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¿Quién mandó el primer currículum vitae de la historia? Leonardo Da Vinci

Cinco rasgos del texto elaborado por el reconocido artista italiano que deberías incorporar a la redacción de tu propio currículum
03/12/2021 - 07:28hs
¿Quién mandó el primer currículum vitae de la historia? Leonardo Da Vinci

Pese a los cambios permanentes en el mundo del trabajo, el currículum vitae, CV, currículo, resumé, hoja de vida o síntesis curricular, entre otros nombres, sigue siendo una herramienta útil, aunque se reinventa en cuanto al formato (video, animaciones, nivel de detalle, diseño), y cada vez se lo hace más breve.

Si bien muchas empresas aplican Inteligencia Artificial para cotejar las postulaciones, es más indispensable que nunca la revisión humana para detectar factores clave como la emocionalidad, la empatía, la propuesta de valor y los intereses de cada persona, a partir de un buen análisis de esta pieza esencial que abre la puerta a posibles entrevistas de empleo.

Varios historiadores coinciden en que el primer CV del mundo lo redactó Leonardo Da Vinci en 1482. Él fue uno de los grandes maestros del Renacimiento, con sus múltiples expresiones como pintor, escultor, ingeniero, científico, arquitecto y escultor. Por tales dotes se lo reconoce como una persona multipotencial, aquellos que tienen la capacidad de realizar tareas completamente diferentes con un alto nivel de excelencia en cada rubro.

Medios como el portal Davron y la revista Business Insider coinciden con este dato. Lo interesante es poder analizarlo en detalle, como haré en este artículo, para detectar el espíritu de influencia y persuasión de Da Vinci al presentarse al entonces Regente de Milán.

Fue mucho tiempo después, recién en la década de 1930, que el instrumento que conocemos como currículum empezó a tomar vuelo propio; en esa época se incorporaron más detalles de los candidatos, como su dirección, lugar de nacimiento, talla, peso, altura, datos de contacto, e incluso le pedían qué religión profesaban.

La postulación del genio

Análisis de la carta de Da Vinci a
Análisis de la carta de Da Vinci a Ludovico Sforza, regente de Milán

Como cualquier hijo de vecino buscando trabajo, Leonardo Da Vinci escribió de puño y letra el primer currículum, en el que se puede observar su estilo, la cuidada redacción, la creatividad y la persuasión, entre otros aspectos.

Lo dirigió a Ludovico Sforza, regente de Milán, noble italiano que vivió entre 1452 y 1508; gobernó Milán en tiempos de largas guerras.

A continuación te invito a descubrir la traducción del documento, y en cada párrafo encontrarás mis comentarios sobre su estilo y recursos que aplico con éxito, ya que logró que el destinatario de su nota llegara a ser uno de sus mecenas. La nota comienza así:

"A Ludovico Sforza, regente de Milán. 

Ilustrísimo Señor mío: después de ver y considerar suficientemente las pruebas de todos aquellos que se llaman maestros y compositores de instrumentos bélicos, y toda vez que la invención y operación con dichos instrumentos no están fuera del uso corriente, me esforzaré , sin menoscabo de otras, en hacerme entender por su excelencia, le abriré mis secretos y me pongo a disposición de su excelencia para llevar a efecto y demostrar cuando lo estime oportuno aquellas cosas que en parte brevemente se anotan a continuación:"

Observa el estilo de la época, que tiene una total claridad conceptual independientemente de que no entiendas hoy el contexto de aquel tiempo. Da Vinci utiliza una de las palabras mágicas para la persuasión sobre el cerebro. Cuando dice "le abriré mis secretos", es una expresión completamente tentadora para quien lee o escucha, porque ¿quién no quiere conocer secretos?

El artista continúa diciendo: "Tengo proyectos de puentes ligerísimos y fuertes, que se pueden transportar con mucha facilidad." Da Vinci va directo con su propuesta de valor agregado -ligerísimos y fuertes y que se pueden transportar-, algo muy diferente de lo que existía entonces.

"Sé cómo hacer el asedio de un terreno para sacar el agua de los fosos y hacer un número infinito de puentes, escaleras de cuerda y otros instrumentos." (La certeza y seguridad que transmite deja poco lugar a dudas; y la resume en la contundente frase "Sé cómo hacer…")

"Si por la altura del terreno o por la fuerza del lugar y del sitio no se pudiese usar un asedio, sé hacer bombas, conozco maneras de acabar con ciudadelas y fortalezas, aún cuando estén construidas con roca", escribió el italiano. Aquí se propone derribar cualquier tipo de objeciones, como el célebre "no se puede" o el "pero…", a través de brindar alternativas múltiples y casi asegurando el resultado exitoso al indicar como se intuye en la frase final de este párrafo.

Cómo redactó Leonardo Da Vinci lo que se considera el primer currículum vitae de la historia
Cómo redactó Leonardo Da Vinci lo que se considera el primer currículum vitae de la historia

La misiva prosigue de la siguiente forma: "Asimismo tengo ideas para hacer cañones comodísimos y muy fáciles de trasladar, con los que tirar piedras pequeñas como una lluvia de granizo." En esta parte, el autor muestra todas las ventajas de sus ideas –"comodísimos"-, y utiliza metáforas claras como el agua –"como una lluvia de granizo"- para hacerlas más tangibles y prácticas.

"Y si sucediera algo en el mar, tengo planos de numerosos instrumentos utilísimos para atacar y defenderse, incluyendo barcos que resistirían el fuego de los mayores cañones, polvo y humo." Nuevamente, menciona potenciales inconvenientes sin detenerse allí, porque observarás que siempre se enfoca en las soluciones. 

Da Vinci prosigue informando: "También conozco modos de llegar sigilosamente a un determinado lugar por cuevas y pasajes secretos, aunque para ello fuera necesario pasar bajo un río." Imagínense la potencia de este ofrecimiento en plena época de guerras y cruzadas.

"Puedo construir carros cubiertos (tanques), seguros e inofensivos con los que entrar dentro de las líneas enemigas con artillería, y no habrá compañía de hombres con armas tan grande como para que los carros no la deshagan. Y tras ellos la infantería llegará y los encontrará prácticamente desarmados y sin ninguna oposición", dice. Los verbos de acción están siempre presentes, y los adjetivos para sus creaciones permiten que esa escritura descriptiva tome vuelo en forma de imágenes en la mente del destinatario, inspirando certeza; tal como debería suceder al enviar un currículum a cualquier empresa.

"Del mismo modo, si fuera preciso, haré cañones, morteros y artillería de formas bellísimas y útiles, fuera del uso común." En esta declaración, observa cómo inserta la belleza del arte dentro de un contexto de fabricación de artillería para la guerra. Lo grato, lo bueno, lo noble, son atributos muy emocionantes para el cerebro.

"Donde no sea posible usar cañones, diseñaré diferentes tipos de catapultas y otros instrumentos de inmejorable eficacia muy diferentes de los comúnmente usados, en resumen, dependiendo de lo que las variadas circunstancias dicten, diseñaré infinitos artefactos de ataque y defensa." Desde esta redacción, prácticamente no deja espacio para la duda sobre su enorme capacidad de inventiva. 

"En tiempos de paz, creo que puedo darle tanta satisfacción como cualquier otro en arquitectura, con la construcción de edificios públicos y privados, así como en la conducción de agua de un sitio a otro." Sobre el final de la carta, abandona la situación de la guerra y se ofrece como el arquitecto reconocido que era; y lo hace poniendo de relieve algo que sabía hacer muy bien, que eran las obras de agua, muy novedosas en aquellos tiempos. Y añade la frase "…puedo darle tanta satisfacción…", que tiene fuerza y encierra una energía que alimenta el centro de recompensa del cerebro.

En ese marco, continúa: "Puedo realizar esculturas en mármol, bronce o barro, así como pinturas, y mi trabajo puede compararse al de cualquier otro, quien quiera que sea. Además, yo podría asumir la obra del caballo de bronce que sería una gloria inmortal y honor eterno de la memoria feliz de su señor padre y de la ilustre casa de los Sforzas."

Necesitado de trabajar, por el tono que se percibe en su escrito, ahora pasa a detallar otras alternativas para que lo contraten: está vendiéndose, haciendo su Marca Personal como la llamamos actualmente, poniendo de relieve sus atributos y lo que sabe hacer muy bien, y que, a su vez, su interlocutor tal vez necesite. En verdad, necesite a alguien polifacético como él. 

"Y si alguna de las cosas mencionadas le pareciese imposibles o no factibles, me declaro dispuesto a hacerle una demostración en su parque o el lugar que prefiera", cerró Da Vinci. Abre el juego a demostrar en su mismo castillo, para que la otra parte pueda comprobar su profesionalismo. ] Y se despide respetuosamente: Vuestra Excelencia, a quien me encomiendo con toda humildad.

5 elementos persuasivos que podemos rescatar

En cualquier oferta laboral, incluso en mails y reuniones internas, comunicaciones de cualquier tipo, charlas y conferencias, la persuasión e influencia son claves.

Estas son las llaves que te permitirán no sólo captar la atención del público al que te diriges, sino encender la mecha de la curiosidad, la asociación con sus propias experiencias y la sensación de que eso que dices "es justo lo que necesitamos".

En el Currículum de Leonardo Da Vinci podemos distinguir varios de estos aspectos, además de los ya comentados arriba:

1) Describe en detalle poniendo verbos de acción y descripciones breves, aunque contundentes, donde despliega toda su capacidad profesional en áreas muy diversas. Ese conjunto de competencias profesionales es lo que quería que se capte, para ver por dónde podía trabajar para la nobleza. Actualmente, debes mostrar tus logros en forma tangible, presentados para que la empresa sepa cuál fue tu aporte de valor concreto y específico.

2) Imanes mentales: utiliza permanentemente palabras que son llamadores de atención para la mente: despiertan la curiosidad, hacen que se fije la mirada en el papel. En tu redacción actual puedes utilizar la misma técnica intercalando este tipo de palabras activadoras de la atención.

3) Ofrece pruebas: Da Vinci trabaja sobre el sesgo confirmatorio del cerebro, al dejar en claro que quiere que comprueben la efectividad de lo que propone, por más disparatado que le parezca a la otra parte. En tu caso es necesario que incluyas datos lo suficientemente relevantes y certeros, para que si tienes que probarlos no haya inconveniente. En muchos puestos te pedirán hacer una prueba en el lugar, así que prepárate para eso.

4) Dos niveles distintos en el currículum: estructuró su mensaje en dos; soluciones para tiempo de guerra, y de paz. En el mundo actual, es el equivalente a preparar tanta cantidad de currículums como tipos de empresas o personas vas a contactar. El CV único para todos ya quedó completamente en desuso.

5) Se enfoca en soluciones: posiblemente haya sido un conocedor de los padecimientos del noble italiano, por lo que dedica toda su carta a hacer propuestas basadas en soluciones. No hace grandes análisis negativos, sino que el tono es constructivo; si bien en algún tramo se permite ironizar sobre otros inventores de la época. ¿Y qué crees que buscan hoy las empresas? Exactamente lo mismo: "intrapreneurs", intra-emprendedores en cada puesto laboral, que resuelvan las cosas, en vez de esperar ser siempre dirigidos.

¿Qué opinas de estos recursos de Leonardo Da Vinci en el que se considera el primer currículum vitae del mundo? ¿Te parece que pasaría el análisis de una persona de recursos humanos, o, más aún, de la Inteligencia Artificial de hoy?

*Daniel Colombo es facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 31 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Certificado por ICF; Coach certificado y Miembro de John Maxwell Team.

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