden.
"Que cada cosa ocupe su lugar; que cada parte del negocio tenga su tiempo". Para esto sirve en la actualidad la administración de Recursos Humanos, que asigna a cada profesional en su área.

4. Determinación.
"Resolver llevar a cabo lo que se debe; actuar sin dejar de hacer lo que se determine". Según Franklin, ésta es la administración efectiva del tiempo. Cada cosa tiene un tiempo específico; lo demás "estorba".

5. Frugalidad.
"No gastar más de lo que es bueno para los otros o para sí mismos; esto es, no derrochar nada". El consejo aquí es administrar los recursos para que cada peso retorne con algún beneficio.

6. Industria.
"No perder tiempo; estar siempre ocupado en algo útil; suprimir todas las actividades innecesarias". Cada hora puede significar alguna ganancia o un nuevo proyecto.

7. Sinceridad.
"No usar engaños; pensar inocente y justamente; si se habla, hacerlo como se debe". Esta premisa es la base de la lealtad de los clientes. Si uno de ellos se siente defraudado, con toda seguridad no volverá.

8. Justicia.
"No causar perjuicio a nadie haciendo daños u omitiendo los beneficios que se deben". Este hombre de Estado estaría hoy en contra de las cláusulas que esconde la "letra chica". Un acuerdo claro ofrece mejores rendimientos.

9. Moderación.
"Evitar los extremos; resiente los daños en la medida que creas merecerlos", predicaba. Actualmente, una gran cantidad de ejecutivos y emprendedores se echan la culpa de todo. Hay cosas, como las crisis, que están fuera de su alcance; lo externo no es culpa suya. La falta de planificación, sí lo es. Hay que aprender a delegar responsabilidades.

10. Limpieza.
"No tolerar la suciedad en el cuerpo, vestidos, habitación o empresa". Una empresa limpia, un empresario limpio; quien atiende y el entorno limpios, provocan confianza. Hay empresas que manejan políticas muy estrictas respecto a este tema, y les ha funcionado.