Carly Fiorina asegura que volvería a ser CEO de una gran empresa
Carly Fiorina, despedida el año pasado de su puesto de responsable ejecutiva y presidenta de Hewlett-Packard Co., dijo que estudiaría trabajar para otra empresa desempeñando las mismas responsabilidades.
"Lo haría si fuera la oportunidad adecuada en la empresa adecuada", dijo Fiorina ayer en una entrevista en Nueva York, donde está promocionando su libro de memorias en el que relata la experiencia al mando del segundo fabricante mundial de computadoras. Sin embargo,m la ejecutiva aclaró: "No he tomado ninguna decisión sobre lo que haré próximamente".
En "Tough Choices'' -"Decisiones difíciles"-, Fiorina narra a través de 52 crónicas su carrera profesional, incluyendo las semanas que desembocaron en su despido en febrero de 2005.
Su liderazgo fue blanco de las críticas de los inversores que dudaban que la empresa fuera a tener beneficios por la compra de Compaq Computer Corp., adquisición que ella tramitó en 2002, por US$18.900 millones.
Fiorina, de quien se habló como posible candidata a presidir el Banco Mundial, dijo que estudiará la posibilidad de trabajar en alguna organización benéfica, o en cualquier otra empresa. "Ambas son atractivas", dijo Fiorina, quien terminó su libro en marzo.
Acusaciones
El consejo de Hewlett-Packard aprobó un plan para 2005 que acabó dando los beneficios prometidos por Fiorina, pese a lo cual los consejeros empezaron a cuestionar si ella era la persona idónea para dirigir la empresa. Fiorina dijo que no sabe por qué fue despedida, a menos que haya sido una decisión emocional promovida por parte de los miembros del consejo, como el especulador Tom Perkins, con quien ella discrepaba sobre la gestión diaria de la empresa.
"La gente se encuentra atrapada en una situación emocional cuando está bajo mucho estrés, que, en mi opinión, es como estaba el consejo en los últimos 10 días. Están exaltados, están bajo el estrés. Un grupo de gente en esa situación debería retroceder. Hacer una pausa, dar un profundo respiro, no precipitarse por el acantilado", dijo Fiorina.
Fiorina, la primera mujer y también la primera persona de fuera de la compañía que llegó a dirigirla, dijo que cuando tomó posesión de su cargo en 1999 su papel como "agente de cambio'' le granjeó la enemistad de algunos de los más veteranos defensores de Hewlett-Packard, entre estos las familias de los fundadores, las cuales cuestionaron la compra de Compaq.
La operación Compaq "fue una buena idea", dijo Fiorina y aseguró que "es la base del éxito de que goza hoy la empresa".
Beneficios
Aunque las acciones cayeron un 50 por ciento durante su reinado, Fiorina dijo que su sucesor, Mark Hurd, está cosechando los beneficios del trabajo que ella hizo. Hurd tomó posesión en abril de 2005 tras una búsqueda de siete semanas emprendida por la presidenta de entonces, Patricia Dunn. Las acciones han subido un 76 por ciento desde que ella fue despedida, y la empresa ha superado las expectativas de los analistas en cada uno de los trimestres de gestión de Hurd.
Para Fiorina las grandes empresas "no cambian de un día para otro'' y que Hurd está construyendo sobre "el trabajo que ya se hizo".
"Es más fácil moverse rápido cuando se ha hecho la parte más dura del trabajo, cuando la gente entiende que es una meritocracia, basada en el desempeño, y ya no una burocracia'', dijo Fiorina.
La ex ejecutiva de HP también describió como "trágicas" las acusaciones de conspiración y estafa presentadas la semana pasada contra Dunn y el casi simultáneo anuncio de que la ex presidenta de la empresa estaría bajo tratamiento de quimioterapia por un cáncer de ovarios.
Dunn estaba entre las cinco personas acusadas de encabezar una investigación sobre el consejo por fugas de información, pesquisa que incluía el uso de identidades falsas para obtener grabaciones telefónicas, incluso de Fiorina.
"Para mí, lo que es triste es que nadie dijo, '¿Qué estamos haciendo?' Hubo una violación de la ética, de la gobernanza, del sentido común", dijo Fiorina.
La ex CEO, afirmó que escribió su libro para disipar el mito de sí misma, como las informaciones sobre la instalación de un baño de mármol rosa en su oficina y sobre el uso de una peluquera y una maquilladora cuando viajaba.
"Espero que deje de ser una caricatura y me convierta en una persona", concluyó.
Fuente: Bloomberg