Sólo el 21% de las personas trabajadoras en Argentina ejerce la profesión que soñaba
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Este jueves 1 de mayo se celebrará en la Argentina y en todo el mundo el Día Internacional de los Trabajadores. Pero a la vez, son pocos los argentinos que tienen el empleo de sus sueños.
A nivel internacional, es una fecha emblemática que rinde homenaje a las luchas obreras por derechos laborales fundamentales. Su origen se remonta a 1886, en Chicago (Estados Unidos), donde miles de trabajadores iniciaron una huelga masiva para exigir la jornada de ocho horas, en un contexto en el que las fábricas imponían turnos de hasta 18 horas diarias.
La protesta alcanzó su punto crítico el 4 de mayo de 1886, durante la revuelta de Haymarket. Tras días de movilizaciones, una bomba estalló en medio de un enfrentamiento entre manifestantes y la policía, lo que derivó en una represión violenta con decenas de muertos y heridos. Ocho sindicalistas anarquistas -conocidos como los "Mártires de Chicago"- fueron acusados sin pruebas y condenados: cinco a muerte (cuatro en la horca y uno por suicidio) y tres a prisión.
En 1889, durante el Congreso de la Segunda Internacional Socialista en París, se estableció el 1 de mayo como jornada de reivindicación global, en memoria de los obreros ejecutados y como símbolo de la lucha por mejores condiciones laborales. En 1919, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó la jornada de 8 horas como estándar global, un logro directamente vinculado a las movilizaciones de 1886.
Hoy, el 1 de mayo sigue siendo una fecha clave para reflexionar sobre los derechos laborales, la equidad y la justicia social, además de un recordatorio de la importancia del movimiento sindical en la historia moderna. En la Argentina esta fecha es un feriado nacional.
A este nuevo 1 de mayo de 2025 la Argentina llega con un nivel de desocupación relativamente bajo, en relación a años anteriores. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDECI) el desempleo cerró 2024 con 6,4% de la población económicamente activa.
A la vez, esto se complementa con un escenario complejo en el plano laboral. Los salarios no recuperaron aún lo perdido en los últimos años, con profesionales ganando sueldos por debajo de la línea de pobreza, pese a tener trabajo registrado y de calidad. Por otra parte, las empresas están expectantes a una recuperación del consumo y la actividad económica, con contrataciones en "stand by" y en muchas áreas industriales y de la construcción, con despidos o cierres de empresas.
Cuántos argentinos tienen el trabajo de sus sueños
En este contexto, es de destacar que sigue habiendo empleo en la Argentina, aunque el nivel de informalidad siga siendo elevado y en muchos casos tampoco sea suficiente para alcanzar un nivel de ingresos aceptable.
Aún así, hay más que sueldo detrás de la motivación para trabajar. El propósito, esa palabra de moda que tanto repiten los especialistas en recursos humanos, parece ser la clave por estos días en los que la retribución integral económica puede no ser suficiente.
Pero los trabajadores argentinos que hoy se desempeñan con propósito deben contarse entre los afortunados. El último estudio regional de Bumeran al respecto -entre más de 3.100 usuarios- encontró que sólo el 21% de las personas consultadas en la Argentina trabajan hoy de lo que soñaban, y nada más que el 16% está conforme con su trabajo.
"El 79% de las personas trabajadoras en Argentina no ejerce la profesión que soñaba en su niñez, el porcentaje es el más alto de la región", remarcan los analistas de Bumeran. Le siguen: Chile, con el 74%; Ecuador, con el 73%; Panamá, con el 65%; Perú, con el 62%.
Además, esta tendencia aumentó 3 puntos porcentuales respecto a la edición anterior del estudio en 2024, cuando el 76% de las personas afirmaba lo mismo, y 5 puntos en comparación con 2021. Y eso pese a que el 54% dice haber estudiado una carrera vinculada a la profesión a la que aspiraba. De ellos, el 63% no trabaja en un área relacionada con su formación.
"La incongruencia entre las aspiraciones y el empleo impacta fuertemente en la satisfacción laboral. El 55% expresa sentir frustración por no haber alcanzado sus sueños", agregó Federico Barni, CEO de Bumeran.com.ar. Otro 36% indicó que no se siente frustrado porque al crecer, sus intereses cambiaron, pero a la vez un 9% dijo que no experimenta esa sensación negativa porque reconoce que conseguir el empleo de sus sueños era muy difícil. Más aún, el 84% cambiaría su actual profesión por aquella que soñaba de niño/a, en caso de tener la oportunidad.
¿Y qué soñaban con ser los argentinos? Entre las mujeres, predominaban las vocaciones de servicio: profesora (16%) médica (15%), diseñadora (9%) Entre los varones, el 18% soñaba con ser futbolista; el 11% con convertirse en ingeniero; y el 7% deseaba ser periodista. En la categoría "otros", sobresalen profesiones como piloto de avión, abogacía, administración y contador.
Hoy la mayoría de las participantes de la encuesta trabaja de vendedora (32%), profesora (25%) o cajera (20%), mientras que los varones se desempeñan como vendedor (32%), cajeros (22%), e ingeniero (9%).
Entre las personas que no se identifican ni con el género femenino ni con el masculino, el 14% soñaba con ser futbolista; otro 14% con ejercer la medicina; y otro 14% con trabajar en educación. En la categoría "otros", destacan profesiones como actuación, baile, cine, emprendedurismo y contaduría. Hoy el 29% trabaja en caja; el 14% se desarrolla en educación; y otro 14% ejerce en ventas.
Cómo sería el trabajo ideal
En la medida en que tantas personas trabajan de cosas que no tienen que ver con su profesión o en donde no encuentran el propósito que buscaban, y a la vez la remuneración no es la más adecuada para un empleo profesional, la consultora multinacional de talento Randstad enfocó en seis factores que los argentinos describen como su "empleo ideal".
Son, de hecho, modalidades de trabajo, beneficios y estructuras laborales que les resultan atractivas y les permiten mantener un buen equilibrio entre su vida laboral y personal, en un contexto que dista del ideal. Por eso, el set de características del trabajo soñado es aquello que las compañías pueden mirar para volver las propuestas laborales más atractivas para el talento.
Las siguientes son las 6 características del trabajo ideal para los argentinos, identificadas por el equipo de expertos en reclutamiento y gestión del talento de Randstad:
1. Buenas relaciones y ambiente de trabajo.
En los últimos años viene creciendo la valoración del buen ambiente laboral como la principal característica que define al trabajo ideal para los argentinos. Existen múltiples elementos que inciden en la conformación de este intangible en la percepción de los trabajadores, desde la relación con colegas y jefes, hasta el efecto motivacional que se genera a través del reconocimiento y valoración por los resultados alcanzados, pasando por la cultura y valores que promueve la organización.
Gestionar activamente el clima interno a través de herramientas e indicadores que permitan detectar las necesidades de los colaboradores impacta de forma directa en la motivación de los equipos, el compromiso, la productividad, y en la capacidad de la organización de atraer y retener talento.
2. Flexibilidad, autonomía y motivación.
La flexibilidad se ha convertido en un aspecto fundamental para captar y fidelizar talento, especialmente entre las nuevas generaciones, que priorizan el equilibrio entre vida personal y profesional. La posibilidad de organizar horarios y optar por modalidades de home office, ya sea en formato híbrido o completamente remoto, es un componente clave de las expectativas de cada vez más trabajadores.
Asimismo, el talento busca hoy otros aspectos de la flexibilidad que tienen que ver con poder administrar la carga de tareas con autonomía dentro de un marco centrado en la confianza y el trabajo por objetivos. Esta es una manera efectiva de mejorar el desempeño a través de la motivación y el empoderamiento de los colaboradores, dándoles herramientas para una mayor participación, fomentando la responsabilidad y autogestión.
3. Desafíos, plan de carrera, desarrollo y formación.
La formación y el desarrollo de las habilidades laborales crecen en relevancia a ojos del talento, principalmente porque los trabajadores perciben cada vez con más claridad que su empleabilidad ya no depende de lo aprendido en el pasado, sino en la capacidad de adquirir nuevos conocimientos y habilidades en forma permanente.
Por eso es que crece también el rol de las empresas como formadores de sus trabajadores, impulsando programas de aprendizaje y desarrollo profesional, ya que esto les da un plus relevante que potencia el atractivo de su marca empleadora.
4. Un buen líder, incentivos y reconocimiento.
El talento valora cada vez más a las organizaciones que cuentan con líderes y jefes empáticos, que saben guiar a sus equipos, acompañarlos, contenerlos y reconocer el desempeño y los resultados. Por eso las organizaciones optan por fomentar liderazgos más humanos, con jefes de equipo preocupados realmente por el bienestar integral de sus colaboradores.
En el mismo sentido, la implementación de programas de incentivos atados al cumplimiento de objetivos impulsa una cultura organizacional en la que el reconocimiento tiene su lugar, impactando tanto en la productividad como en el compromiso de los colaboradores.
5. Sentido de pertenencia, comunidad y propósito.
El sentido de pertenencia se vuelve cada día más importante para los trabajadores, a medida que crece la búsqueda de propósito como parte del desarrollo profesional y las líneas que separan la vida personal y laboral se vuelven más difusas. Hoy las personas buscan "sentirse parte" dentro de sus espacios de trabajo, quieren trabajos con propósito y les interesa el sentido de comunidad que implica identificarse con los valores de la organización.
Fomentar los vínculos, el bienestar y las conexiones personales en los ámbitos laborales le permite a las empresas desarrollar un fuerte sentido de comunidad y pertenencia que impulsa la productividad del talento.
6. Equidad, diversidad e inclusión.
Este factor es cada vez más valorado por los trabajadores en todo el mundo, generando una presión significativa sobre las organizaciones en relación a sus políticas, comportamientos y compromiso con la diversidad, la equidad y la inclusión. Las personas necesitan sentir que son parte de su lugar de trabajo y por eso buscan sumar su talento a organizaciones que estén alineadas con sus propios valores.
Esto resulta particularmente relevante para las nuevas generaciones, que consideran al trabajo como una expresión más de su propia identidad y el espacio donde realizarse como personas.
"Estas características, que no son las únicas que definen el trabajo ideal para los argentinos, son un reflejo de la mayor expectativa que tiene hoy el talento y que tiene que ver con lo que la gente espera, quiere, -y en muchos casos demanda- cada vez más a las organizaciones. Hoy las personas quieren más opciones sobre dónde, cuándo y cómo trabajar, quieren empleadores que se preocupen por su bienestar, quieren sentir que su trabajo tiene un significado; quieren un trato equitativo, equilibrio, seguridad, y la lista sigue. Sin dudas estamos frente a una fuerza laboral que espera mucho más de su trabajo, su empleador y también de los líderes de las organizaciones", agregó Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay.